• La librería espiritista de Arthur Conan Doyle
    La librería espiritista de Arthur Conan Doyle.
    La librería espiritista de Arthur Conan Doyle.

    Siento debilidad por las librerías de viejo. Mi preferida es Atlantis Bookshop. Se encuentra a dos pasos del Museo Británico y está especializada en lo paranormal. Desde que en 1990 entré en ella por primera vez, no hay viaje a Londres que no la visite. En sus estanterías he encontrado primeras ediciones de Ignatius de Loyola Donnelly, George Adamski y otros autores. Atlantis abrió sus puertas en el 49A de Museum Street en 1922, tres años antes de que Arthur Conan Doyle inaugurara su propia librería esotérica, The Psychic Bookshop, en el 2 de Victoria Street, cerca de la abadía de Westminster.

    Comienzo del reportaje publicado en el suplemento Territorios del diario El Correo el 27 de julio de 2024.

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  • Ovnis, videntes, fantasmas y democracia, en ‘El rey va desnudo’
    https://www.youtube.com/watch?v=WbKNsjx_e1Q

    Mauricio-José Schwarz y yo hablamos sobre el mundo del misterio y el peligro de la mentira, en El rey va desnudo.

    Nota publicada en Magonia el 24 de mayo de 2024.

  • El Pentágono, los ovnis y el residuo inexplicado
    Ovni de la oleada belga de 1990, reproducido en los medios como auténtico hasta que en 2011 el autor de la foto confesó que es un triángulo de poliestireno con cuatro bombillas. Foto: J.S. Henrardi.
    Ovni de la oleada belga de 1990, reproducido en los medios como auténtico hasta que en 2011 el autor de la foto confesó que es un triángulo de poliestireno con cuatro bombillas. Foto: J.S. Henrardi.

    «La dificultad básica inherente a cualquier investigación de fenómenos como los de la investigación psíquica y los ovnis es que a la ciencia le resulta imposible demostrar una negativa universal. Habrá casos que permanezcan inexplicados por falta de datos, ausencia de repetibilidad, informes falsos, ilusiones, observadores engañados, rumores, mentiras y fraudes. Un residuo de casos inexplicados no justifica la continuación de una investigación después de que pruebas abrumadoras han descartado hipótesis sobrenaturales, como seres del espacio exterior o comunicaciones con los muertos. Los casos inexplicables son simplemente inexplicables. Nunca pueden constituir la prueba de ninguna hipótesis», advirtió el neurocientífico Hudson Hoagland en la revista Science en febrero de 1969, con motivo de la publicación del Informe Condon, un estudio que, en su opinión, señalaba «acertadamente que seguir investigando los ovnis sería un despilfarro».

    Comienzo del artículo publicado en «¡Paparruchas!», en la web del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), el 17 de mayo de 2024.

    Sigue en «El Pentágono, los ovnis y el residuo inexplicado».

  • Del platillo volante al fenómeno anómalo no identificado
    Imagen de un platillo volante en McMinnville (Oregón) en 1950 y objeto grabado por un caza estadounidense en la costa de Florida en 2015. Fotos: Paul Trent y Departamento de Defensa de Estados Unidos.
    Imagen de un platillo volante en McMinnville (Oregón) en 1950 y objeto grabado por un caza estadounidense en la costa de Florida en 2015. Fotos: Paul Trent y Departamento de Defensa de Estados Unidos.

    En el principio fue el platillo; aunque no tenía esa forma. Kenneth Arnold, un vendedor de equipos de extinción de incendios de 32 años, pilotaba su avioneta el 24 de junio de 1947 cerca del monte Rainier, en el estado de Washington, cuando le sorprendieron nueve objetos en formación que iban a gran velocidad. Contó a los periodistas que tenían forma de media luna y volaban «erráticos, como un platillo si lo lanzas sobre el agua». Horas después, los objetos aterrizaron en la prensa como moldes para tartas volantes (flying pie-pans), discos volantes (flying discs) y platillos volantes (flying saucers), la denominación más habitual.

    Comienzo del artículo publicado en «¡Paparruchas!», en la web del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), el 9 de mayo de 2024.

    Sigue en «Del platillo volante al fenómeno anómalo no identificado».

  • La Universidad del País Vasco acogerá en julio un curso de astrología para educadores
    Anuncio del curso «Educación y astrología psicológica: una revolución pedagógica», que dará Izaro Susperregi en la Universidad del País Vasco.

    La astróloga Izaro Susperregi impartirá en julio un curso de formación en «astrología psicológica» para educadores en la Facultad de Educación, Filosofía y Antropología de la Universidad del País Vasco (UPV), en San Sebastián. La iniciativa se enmarca dentro de los Encuentros Pedagógicos de Verano Hik Hasi, que llegan este año a su vigesimocuarta edición y están organizados por un colectivo que se define como «una cooperativa horizontal y feminista de carácter social, que trabaja en el ámbito de la educación y aspira a un País Vasco vascófono diverso e igualitario, centrándose en la educación». (Actualización al final).

    Me he enterado de esta locura esta mañana por un tuit de Ander Jiménez Cava que decía: «Este verano, en la universidad pública vasca, nos enseñan a «descubrir nuestra identidad, emociones, talento… a través de las cartas astrales», en un cursillo de «psicología astrológica». ¿Por qué no hay ningún manifiesto con miles de firmas para condenar la estupidez?». Al principio, he temido que se tratara de un curso de verano, pero no es así. Se trata de una idea del colectivo de profesores Hik Hasi, que edita con ese nombre «la única revista vasca dedicada a la pedagogía», y que solo usa las instalaciones universitarias.

    El curso, titulado Educación y astrología psicológica: una revolución pedagógica, se celebrará el 2, 3 y 4 de julio en el campus de San Sebastián. El anuncio sostiene que «la Astrología Psicológica [en mayúsculas en el original] es un lenguaje simbólico que nos invita a descubrirnos a nosotros mismos. Un intento de comprendernos a nosotros mismos. A través de las Cartas Astrales [en mayúsculas en el original] podemos descubrir nuestra identidad, necesidades emocionales, talentos, formas de pensar y maneras de relacionarnos; sin mencionar a nuestros hijos o estudiantes».

    Nada de esto es cierto. La astrología es una vieja superstición según la cual la posición de las estrellas y los planetas en el cielo en el momento del nacimiento determina nuestra personalidad y futuro. Y la carta astral no sirve para nada. La versión más burda de este credo es el horóscopo que publican muchos periódicos y webs, que basa su éxito en afirmaciones vagas que valen para cualquiera, como expliqué en su momento en mi sección «El archivo del misterio», de Órbita Laika (La 2). Si quieren, pueden comprobar ustedes mismos lo fácil que es engañar a la gente con la astrología replicando un experimento que he hecho muchas veces en clases y charlas, y que hasta hice en la televisión, en la serie Escépticos de ETB, como pueden ver aquí abajo.

    Resulta inquietante que haya profesores que crean en la patraña astrológica a estas alturas de la historia y organicen cursos de formación en esa pseudociencia para educadores. Demuestra lo mucho que queda por hacer en la difusión del pensamiento crítico, porque esos adultos crédulos son los encargados de educar a niños y adolescentes. Espero que la UPV, a cuyos responsables me consta que les preocupa el auge de supercherías como la astrología, haga algo para evitar que sus instalaciones sirvan para vender la idea de que nuestra personalidad y futuro están escritos en las estrellas.

    https://youtu.be/RmYqW3ajDvw

    «¿Todo está escrito?». Tercer episodio de la serie Escépticos de ETB2. Emitido el 3 de octubre de 2011.

    Información publicada en Magonia el 5 de mayo de 2024.

    Actualización

    La Universidad del País Vasco ha publicado a las 12.09 horas del 6 de mayo un tuit en el que «rechaza la pseudociencia y garantiza el rigor científico en todas las actividades que hagan uso de su nombre, imagen o instalaciones. Así, garantiza que no se va a desarrollar en su seno el curso Educación y astrología psicológica: una revolución pedagógica«.

    Nota publicada en Magonia el 6 de mayo de 2024.

  • Un abril lleno de mentiras, en la Biblioteca Foral de Bizkaia
    Programa del ciclo de charlas 'Mentiras', organizado por el Círculo Escéptico para la Biblioteca Foral de Bizkaia.

    Las mentiras nos rodean. Sacaron a Reino Unido de la Unión Europea, llevaron a Donald Trump a la Casa Blanca, están en el origen de la invasión rusa de Ucrania y se han convertido en un recurso habitual para algunos políticos españoles. ¿Por qué somos proclives a creernos mentiras? ¿Hay alguna forma de  minimizar su impacto? ¿Por qué al mentiroso muchas veces le sale gratis serlo? ¿Qué riesgos supone la inteligencia artificial? ¿Qué lleva a un científico a recurrir a la mentira? 

    El Círculo Escéptico ha organizado para la Biblioteca Foral de Bizkaia el ciclo de conferencias Mentiras, que expondrá a los asistentes a una realidad preocupante y les dará pistas sobre cómo protegerse de falsedades. Los periodistas Iker Merchán y Terese Mendiguren, la psicóloga Helena Matute y el bioquímico J. M. Mulet serán los protagonistas de este programa, el sexto creado por el Círculo Escéptico para la institución foral, tras  Alternativas a la medicina: entre la fe y el fraude (2019), Extraterrestres (2020), Historia fantástica (2021), Seres fantásticos (2022) y ¿Apocalipsis? (2023). Todas las conferencias celebradas hasta ahora pueden verse en el canal de YouTube del Círculo Escéptico.

    Incluidas por la biblioteca dentro de su programación cultural para este año, las charlas tendrán lugar en la sala de conferencias (2ª planta) de la institución (calle Diputación, 7; 48008 Bilbao) los próximos cuatro martes a partir de las 18.30 horas y podrán seguirse por streaming aquí. La entrada será libre hasta completar aforo.

    El programa del ciclo Mentiras es el siguiente:

    Martes, 9 de abril: «Cuando las máquinas nos mienten. Las alucinaciones de las inteligencias artificiales», por Iker Merchán, profesor del Departamento de Periodismo de la Universidad del País Vasco.

    Martes, 16 de abril: «Narratibaren iraultza: adimen artifiziala eta bere eragina hedabideetan», por Terese Mendiguren, profesora permanente del Departamento de Periodismo de la Universidad del País Vasco.

    Martes, 23 de abril: «Desinformación y psicología», por Helena Matute, catedrática de Psicología Experimental de la Universidad de Deusto.

    Martes, 30 de abril: «Las mentiras de la ciencia», por J. M. Mulet , catedrático de Biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia y subdirector del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP).

    Información publicada en Magonia el 1 de abril de 2024.

  • El anciano que murió haciendo el amor con un fantasma
    'El anciano que murió haciendo el amor con un fantasma ', de Luis Alfonso Gámez,
    ‘El anciano que murió haciendo el amor con un fantasma ‘, de Luis Alfonso Gámez.

    ¿Sabe que una noticia falsa llevó a la Unión Soviética y a Estados Unidos a investigar el uso militar de los poderes paranormales? ¿Y que pioneros de la radio como Tesla y Marconi intentaron comunicarse con los marcianos? Extraterrestres, civilizaciones desaparecidas, individuos con dones sobrenaturales y conspiraciones de alcance planetario protagonizan las historias que cuento en este libro. Es probable que algunas las conozca de primera mano, como el descubrimiento de una humanidad que convivió con los dinosaurios -que un importante periódico español dio como «exclusiva mundial»- y el inminente fin del mundo que anunció TVE hace cuarenta años. Posiblemente también haya oído hablar de algunos personajes que se pasean por estas páginas, como Harry Houdini y Orson Welles. Pero seguramente no sepa que hubo un español con visión de rayos X antes que Superman, ni quién fue el inventor de lo paranormal o quién convirtió la Atlántida en un paraíso perdido.

    Las veinticuatro historias que componen El anciano que murió haciendo el amor con un fantasma empiezan con las andanzas por España de dos afamados médiums estadounidenses en la segunda mitad del siglo XIX y acaban con el reciente bum del terraplanismo en las redes sociales. Se publicaron originalmente en la revista Muy Interesante entre octubre de 2018 y febrero de 2022, y para esta edición las he revisado y actualizado cuando ha sido preciso. Además, he incluido las referencias bibliográficas pertinentes para que el lector pueda acceder a las fuentes originales de los hechos y afirmaciones citados si quiere. Los capítulos siguen el orden cronológico de los sucesos que se narran, pero pueden leerse en el orden que se desee e independientemente unos de otros.

    Si casi todos los periódicos publican hoy el horóscopo, es por el éxito que tuvo el que un astrólogo hizo para una princesa en 1930. Los alienígenas ancestrales protagonizaron hace más de cincuenta años una de las obras maestras del cine. Las noticias sobre la superluna que periódicamente dan los informativos de televisión son tan ciertas como que la Tierra es plana. Ahí fuera hay muchas historias curiosas sobre fenómenos aparentemente inexplicables. En cuanto uno las analiza, pierden su halo sobrenatural, pero no su atractivo y capacidad de asombro. ¿O acaso no le sorprende que, en junio de 1947, los primeros platillos volantes no tuvieran esa forma ni casi nadie creyera que fueran extraterrestres?

    Luis Alfonso Gámez (2024): El anciano que murió haciendo el amor con un fantasma. Menoscuarto Ediciones. Palencia. 176 páginas. 17,90 €.

    Nota publicada en Magonia el 13 de marzo de 2024.

  • El Pentágono no encuentra en los ovnis ni pruebas de visitas extraterrestres ni de una conspiración
    Ovni grabado por un F-18 del 'USS Theodore Roosevelt' en la Costa Este en enero de 2015. Foto: Departamento de Defensa de Estados Unidos.
    Ovni grabado por un F-18 del ‘USS Theodore Roosevelt’ en la Costa Este en enero de 2015. Foto: Departamento de Defensa de Estados Unidos.

    Los expertos del Pentágono no han hallado hasta el momento «ninguna evidencia» de que los fenómenos anómalos no identificados (FANI) -como llaman ahora los militares estadounidenses a los ovnis- sean de origen extraterrestre ni de que exista algún programa gubernamental secreto de ingeniería inversa a partir de restos de tecnología alienígena. «La Oficina para la Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO) no ha encontrado pruebas de que ninguna investigación del Gobierno de Estados Unidos, estudio académico o panel de revisión oficial haya confirmado que algún avistamiento de un FANI represente tecnología extraterrestre», sentencia un informe de 63 páginas hecho público hoy por el Departamento de Defensa, que será indudablemente rechazado por los defensores de casos como el de Roswell y las abducciones.

    Los expertos de la AARO, creada por el Pentágono en julio de 2022, han llegado a esta conclusión tras analizar toda la información sobre el fenómeno ovni, clasificada y desclasificada, recopilada por el Gobierno de Estados Unidos desde 1947 hasta el 31 de octubre de 2023. Además, han entrevistado a una treintena personas que dicen tener conocimiento directo de programas secretos de investigación de tecnología extraterrestre y de la intromisión de naves extrañas en instalaciones nucleares. A este informe, le seguirá otro con los hallazgos realizados gracias a las entrevistas e indagaciones hechas desde el 1 de noviembre de 2023 hasta el 15 de abril de 2024. 

    Datos de mala calidad, caso inexplicado

    En diciembre de 1947, seis meses después que un piloto civil, Kenneth Arnold, viera sobre el monte Rainier nueve objetos con forma de media luna que volaban «erráticos, como un platillo si lo lanzas sobre el agua», y a gran velocidad, el general Nathan Twining puso en marcha el Proyecto Platillo dentro de la Fuerza Aérea. Los avistamientos de platillos volantes eran ya algo habitual en los cielos de Estados Unidos y en el Pentágono inquietaba que se tratara aeronaves de origen soviético. A esa primera iniciativa investigadora de la Fuerza Aérea, le siguieron otras once hasta septiembre de 2023, y todo el material resultante ha sido examinado por los expertos de la AARO.

    En esos estudios, destacan los autores del informe presentado hoy, participaron expertos, científicos, académicos, militares y agentes de inteligencia con puntos de vista diferentes. «Sin embargo, todos tenían en común la creencia de que los FANI representaban una incógnita y, por tanto, teóricamente suponían una amenaza potencial de naturaleza indeterminada». Además de revisar toda la información histórica y entrevistar a la treintena de  supuestos testigos de hechos extraordinarios, el personal de la AARO ha contado para este trabajo con la colaboración de los agentes de inteligencia y del Departamento de Defensa responsables de la supervisión proyectos de secretos. 

    Los expertos del Pentágono creen que, aunque muchos sucesos registrados desde 2004 permanecen inexplicados, «si se dispusiera de más datos y de mejor calidad, la mayoría de estos casos también podría identificarse y atribuirse a objetos o fenómenos ordinarios. Los sensores y las observaciones visuales son imperfectos; la gran mayoría de los casos carece de datos procesables o los datos disponibles son limitados o de mala calidad». Y añaden que, «casi con total seguridad, la gran mayoría de los informes es el resultado de una identificación errónea y consecuencia directa de la falta de conocimiento del medio; existe una correlación directa entre la cantidad y la calidad de la información disponible sobre un caso y la capacidad para resolverlo de forma concluyente». Los estudios civiles más serios realizados desde 1947 establecen que hay entre un 2% y un 5% de casos de ovnis inexplicados. Lo mismo que en los crímenes sin resolver, ese residuo se achaca a falta de datos, testigos e investigadores que mienten o se confunden y otras razones, incluido el encubrimiento de programas militares secretos.

    Platillos estrellados

    Portada del informe histórico de la AARO sobre el fenómeno ovni.
    Portada del informe histórico de la AARO sobre el fenómeno ovni.

    Los autores del informe publicado hoy dedican especial atención a las teorías de la conspiración, según las cuales Estados Unidos habría ocultado cadáveres de extraterrestres y estaría desarrollando tecnología a partir de restos de naves alienígenas estrelladas. «La AARO no ha encontrado pruebas empíricas» que apoyen tales afirmaciones. Al contrario. «Los entrevistados mencionaron auténticos programas clasificados del Gobierno de Estados Unidos bien conocidos y comprendidos por las personas con acceso adecuado a ellos en los poderes ejecutivo y legislativo», dice el informe. Los declarantes «asociaron erróneamente» esos programas  secretos con actividades que implicarían tecnología alienígena. Los investigadores indican que tampoco han encontrado ninguna prueba de que alguien haya sufrido amenazas por sacar a la luz información sobre los FANI.

    Para los expertos de la AARO, «la afirmación inexacta de que el Gobierno de Estados Unidos está realizando ingeniería inversa a partir de tecnología extraterrestre y la está ocultando al Congreso es, en gran parte, el resultado del razonamiento circular de un grupo de individuos que cree que es así, a pesar de la falta de pruebas». Los autores recuerdan que parte de la casuística ovni registrada desde 1940 se debe a confusiones con tecnología avanzada para la época, «como las tecnologías furtivas y la proliferación de las plataformas de drones». Desde que se desclasificó en 1997 el trabajo titulado CIA’s role in the study of ufos, 1947-90, obra del historiador Gerald K. Haines, se sabe que aviones espía como el U-2 y el Oxcart estuvieron detrás de muchos avistamientos de ovnis en los años 50 y 60

    El nuevo informe del Pentágono no dice nada sorprendente. En ese sentido los autores recuerdan que, desde 1947, ningún estudio realizado por un Gobierno o por científicos que ha encontrado algo en los ovnis que apunte a un origen extraterrestre. Así, el pasado septiembre, un grupo independiente de expertos contratado por la NASA aseguró, tras nueve meses de trabajo, que, «en este momento, no hay ninguna razón para concluir que los informes sobre fenómenos anómalos no identificados tengan un origen extraterrestre».

    Como dice Vicente-Juan Ballester Olmos, una de las autoridades mundiales en el estudio del fenómeno, a quien le quiera oír, «la influencia de la prensa, la literatura, el cine y la televisión han sido fundamentales en la creación del mito de los ovnis extraterrestres. No hay la menor prueba de que las observaciones de ovnis, incluso las no resueltas, tengan la más mínima conexión con naves de otros mundos, universos o dimensiones. Eso es, simplemente, ciencia ficción».

    Información publicada en Magonia el 8 de marzo de 2024.

  • Rafael Lafuente, el futurólogo del fin del mundo
    Rafael Lafuente, con José María Íñigo en 'Directísimo' en 1980. Foto: TVE.
    Rafael Lafuente, con José María Íñigo en ‘Directísimo’ en 1980. Foto: TVE.

    «Ruego aplaces la fecha de tu muerte, pues deseamos que intervengas en Tertulia Indaliana. Abrazos, Jesús de Perceval».1 Corría enero de 1976. El destinatario del telegrama era Rafael Lafuente, un astrólogo que llevaba años anunciando que moriría el 16 de enero de 1976. En el diario Abc le presentaban como «el futurólogo que sabe la fecha de su muerte».2 El pintor y escultor Jesús de Perceval dirigía cada viernes una tertulia en torno a la cual giraba la vida cultural oficial almeriense, recuerda Miguel Ángel Blanco Martín en su tesis Cultura, periodismo y transición democrática en Almería (1973-1986), y quería contar con él. Lógico. Era todo un personaje. Por eso le mandó el telegrama  pidiéndole que retrasara su muerte.

    Rafael Lafuente forma parte de mis recuerdos de adolescencia. Era el futurólogo de guardia. Salía en TVE –la única televisión entonces– haciendo augurios que eran cualquier cosa menos tranquilizadores. Su imagen siempre la he asociado con el estallido de la Tercera Guerra Mundial, predicción que, junto con las muertes de Fidel Castro y del Papa en ejercicio, fue durante los años de la Guerra Fría una de las habituales de los adivinos españoles.

    «A finales del 83, la Tercera Guerra Mundial», le contó al periodista  Jesús María Amilibia en diciembre de 1982.3 Y lo mismo le dijo a Tico Medina pocos días después: «Digamos que para primeros de noviembre, más o menos». Eso sí, añadía, «España se salvará de la hecatombe. Va a sobrevivir porque no vamos a entrar en la contienda mundial. Afortunadamente».4 El detonante iba a ser la muerte del ayatolá Jomeini en octubre. «Al morir Jomeini, interviene Rusia en Irán. Y luego interviene Estados Unidos. Ahí está el comienzo de la Tercera Guerra Mundial», advertía en enero de 1983. Un mes antes había dicho: «El escenario de este enfrentamiento será Europa». El conflicto no iba ser atómico, aunque «quizás al final» se emplearían armas nucleares. En el ámbito doméstico, los militares golpistas del 23-F iban a salir a la calle antes de la Navidad de 1983 y volver a vestir el uniforme.

    No hubo Tercera Guerra Mundial, los funerales de Jomeini no se celebraron hasta 1989 y los líderes golpistas españoles tampoco salieron en libertad cuando él previó. El triplete de fallos no mermó, sin embargo, la credibilidad de Lafuente, que siguió apareciendo en la prensa, la radio y la televisión como si nada. En diciembre de 1983, Amilibia volvía a preguntarle sobre lo que iba a deparar 1984 sin hacer mención de que para entonces el mundo tenía que estar sumido en un conflicto que no había estallado. Y, en octubre de 1985, «el más famoso futurólogo español» concedía a  Los domingos de Abc una entrevista sobre la situación política nacional.5

    La ‘gran coalición’ de 1986

    Portada del libro 'Reportaje al futuro', publicado por el futurólogo en 1974.
    ‘Reportaje al futuro’, libro publicado por el futurólogo Rafael Lafuente en 1974.

    Lafuente auguraba que en las elecciones generales de 1986 el PSOE iba a ganar «por un escaso margen» y que a finales de ese año empezaría el «ocaso político» de Felipe González, líder socialista y presidente del Gobierno. «El próximo año Fraga puede confiar en que su papel político estará al alza desde mediados de marzo, lo que me hace pensar que las elecciones –que ya digo preveo para mayo– tengan como resultado un acuerdo armónico entre Fraga y Felipe González». «¿Un acuerdo entre Fraga y Felipe?», le preguntaba incrédulo el periodista. «Sí. Como las elecciones serán muy apretadas, es posible que haya un acuerdo y no sería de extrañar que en el próximo Gobierno haya gente de centroderecha. La situación del país y el interés nacional lo demandarán», explicaba el adivino, que veía, otra vez, el futuro mundial negro al recordar su fallida predicción de la Tercera Guerra Mundial. «Hoy creo que el peligro estuvo entre 1982 y 1983. Al menos hasta 1989 se impondrá la sensatez. Después…».

    El vidente se estampó otra vez contra la realidad. En las elecciones generales de junio de 1986, el PSOE arrasó: sacó casi 8,9 millones de votos y 184 escaños frente a los 5,2 millones de papeletas y 105 diputados de la conservadora Coalición Popular. No hubo, por supuesto, gran coalición. Es más, el exministro franquista Manuel Fraga se retiró sin gobernar en España en democracia –aunque sí lo hizo en Galicia, su tierra– y no fue hasta 1996 cuando José María Aznar llevó al rebautizado Partido Popular a la Presidencia del Gobierno. Pero es que, si por Lafuente hubiera sido, González habría salido de La Moncloa doce años antes. En 1983 le había dicho a Amilibia: «A finales del año próximo, Felipe González abandonará La Moncloa». El periodista le comentó que había oído que se estaba construyendo «un nuevo edificio para la Presidencia», pero el vidente le corrigió: «No, hijo, no; que quiero decir que [González] deja de ser presidente».

    Lafuente sobrevivió a la fecha que él mismo había marcado como la de su muerte, el 16 de enero de 1976, y no sé si participó en la Tertulia Indaliana, pero sí que el error le salió barato y rentable. Durante más de un lustro se anunció en todos los sitios como el vidente que había fijado la fecha de su fallecimiento y, cuando llegó el momento, no pasó nada. Nada. «Nunca anuncié que me iba a morir, sino que era probable que muriese en aquella fecha. No morí porque amo la vida e hice todo lo humanamente posible en el plano físico y psíquico para que el golpe mortal resultara amortiguado», se justificaba medio año después de la fecha fijada.6 No era eso lo que había dicho, por ejemplo, en La Vanguardia en enero de 1971 en una entrevista firmada por Del Arco. «¿No me dirá que sabe hasta el día que va a morir?», le preguntó el periodista. «Lo sé y lo he publicado: el 16 de enero de 1976», había respondido el futurólogo.7

    Rafael Lafuente falleció en julio de 1990 sin que haya constancia de que predijera tal fecha como la de su muerte ni de que alguna vez previera algo que no fuera obvio para cualquiera.

    Reportaje publicado en Magonia el 16 de febrero de 2024.

  • El frustrado plan español contra las pseudoterapias
    Póster sobre la homeopatía de la campaña del Gobierno español contra las pseudoterapias.
    Póster sobre la homeopatía de la campaña del Gobierno español contra las pseudoterapias.

    Algunos nos las prometimos muy felices cuando, en noviembre de 2018, los ministerios españoles de Sanidad y Ciencia anunciaron la puesta en marcha del Plan para la protección de la salud frente a las pseudoterapias. Creímos que por fin, después de décadas de mirar hacia otro lado, el Gobierno iba a empezar a proteger a la población de quienes venden remedios inútiles, cuando no peligrosos, enmascarándolos como si estuvieran basados en el conocimiento científico. Parecía que iba a acabar bien una década que había comenzado con un giro radical de los medios de comunicación respecto a las mal llamadas medicinas alternativas: pasaron a rechazarlas cuando hasta entonces las habían promocionado con la aquiescencia de los colegios profesionales de médicos y farmacéuticos. Un cambio de política editorial que se debió, a mi juicio, a la presión de los escépticos en las redes sociales y al miedo al ridículo.

    Comienzo del artículo publicado en «¡Paparruchas!», en la web del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), el 2 de enero de 2024.

    Sigue en «El frustrado plan español contra las pseudoterapias».

  • La serpiente de verano de los pinchazos
    Durante el verano de 2022, discotecas, conciertos y romerías fueron en España escenarios de supuestos pinchazos a mujeres jóvenes. Foto: blackwhite.pictures.
    Durante el verano de 2022, discotecas, conciertos y romerías fueron en España escenarios de supuestos pinchazos a mujeres jóvenes. Foto: blackwhite.pictures.

    «Por fin una serpiente de verano», decía el título. Firmaba el artículo un periodista científico en un importante diario español. Era agosto de 2022. Cuando leí el titular, creí que por fin alguien se atrevía a decir sin tapujos en un medio de alcance nacional lo que sosteníamos cuatro gatos en las redes sociales y yo en mi periódico, el diario El Correo. No era así. El autor no hablaba de los pinchazos a mujeres jóvenes que, según la prensa, la radio y la televisión, se registraban por toda España en locales de ocio nocturno y fiestas patronales desde hacía semanas. Unas agresiones cuyos autores, decían los grandes medios, querían someter químicamente a las víctimas para abusar sexualmente de ellas. No, la reflexión periodística que había llamado mi atención iba de Nessie porque, ironizaba mi escéptico colega, el monstruo escocés había reaparecido en un «verano interminable y fatigoso». El autor ignoraba la histeria que crecía en aquellos momentos en el jardín ibérico.

    Comienzo del artículo publicado en «¡Paparruchas!», en la web del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), el 14 de noviembre de 2023.

    Sigue en «La serpiente de verano de los pinchazos».

  • Eterna Atlántida
    Recreación de la capital de la Atlántida realizada por el canal de televisión National Geographic en 2011.
    Recreación de la capital de la Atlántida realizada por el canal de televisión National Geographic en 2011.

    No hubo en la Antigüedad otro imperio como el atlante. Su hogar era una isla más grande que el norte de África y Asia Menor juntas, situada en el Atlántico. Sus dominios se extendían por el sur de Europa hasta Italia y por el norte de África hasta Egipto. La capital tenía una acrópolis central y una sucesión de anillos de tierra dedicados a diferentes usos, separados por otros de agua. Había templos y palacios con fachadas recubiertas de metales preciosos, grandes estatuas de oro, fuentes de agua caliente y fría, abundancia de productos del campo y minerales, astilleros llenos de trirremes… Los atlantes «poseían tan gran cantidad de riquezas como no tuvo nunca antes una dinastía de reyes ni es fácil que llegue a tener en el futuro y estaban provistos de todo de lo que era necesario proveerse en la ciudad y en el resto del país», escribió Platón (427-347 antes de Cristo).

    Comienzo del reportaje publicado en el suplemento Territorios del diario El Correo el 11 de noviembre de 2023.

    Sigue en «Atlántida, el mito insumergible».