• Un abril lleno de mentiras, en la Biblioteca Foral de Bizkaia
    Programa del ciclo de charlas 'Mentiras', organizado por el Círculo Escéptico para la Biblioteca Foral de Bizkaia.

    Las mentiras nos rodean. Sacaron a Reino Unido de la Unión Europea, llevaron a Donald Trump a la Casa Blanca, están en el origen de la invasión rusa de Ucrania y se han convertido en un recurso habitual para algunos políticos españoles. ¿Por qué somos proclives a creernos mentiras? ¿Hay alguna forma de  minimizar su impacto? ¿Por qué al mentiroso muchas veces le sale gratis serlo? ¿Qué riesgos supone la inteligencia artificial? ¿Qué lleva a un científico a recurrir a la mentira? 

    El Círculo Escéptico ha organizado para la Biblioteca Foral de Bizkaia el ciclo de conferencias Mentiras, que expondrá a los asistentes a una realidad preocupante y les dará pistas sobre cómo protegerse de falsedades. Los periodistas Iker Merchán y Terese Mendiguren, la psicóloga Helena Matute y el bioquímico J. M. Mulet serán los protagonistas de este programa, el sexto creado por el Círculo Escéptico para la institución foral, tras  Alternativas a la medicina: entre la fe y el fraude (2019), Extraterrestres (2020), Historia fantástica (2021), Seres fantásticos (2022) y ¿Apocalipsis? (2023). Todas las conferencias celebradas hasta ahora pueden verse en el canal de YouTube del Círculo Escéptico.

    Incluidas por la biblioteca dentro de su programación cultural para este año, las charlas tendrán lugar en la sala de conferencias (2ª planta) de la institución (calle Diputación, 7; 48008 Bilbao) los próximos cuatro martes a partir de las 18.30 horas y podrán seguirse por streaming aquí. La entrada será libre hasta completar aforo.

    El programa del ciclo Mentiras es el siguiente:

    Martes, 9 de abril: «Cuando las máquinas nos mienten. Las alucinaciones de las inteligencias artificiales», por Iker Merchán, profesor del Departamento de Periodismo de la Universidad del País Vasco.

    Martes, 16 de abril: «Narratibaren iraultza: adimen artifiziala eta bere eragina hedabideetan», por Terese Mendiguren, profesora permanente del Departamento de Periodismo de la Universidad del País Vasco.

    Martes, 23 de abril: «Desinformación y psicología», por Helena Matute, catedrática de Psicología Experimental de la Universidad de Deusto.

    Martes, 30 de abril: «Las mentiras de la ciencia», por J. M. Mulet , catedrático de Biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia y subdirector del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP).

    Información publicada en Magonia el 1 de abril de 2024.

  • El anciano que murió haciendo el amor con un fantasma
    'El anciano que murió haciendo el amor con un fantasma ', de Luis Alfonso Gámez,
    ‘El anciano que murió haciendo el amor con un fantasma ‘, de Luis Alfonso Gámez.

    ¿Sabe que una noticia falsa llevó a la Unión Soviética y a Estados Unidos a investigar el uso militar de los poderes paranormales? ¿Y que pioneros de la radio como Tesla y Marconi intentaron comunicarse con los marcianos? Extraterrestres, civilizaciones desaparecidas, individuos con dones sobrenaturales y conspiraciones de alcance planetario protagonizan las historias que cuento en este libro. Es probable que algunas las conozca de primera mano, como el descubrimiento de una humanidad que convivió con los dinosaurios -que un importante periódico español dio como «exclusiva mundial»- y el inminente fin del mundo que anunció TVE hace cuarenta años. Posiblemente también haya oído hablar de algunos personajes que se pasean por estas páginas, como Harry Houdini y Orson Welles. Pero seguramente no sepa que hubo un español con visión de rayos X antes que Superman, ni quién fue el inventor de lo paranormal o quién convirtió la Atlántida en un paraíso perdido.

    Las veinticuatro historias que componen El anciano que murió haciendo el amor con un fantasma empiezan con las andanzas por España de dos afamados médiums estadounidenses en la segunda mitad del siglo XIX y acaban con el reciente bum del terraplanismo en las redes sociales. Se publicaron originalmente en la revista Muy Interesante entre octubre de 2018 y febrero de 2022, y para esta edición las he revisado y actualizado cuando ha sido preciso. Además, he incluido las referencias bibliográficas pertinentes para que el lector pueda acceder a las fuentes originales de los hechos y afirmaciones citados si quiere. Los capítulos siguen el orden cronológico de los sucesos que se narran, pero pueden leerse en el orden que se desee e independientemente unos de otros.

    Si casi todos los periódicos publican hoy el horóscopo, es por el éxito que tuvo el que un astrólogo hizo para una princesa en 1930. Los alienígenas ancestrales protagonizaron hace más de cincuenta años una de las obras maestras del cine. Las noticias sobre la superluna que periódicamente dan los informativos de televisión son tan ciertas como que la Tierra es plana. Ahí fuera hay muchas historias curiosas sobre fenómenos aparentemente inexplicables. En cuanto uno las analiza, pierden su halo sobrenatural, pero no su atractivo y capacidad de asombro. ¿O acaso no le sorprende que, en junio de 1947, los primeros platillos volantes no tuvieran esa forma ni casi nadie creyera que fueran extraterrestres?

    Luis Alfonso Gámez (2024): El anciano que murió haciendo el amor con un fantasma. Menoscuarto Ediciones. Palencia. 176 páginas. 17,90 €.

    Nota publicada en Magonia el 13 de marzo de 2024.

  • El Pentágono no encuentra en los ovnis ni pruebas de visitas extraterrestres ni de una conspiración
    Ovni grabado por un F-18 del 'USS Theodore Roosevelt' en la Costa Este en enero de 2015. Foto: Departamento de Defensa de Estados Unidos.
    Ovni grabado por un F-18 del ‘USS Theodore Roosevelt’ en la Costa Este en enero de 2015. Foto: Departamento de Defensa de Estados Unidos.

    Los expertos del Pentágono no han hallado hasta el momento «ninguna evidencia» de que los fenómenos anómalos no identificados (FANI) -como llaman ahora los militares estadounidenses a los ovnis- sean de origen extraterrestre ni de que exista algún programa gubernamental secreto de ingeniería inversa a partir de restos de tecnología alienígena. «La Oficina para la Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO) no ha encontrado pruebas de que ninguna investigación del Gobierno de Estados Unidos, estudio académico o panel de revisión oficial haya confirmado que algún avistamiento de un FANI represente tecnología extraterrestre», sentencia un informe de 63 páginas hecho público hoy por el Departamento de Defensa, que será indudablemente rechazado por los defensores de casos como el de Roswell y las abducciones.

    Los expertos de la AARO, creada por el Pentágono en julio de 2022, han llegado a esta conclusión tras analizar toda la información sobre el fenómeno ovni, clasificada y desclasificada, recopilada por el Gobierno de Estados Unidos desde 1947 hasta el 31 de octubre de 2023. Además, han entrevistado a una treintena personas que dicen tener conocimiento directo de programas secretos de investigación de tecnología extraterrestre y de la intromisión de naves extrañas en instalaciones nucleares. A este informe, le seguirá otro con los hallazgos realizados gracias a las entrevistas e indagaciones hechas desde el 1 de noviembre de 2023 hasta el 15 de abril de 2024. 

    Datos de mala calidad, caso inexplicado

    En diciembre de 1947, seis meses después que un piloto civil, Kenneth Arnold, viera sobre el monte Rainier nueve objetos con forma de media luna que volaban «erráticos, como un platillo si lo lanzas sobre el agua», y a gran velocidad, el general Nathan Twining puso en marcha el Proyecto Platillo dentro de la Fuerza Aérea. Los avistamientos de platillos volantes eran ya algo habitual en los cielos de Estados Unidos y en el Pentágono inquietaba que se tratara aeronaves de origen soviético. A esa primera iniciativa investigadora de la Fuerza Aérea, le siguieron otras once hasta septiembre de 2023, y todo el material resultante ha sido examinado por los expertos de la AARO.

    En esos estudios, destacan los autores del informe presentado hoy, participaron expertos, científicos, académicos, militares y agentes de inteligencia con puntos de vista diferentes. «Sin embargo, todos tenían en común la creencia de que los FANI representaban una incógnita y, por tanto, teóricamente suponían una amenaza potencial de naturaleza indeterminada». Además de revisar toda la información histórica y entrevistar a la treintena de  supuestos testigos de hechos extraordinarios, el personal de la AARO ha contado para este trabajo con la colaboración de los agentes de inteligencia y del Departamento de Defensa responsables de la supervisión proyectos de secretos. 

    Los expertos del Pentágono creen que, aunque muchos sucesos registrados desde 2004 permanecen inexplicados, «si se dispusiera de más datos y de mejor calidad, la mayoría de estos casos también podría identificarse y atribuirse a objetos o fenómenos ordinarios. Los sensores y las observaciones visuales son imperfectos; la gran mayoría de los casos carece de datos procesables o los datos disponibles son limitados o de mala calidad». Y añaden que, «casi con total seguridad, la gran mayoría de los informes es el resultado de una identificación errónea y consecuencia directa de la falta de conocimiento del medio; existe una correlación directa entre la cantidad y la calidad de la información disponible sobre un caso y la capacidad para resolverlo de forma concluyente». Los estudios civiles más serios realizados desde 1947 establecen que hay entre un 2% y un 5% de casos de ovnis inexplicados. Lo mismo que en los crímenes sin resolver, ese residuo se achaca a falta de datos, testigos e investigadores que mienten o se confunden y otras razones, incluido el encubrimiento de programas militares secretos.

    Platillos estrellados

    Portada del informe histórico de la AARO sobre el fenómeno ovni.
    Portada del informe histórico de la AARO sobre el fenómeno ovni.

    Los autores del informe publicado hoy dedican especial atención a las teorías de la conspiración, según las cuales Estados Unidos habría ocultado cadáveres de extraterrestres y estaría desarrollando tecnología a partir de restos de naves alienígenas estrelladas. «La AARO no ha encontrado pruebas empíricas» que apoyen tales afirmaciones. Al contrario. «Los entrevistados mencionaron auténticos programas clasificados del Gobierno de Estados Unidos bien conocidos y comprendidos por las personas con acceso adecuado a ellos en los poderes ejecutivo y legislativo», dice el informe. Los declarantes «asociaron erróneamente» esos programas  secretos con actividades que implicarían tecnología alienígena. Los investigadores indican que tampoco han encontrado ninguna prueba de que alguien haya sufrido amenazas por sacar a la luz información sobre los FANI.

    Para los expertos de la AARO, «la afirmación inexacta de que el Gobierno de Estados Unidos está realizando ingeniería inversa a partir de tecnología extraterrestre y la está ocultando al Congreso es, en gran parte, el resultado del razonamiento circular de un grupo de individuos que cree que es así, a pesar de la falta de pruebas». Los autores recuerdan que parte de la casuística ovni registrada desde 1940 se debe a confusiones con tecnología avanzada para la época, «como las tecnologías furtivas y la proliferación de las plataformas de drones». Desde que se desclasificó en 1997 el trabajo titulado CIA’s role in the study of ufos, 1947-90, obra del historiador Gerald K. Haines, se sabe que aviones espía como el U-2 y el Oxcart estuvieron detrás de muchos avistamientos de ovnis en los años 50 y 60

    El nuevo informe del Pentágono no dice nada sorprendente. En ese sentido los autores recuerdan que, desde 1947, ningún estudio realizado por un Gobierno o por científicos que ha encontrado algo en los ovnis que apunte a un origen extraterrestre. Así, el pasado septiembre, un grupo independiente de expertos contratado por la NASA aseguró, tras nueve meses de trabajo, que, «en este momento, no hay ninguna razón para concluir que los informes sobre fenómenos anómalos no identificados tengan un origen extraterrestre».

    Como dice Vicente-Juan Ballester Olmos, una de las autoridades mundiales en el estudio del fenómeno, a quien le quiera oír, «la influencia de la prensa, la literatura, el cine y la televisión han sido fundamentales en la creación del mito de los ovnis extraterrestres. No hay la menor prueba de que las observaciones de ovnis, incluso las no resueltas, tengan la más mínima conexión con naves de otros mundos, universos o dimensiones. Eso es, simplemente, ciencia ficción».

    Información publicada en Magonia el 8 de marzo de 2024.

  • Rafael Lafuente, el futurólogo del fin del mundo
    Rafael Lafuente, con José María Íñigo en 'Directísimo' en 1980. Foto: TVE.
    Rafael Lafuente, con José María Íñigo en ‘Directísimo’ en 1980. Foto: TVE.

    «Ruego aplaces la fecha de tu muerte, pues deseamos que intervengas en Tertulia Indaliana. Abrazos, Jesús de Perceval».1 Corría enero de 1976. El destinatario del telegrama era Rafael Lafuente, un astrólogo que llevaba años anunciando que moriría el 16 de enero de 1976. En el diario Abc le presentaban como «el futurólogo que sabe la fecha de su muerte».2 El pintor y escultor Jesús de Perceval dirigía cada viernes una tertulia en torno a la cual giraba la vida cultural oficial almeriense, recuerda Miguel Ángel Blanco Martín en su tesis Cultura, periodismo y transición democrática en Almería (1973-1986), y quería contar con él. Lógico. Era todo un personaje. Por eso le mandó el telegrama  pidiéndole que retrasara su muerte.

    Rafael Lafuente forma parte de mis recuerdos de adolescencia. Era el futurólogo de guardia. Salía en TVE –la única televisión entonces– haciendo augurios que eran cualquier cosa menos tranquilizadores. Su imagen siempre la he asociado con el estallido de la Tercera Guerra Mundial, predicción que, junto con las muertes de Fidel Castro y del Papa en ejercicio, fue durante los años de la Guerra Fría una de las habituales de los adivinos españoles.

    «A finales del 83, la Tercera Guerra Mundial», le contó al periodista  Jesús María Amilibia en diciembre de 1982.3 Y lo mismo le dijo a Tico Medina pocos días después: «Digamos que para primeros de noviembre, más o menos». Eso sí, añadía, «España se salvará de la hecatombe. Va a sobrevivir porque no vamos a entrar en la contienda mundial. Afortunadamente».4 El detonante iba a ser la muerte del ayatolá Jomeini en octubre. «Al morir Jomeini, interviene Rusia en Irán. Y luego interviene Estados Unidos. Ahí está el comienzo de la Tercera Guerra Mundial», advertía en enero de 1983. Un mes antes había dicho: «El escenario de este enfrentamiento será Europa». El conflicto no iba ser atómico, aunque «quizás al final» se emplearían armas nucleares. En el ámbito doméstico, los militares golpistas del 23-F iban a salir a la calle antes de la Navidad de 1983 y volver a vestir el uniforme.

    No hubo Tercera Guerra Mundial, los funerales de Jomeini no se celebraron hasta 1989 y los líderes golpistas españoles tampoco salieron en libertad cuando él previó. El triplete de fallos no mermó, sin embargo, la credibilidad de Lafuente, que siguió apareciendo en la prensa, la radio y la televisión como si nada. En diciembre de 1983, Amilibia volvía a preguntarle sobre lo que iba a deparar 1984 sin hacer mención de que para entonces el mundo tenía que estar sumido en un conflicto que no había estallado. Y, en octubre de 1985, «el más famoso futurólogo español» concedía a  Los domingos de Abc una entrevista sobre la situación política nacional.5

    La ‘gran coalición’ de 1986

    Portada del libro 'Reportaje al futuro', publicado por el futurólogo en 1974.
    ‘Reportaje al futuro’, libro publicado por el futurólogo Rafael Lafuente en 1974.

    Lafuente auguraba que en las elecciones generales de 1986 el PSOE iba a ganar «por un escaso margen» y que a finales de ese año empezaría el «ocaso político» de Felipe González, líder socialista y presidente del Gobierno. «El próximo año Fraga puede confiar en que su papel político estará al alza desde mediados de marzo, lo que me hace pensar que las elecciones –que ya digo preveo para mayo– tengan como resultado un acuerdo armónico entre Fraga y Felipe González». «¿Un acuerdo entre Fraga y Felipe?», le preguntaba incrédulo el periodista. «Sí. Como las elecciones serán muy apretadas, es posible que haya un acuerdo y no sería de extrañar que en el próximo Gobierno haya gente de centroderecha. La situación del país y el interés nacional lo demandarán», explicaba el adivino, que veía, otra vez, el futuro mundial negro al recordar su fallida predicción de la Tercera Guerra Mundial. «Hoy creo que el peligro estuvo entre 1982 y 1983. Al menos hasta 1989 se impondrá la sensatez. Después…».

    El vidente se estampó otra vez contra la realidad. En las elecciones generales de junio de 1986, el PSOE arrasó: sacó casi 8,9 millones de votos y 184 escaños frente a los 5,2 millones de papeletas y 105 diputados de la conservadora Coalición Popular. No hubo, por supuesto, gran coalición. Es más, el exministro franquista Manuel Fraga se retiró sin gobernar en España en democracia –aunque sí lo hizo en Galicia, su tierra– y no fue hasta 1996 cuando José María Aznar llevó al rebautizado Partido Popular a la Presidencia del Gobierno. Pero es que, si por Lafuente hubiera sido, González habría salido de La Moncloa doce años antes. En 1983 le había dicho a Amilibia: «A finales del año próximo, Felipe González abandonará La Moncloa». El periodista le comentó que había oído que se estaba construyendo «un nuevo edificio para la Presidencia», pero el vidente le corrigió: «No, hijo, no; que quiero decir que [González] deja de ser presidente».

    Lafuente sobrevivió a la fecha que él mismo había marcado como la de su muerte, el 16 de enero de 1976, y no sé si participó en la Tertulia Indaliana, pero sí que el error le salió barato y rentable. Durante más de un lustro se anunció en todos los sitios como el vidente que había fijado la fecha de su fallecimiento y, cuando llegó el momento, no pasó nada. Nada. «Nunca anuncié que me iba a morir, sino que era probable que muriese en aquella fecha. No morí porque amo la vida e hice todo lo humanamente posible en el plano físico y psíquico para que el golpe mortal resultara amortiguado», se justificaba medio año después de la fecha fijada.6 No era eso lo que había dicho, por ejemplo, en La Vanguardia en enero de 1971 en una entrevista firmada por Del Arco. «¿No me dirá que sabe hasta el día que va a morir?», le preguntó el periodista. «Lo sé y lo he publicado: el 16 de enero de 1976», había respondido el futurólogo.7

    Rafael Lafuente falleció en julio de 1990 sin que haya constancia de que predijera tal fecha como la de su muerte ni de que alguna vez previera algo que no fuera obvio para cualquiera.

    Reportaje publicado en Magonia el 16 de febrero de 2024.

  • El frustrado plan español contra las pseudoterapias
    Póster sobre la homeopatía de la campaña del Gobierno español contra las pseudoterapias.
    Póster sobre la homeopatía de la campaña del Gobierno español contra las pseudoterapias.

    Algunos nos las prometimos muy felices cuando, en noviembre de 2018, los ministerios españoles de Sanidad y Ciencia anunciaron la puesta en marcha del Plan para la protección de la salud frente a las pseudoterapias. Creímos que por fin, después de décadas de mirar hacia otro lado, el Gobierno iba a empezar a proteger a la población de quienes venden remedios inútiles, cuando no peligrosos, enmascarándolos como si estuvieran basados en el conocimiento científico. Parecía que iba a acabar bien una década que había comenzado con un giro radical de los medios de comunicación respecto a las mal llamadas medicinas alternativas: pasaron a rechazarlas cuando hasta entonces las habían promocionado con la aquiescencia de los colegios profesionales de médicos y farmacéuticos. Un cambio de política editorial que se debió, a mi juicio, a la presión de los escépticos en las redes sociales y al miedo al ridículo.

    Comienzo del artículo publicado en «¡Paparruchas!», en la web del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), el 2 de enero de 2024.

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  • La serpiente de verano de los pinchazos
    Durante el verano de 2022, discotecas, conciertos y romerías fueron en España escenarios de supuestos pinchazos a mujeres jóvenes. Foto: blackwhite.pictures.
    Durante el verano de 2022, discotecas, conciertos y romerías fueron en España escenarios de supuestos pinchazos a mujeres jóvenes. Foto: blackwhite.pictures.

    «Por fin una serpiente de verano», decía el título. Firmaba el artículo un periodista científico en un importante diario español. Era agosto de 2022. Cuando leí el titular, creí que por fin alguien se atrevía a decir sin tapujos en un medio de alcance nacional lo que sosteníamos cuatro gatos en las redes sociales y yo en mi periódico, el diario El Correo. No era así. El autor no hablaba de los pinchazos a mujeres jóvenes que, según la prensa, la radio y la televisión, se registraban por toda España en locales de ocio nocturno y fiestas patronales desde hacía semanas. Unas agresiones cuyos autores, decían los grandes medios, querían someter químicamente a las víctimas para abusar sexualmente de ellas. No, la reflexión periodística que había llamado mi atención iba de Nessie porque, ironizaba mi escéptico colega, el monstruo escocés había reaparecido en un «verano interminable y fatigoso». El autor ignoraba la histeria que crecía en aquellos momentos en el jardín ibérico.

    Comienzo del artículo publicado en «¡Paparruchas!», en la web del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), el 14 de noviembre de 2023.

    Sigue en «La serpiente de verano de los pinchazos».

  • Eterna Atlántida
    Recreación de la capital de la Atlántida realizada por el canal de televisión National Geographic en 2011.
    Recreación de la capital de la Atlántida realizada por el canal de televisión National Geographic en 2011.

    No hubo en la Antigüedad otro imperio como el atlante. Su hogar era una isla más grande que el norte de África y Asia Menor juntas, situada en el Atlántico. Sus dominios se extendían por el sur de Europa hasta Italia y por el norte de África hasta Egipto. La capital tenía una acrópolis central y una sucesión de anillos de tierra dedicados a diferentes usos, separados por otros de agua. Había templos y palacios con fachadas recubiertas de metales preciosos, grandes estatuas de oro, fuentes de agua caliente y fría, abundancia de productos del campo y minerales, astilleros llenos de trirremes… Los atlantes «poseían tan gran cantidad de riquezas como no tuvo nunca antes una dinastía de reyes ni es fácil que llegue a tener en el futuro y estaban provistos de todo de lo que era necesario proveerse en la ciudad y en el resto del país», escribió Platón (427-347 antes de Cristo).

    Comienzo del reportaje publicado en el suplemento Territorios del diario El Correo el 11 de noviembre de 2023.

    Sigue en «Atlántida, el mito insumergible».

  • Más allá de las tumbas
    El panteón Chase, donde supuestamente se movían féretros de plomo, puede visitarse desde que sus dueños lo vaciaron. Foto: Kaspar C.
    El panteón Chase, donde supuestamente se movían féretros de plomo, puede visitarse desde que sus dueños lo vaciaron. Foto: Kaspar C.

    Una turba intentó asaltar el cementerio londinense de Highgate en la noche del 13 de marzo de 1970. Querían cazar a un vampiro que rondaba el camposanto victoriano donde están enterrados Karl Marx, Lucian Freud y Michael Faraday, entre otros. Algunos iban armados con cruces y estacas. En los meses anteriores, gamberros que entraban al cementerio por las noches habían visto figuras fantasmales. Tras publicarse las primeras noticias, un aficionado al ocultismo aseguró que había encontrado entre las tumbas zorros desangrados y dedujo que una de las entidades era un vampiro. Anunció que iba a practicar un exorcismo en el recinto el 13 de marzo, y a su llamada acudió un centenar de personas que tuvo que frenar la Policía.

    Comienzo del reportaje publicado en el suplemento Territorios del diario El Correo el 28 de octubre de 2023.

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  • «Los ovnis son un mito creado a partir de la literatura, la prensa, el cine y la tele»
    Vicente-Juan Ballester Olmos, en su despacho. Foto: Manuel Molines.
    Vicente-Juan Ballester Olmos, en su despacho. Foto: Manuel Molines.

    Vicente-Juan Ballester Olmos (Valencia, 1948) es una de las autoridades mundiales en el estudio de los ovnis. Compaginó durante tres décadas su trabajo como analista financiero en Ford España con una prolífica actividad investigadora, plasmada en una docena de libros desde su iniciático Ovnis: el fenómeno aterrizaje (1978). Artífice de la desclasificación de los informes sobre objetos volantes no identificados del Ejército del Aire, acaba de publicar The reliability of UFO witness testimony (2023), obra en la que sesenta autores examinan la fiabilidad del testigo de ovnis a la luz de la ciencia. En esta entrevista, explica las claves del informe publicado por la NASA en el que, 76 años después de la visión de los primeros platillos volantes, dieciséis expertos abogan por investigar el fenómeno y va más allá.

    – La NASA afirma que «el estudio de los fenómenos anómalos no identificados (FANI) presenta una oportunidad científica única». ¿Está de acuerdo?

    – Es una exageración de partida. Simula asignar excesiva relevancia al fenómeno para finalmente plantear un programa de estudio con aplicación de novedosos sensores y sistemas que requieren, naturalmente, financiación federal. Ese es el quid de la cuestión.

    Comienzo de la entrevista publicada en el diario El Correo el 15 de octubre de 2023.

    Sigue en «Los ovnis son un mito creado a partir de la literatura, la prensa, el cine y la tele».

  • La NASA no encuentra extraterrestres en los nuevos ovnis
    Ovni grabado por un F-18 del 'USS Theodore Roosevelt' en la Costa Este en enero de 2015. Foto: Departamento de Defensa de Estados Unidos.
    Ovni grabado por un F-18 del ‘USS Theodore Roosevelt’ en la Costa Este en enero de 2015. Foto: Departamento de Defensa de Estados Unidos.

    «En este momento, no hay ninguna razón para concluir que los informes sobre fenómenos anómalos no identificados tengan un origen extraterrestre», ha concluido el grupo independiente de expertos que ha estudiado los UAP, como llama ahora a los ovnis el Pentágono, durante un año por encargo de la NASA. El informe, presentado ayer en Washington, resulta decepcionante. No es una revisión de los incidentes registrados. La agencia espacial va a crear un departamento para el estudio de los ovnis y se ofrece al Gobierno de Estados Unidos para contribuir a su investigación, es de suponer que a cambio de los pertinentes fondos federales.

    Comienzo de la información publicada en el diario El Correo el 15 de septiembre de 2023.

    Sigue en «La NASA no encuentra extraterrestres en los nuevos ovnis».

  • El monstruoso origen de Nessie
    Dibujo de George Spicer del monstruo que cruzó la carretera delante de su coche en julio de 1933. 
    Dibujo de George Spicer del monstruo que cruzó la carretera delante de su coche en julio de 1933. 

    La primera vez que se vio a Nessie fue en tierra firme. George Spicer, un hombre de negocios de Londres, y su esposa circulaban en coche el 22 de julio de 1933 por la carretera del lago Ness cuando pasó delante ellos una rara criatura. «Vi lo más parecido a un dragón o animal prehistórico que he visto en mi vida. Cruzó mi camino unos cincuenta metros adelante y parecía llevar un pequeño cordero o animal de algún tipo. Parecía tener un cuello largo que se movía arriba y abajo», contó el hombre en una carta en The Inverness Courier el 4 de agosto. El animal medía entre 1,8 y 2,4 metros de largo –con el paso de los días creció hasta los 10 metros– «y era horrible». Para cuando quisieron fijarse en él, lo habían perdido de vista. «Probablemente desapareció en el lago», aventuró el testigo, para quien, fuera lo que fuera, había que matar a aquella criatura. Han pasado noventa años y nadie ha dado caza a Nessie. Y no porque no lo hayan intentado. 

    Comienzo del reportaje publicado en el diario El Correo el 3 de septiembre de 2023.

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  • Política a galope de Gish

    Los periodistas políticos españoles han descubierto este verano el galope de Gish, técnica de debate que consiste en bombardear al adversario con una sucesión de mentiras imposible de desactivar en el tiempo disponible para una contrapartida racional. Es la estrategia que siguió el 10 de julio el candidato conservador a la Presidencia del Gobierno de España, Alberto Núñez Feijóo, durante el único cara a cara televisivo con su oponente socialista, Pedro Sánchez, jefe del Ejecutivo. Este fue incapaz de replicar debidamente las falsedades, los dos periodistas que moderaban el debate no hicieron nada y las mentiras se difundieron sin barreras.

    Comienzo del artículo publicado en «¡Paparruchas!», en la web del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), el 18 de agosto de 2023.

    Sigue en «Política a galope de Gish».