Una carta publicada en The Skeptical Inquirer en 1978 (Vol. III, Nº 2) deja bien claro lo que pensaba Arthur C. Clarke de la posible existencia de una civilización marciana defendida por los oportunistas de turno, como indicaba hace unos días el planetólogo Francisco Anguita:
Tecnología marciana
Me gustaría señalar que las recientes misiones Mariner y Viking han establecido más allá de toda duda razonable la existencia de una civilización marciana con un alto nivel tecnológico.
La habilidad para camuflar completamente, en unos pocos años, su sistema planetario de canales es un extraordinario logro de la ingeniería. Pero es sobrepasado por la proeza científica de (a) predecir los lugares de aterrizaje de las Viking y (b) descontaminarlos tan a fondo que se eliminó todo rastro de materia orgánica.
Entiendo que destacados expertos como Erich von Däniken y Charles Berlitz están ahora compitiendo entre sí por presentar estas sensacionales conclusiones al mundo.
Arthur C. Clarke.
Colombo, Sri Lanka.
Años después, a mediados de los 80, el también destacado experto español en lo paranormal Enrique de Vicente me presentó esta carta como prueba de que el padre de HAL 9000 creía en los marcianos. Está claro que es director de Año Cero por méritos propios.
Nota publicada en Magonia el 19 de marzo de 2008.