«Nueve de cada diez estadounidenses han oído hablar del fenómeno», destacaba el estadístico George Gallup en agosto de 1947, al analizar el primer sondeo de opinión sobre los platillos volantes. Los primeros los ha visto el 24 de junio Kenneth Arnold, un vendedor de equipos de extinción de incendios, cuando pilotaba su avioneta cerca del monte Rainier, en el estado de Washington. Así empieza la invasión. Aquel verano se ven a millares por Estados Unidos, con un máximo de 150 casos diarios el 6 y 7 de julio.
Comienzo del reportaje publicado en el diario El Correo el 23 de junio de 2022.
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