- ‘El despertar de los ovnis. Globos, secretos y extraterrestres’
Vídeo de la charla El despertar de los ovnis. Globos, secretos y extraterrestres, que di en el café teatro Davinci de Bilbao el 25 de marzo de 2023, dentro del ciclo de encuentros Enigmas y Más que organiza el Círculo Escéptico.
Nota publicada en Magonia el 16 de septiembre de 2024.
- James Earl Jones y la abducción de Betty y Barney Hill
Betty y Barney Hill establecieron el modelo de las abducciones. En la noche del 19 septiembre de 1961, después de haber pasado unos días de vacaciones en Canadá, volvían en coche a Portsmouth (New Hampshire, Estados Unidos) cuando vieron un objeto brillante en el cielo. Tras una breve parada para observar lo que les parecía una estrella rara, continuaron el viaje por carreteras secundarias para dar esquinazo a la luz. Creían que les seguía. Llegaron a casa con dos horas de retraso sobre el horario previsto. Después, en una serie de sesiones de hipnosis con el psiquiatra Benjamin Simon, recordaron haber sido llevados a bordo de un platillo volante y que sus tripulantes –los que ahora conocemos como grises de grandes ojos almendrados– los sometieron a exámenes médicos.
El secuestro del matrimonio Hill no trascendió hasta cinco años después, cuando John G. Fuller lo contó en su libro The interrupted journey (El viaje interrumpido, 1966), que incluye la transcripción de las sesiones de hipnosis. El caso estableció el guion de toda abducción, desde la captura en un paraje remoto hasta el borrado de memoria antes de la liberación, pasando por el tiempo perdido. Y fue objeto de un telefilme de notable factura, The UFO incident (El incidente ovni), que la NBC estrenó en Estados Unidos en horario estelar el 20 de octubre de 1975 y volvió a programar el 9 de septiembre de 1976. Tras la emisión de The UFO incident, se dispararon en el país las denuncias de secuestros por extraterrestres, hasta entonces prácticamente inexistentes. Todos los casos seguían el patrón del episodio de los Hill. Eso, que a ojos de algunos prueba que hay algo real detrás las abducciones, es la mejor demostración de que no es así.
Porque, tal como advierte el doctor Simon en el libro de Fuller, la abducción de los Hill fue un falso recuerdo. Nació en las pesadillas que tuvo tras el avistamiento Betty, que estaba ya antes obsesionada con el fenómeno ovni. La mujer creó, y creyó, a partir de la visión de una luz en el cielo –todo apunta que fue un planeta– una historia fantástica que contó repetidamente a su marido hasta que este la asumió como un recuerdo propio, aunque con matices. Los extraterrestres de Betty hablaban en inglés; los de Barney no tenían boca. En el caso de la mujer, sabían manejar una cremallera; en el del hombre, ignoraban lo que era una dentadura postiza.
The UFO incident es fiel al relato de los hechos. Las interpretaciones del matrimonio protagonista, a los que dan vida Estelle Parsons –con quien Betty habló antes del rodaje– y James Earl Jones –que no pudo preparar su papel con Barney porque había muerto en 1969–, son muy buenas. El segundo es el perfecto Barney, un hombre negro con complejo de culpa por haber abandonado a su primera mujer y a un hijo para casarse con una blanca. Y los extraterrestres, aunque toscos si se comparan con los de la muy próxima temporalmente Encuentros en la tercera fase (1977), están detrás del actual prototipo de alienígena y no salieron de la nada. El estudioso del mito ovni Martin Kottmeyer descubrió en 1994 el origen de los grandes ojos almendrados de los alienígenas descritos por Barney.1 El hombre recordó esa peculiaridad de sus captores el 22 de febrero de 1964. Diez días antes, se había emitido en EE UU «El escudo Bellero», un episodio de la serie The outer limits (Más allá del límite) en el que los ojos de los extraterrestres son así.
«Él [Jones] había leído el libro [The interrupted journey] y quería interpretar a Barney en la película», afirman el ufólogo Stanton Friedman y Kathleen Marden, sobrina de Betty, en Captured! The Betty and Barney Hill UFO experience (¡Capturados! La experiencia ovni de Betty y Barney Hill, 2007).2 El telefilme no estuvo disponible en vídeo hasta 2022 y no hay noticias de que alguien se haya planteado alguna vez un remake. Puede que nadie haya revisitado la historia porque, simplemente, James Earl Jones creyera siempre que el trabajo que Estelle Parsons y él hicieron a las órdenes de Richard A. Colla lo hacía innecesaria. Porque James Earl Jones, la voz de Darth Vader, era el propietario de los derechos cinematográficos del relato de la primera abducción. Se hizo con ellos en 1975.
Nota publicada en Magonia el 11 de septiembre de 2024.
- El Charles Fort más personal
«Un chiflado curioso, probablemente sincero, pero infinitamente crédulo». Así define H. P. Lovecraft a Charles Fort (1874-1932) en una carta que escribe en 1935 a Emil Petaja, un joven seguidor que con el tiempo se convirtió en escritor de ciencia ficción. Lovecraft parecía tener las ideas claras sobre el padre de lo paranormal. Sin embargo, hay quien no piensa así. «Siendo esencialmente un satírico enormemente escéptico sobre la pretensión de los seres humanos –y especialmente de los científicos– de alcanzar la sabiduría última, Fort presentó una serie de teorías sobre las visitas extraterrestres en forma de comentarios y chistes que no siempre dejaban del todo claro cuándo hablaba en serio y cuándo no», afirma Jerome Clark. ¿Quién tiene razón, Lovecraft o Clark? ¿Tomó el autor de El libro de los condenados (1919) el pelo a todo el mundo o creía en lo que predicaba?
Comienzo del artículo publicado en «¡Paparruchas!», en la web del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), el 9 de septiembre de 2024.
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- Las serpientes de verano, en el pódcast ‘El Amplificador’
Luigi Gómez y yo hablamos hace unos días de serpientes de verano en El Amplificador, un pódcast de Colpisa: platillos volantes, la Atlántida, la histeria de los pinchazos de 2022, los extraterrestres de Avi Loeb, Uri Geller…
Nota publicada en Magonia el 26 de agosto de 2024.
- La ilusión sobrenatural
Un joven aristócrata madrileño deslumbró hace cien años a ilustres intelectuales españoles. Joaquín María Argamasilla, hijo del décimo marqués de Santacara, decía tener visión de rayos X. Con los ojos vendados, adivinaba lo escrito en un papel metido en una cajita metálica y la hora que marcaban las agujas de un reloj de bolsillo con tapa cerrado. Su don maravilló al físico Blas Cabrera –anfitrión de Albert Einstein durante su visita a España en 1923–, al fisiólogo francés Charles Richet –premio nobel de medicina–, al ingeniero Leonardo Torres Quevedo y a Ramón María del Valle-Inclán, entre otros.
Comienzo del reportaje publicado en el suplemento Territorios del diario El Correo el 17 de agosto de 2024.
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- Charles Fort, el creador del canon paranormal
El canon paranormal nació en las salas de lectura de la Biblioteca Pública de Nueva York y de la Biblioteca del Museo Británico a principios del siglo XX. Lo trajo al mundo un buscador de noticias raras en periódicos y revistas. Se llamaba Charles Fort (1874-1932). Él abrió los expedientes insólitos que obsesionaron décadas después al agente Fox Mulder. Fort creía que la realidad no es lo que parece y lo plasmó en cuatro libros. Son obras en las que hay naves extraterrestres en los cielos, visitas alienígenas en la antigüedad, desapariciones misteriosas, lluvias de ranas, combustiones espontáneas… «Percibió una realidad que había sido ignorada por científicos e historiadores», según el periodista y ufólogo John A. Keel (1930-2009).
Comienzo del reportaje publicado en el diario El Correo el 6 de agosto de 2024.
- Lecturas para entender a Charles Fort
El legado de Charles Fort (1874-1932) forma parte de la cultura popular. Visitantes extraterrestres, desapariciones misteriosas, lluvias de animales y de sangre, alienígenas ancestrales… Todo eso lo propuso hace cien años en cuatro obras de las que solo hay dos traducidas a español: El libro de los condenados (1919) y Nuevos mundos (1923). Con un estilo caótico -para H. G. Wells, escribía «como un borracho»-, expone en ellas una sucesión de hechos rechazados por lo que él llama «la ciencia dogmática» que para él son pruebas de que cosas y seres transitan entre otros mundos y el nuestro.
«Charles Fort percibió una realidad que ha sido ignorada por los científicos y los historiadores. Nuestro mundo tiene dos formas de leyes naturales: una nos dice estúpidamente cosas simples acerca de la gravedad y la naturaleza. La otra nos dice que el espacio y el tiempo son constantemente distorsionados en nuestra realidad y que estamos sujetos a estas leyes. No sabemos cuándo estamos cruzando el umbral mágico que n os puede transportar a un lugar diferente», dice el periodista John A. Keel en el prólogo a la edición mexicana de Nuevos mundos de 1985.
A Keel, el padre del hombre polilla, no hay que tomarle muy en serio. Aunque el mundillo paranormal le venera, es un autor tan estrafalario como Fort, si bien escribe mucho mejor. Lo que aquí importa es su reconocimiento del autor de El libro de los condenados como descubridor de lo paranormal. Algo que hicieron Louis Pauwels y Jacques Bergier en El retorno de los brujos (1960), donde siguen la senda abierta por Fort, a quien consideran uno de sus «más queridos maestros».
Como apunta Jim Steinmeyer en Charles Fort. The man who invented the supernatural (2008) , «El libro de los condenados se convirtió en el evangelio de los posteriores escritores sobre lo paranormal». Quién le iba a decir Fort que sus estrambóticas propuestas calarían tan hondo cuando su obra seminal fue un fracaso. Publicada gracias al novelista Theodore Dreiser, que amenazó a su editor con dejarle si no lo hacía, los mil ejemplares de la primera edición de El libro de los condenados ni siquiera se agotaron.
Nacido en Albany (Nueva York, Estados Unidos) el 6 de agosto de 1874, Fort es un personaje complejo y un escritor de estilo farragoso cuya figura reivindican algunos admiradores como la de un bromista que no se creía nada de lo que predicaba y tomó el pelo a sus contemporáneos. Para mí, creía sinceramente en lo que defendía, desde los disparos de naves extraterrestres en nuestros cielos hasta las rocas que caían del cielo con supuestos mensajes de otros mundos. Era, como muchos de sus seguidores, un heterodoxo confundido por su falta de conocimientos –abandonó los estudios– y su desprecio hacia los expertos.
Pueden leer en español El libro de los condenados y Nuevos mundos, y en inglés su obra completa –The book of the damned. The collected works of Charles Fort–, editaba por Jim Steinmeyer. Martin Shough y Wim van Utrecht analizan críticamente la fenomenología recopilada por Fort en los dos volúmenes titulados Redemption of the damned (2019 y 2021). La biografía escrita por el crítico de ciencia ficción Damon Knight, Charles Fort. Prophet of the unexplained (1971), y la firmada por Steinmeyer, Charles Fort. The man who invented the supernatural, son imprescindibles para conocer a la persona detrás de la obra. En Think to new worlds. The cultural history of Charles Fort and his followers (2024), reseñado recientemente en Nature por Michael Shermer, Joshua Blu Bush explora el impacto del pensamiento forteano en la sociedad estadounidense actual. A otro nivel, Óscar Alarcia presenta en Cine forteano (2020) un catálogo de las películas con conexiones anómalas.
Chris Aubeck ha recopilado en Letters of the damned (2024) unas setenta cartas que Fort escribió a periódicos entre junio de 1924 y octubre de 1926, cuando vivía en Londres. Las misivas de este volumen, que este verano se publicará en español, dejan claro que el autor estadounidense no bromea cuando propone lo que propone, que se toma muy en serio sus extravagantes ideas y que su visión de la Tierra en el cosmos y del sistema solar no tiene nada que ver con la de la ciencia de su época. Como apunta Aubeck, «la aparentemente interminable correspondencia de Charles Fort con la prensa demuestra su empeño en recopilar tantas pruebas como fuera posible en apoyo de sus teorías».
Nota publicada en Magonia el 6 de agosto de 2024.
- La librería espiritista de Arthur Conan Doyle
Siento debilidad por las librerías de viejo. Mi preferida es Atlantis Bookshop. Se encuentra a dos pasos del Museo Británico y está especializada en lo paranormal. Desde que en 1990 entré en ella por primera vez, no hay viaje a Londres que no la visite. En sus estanterías he encontrado primeras ediciones de Ignatius de Loyola Donnelly, George Adamski y otros autores. Atlantis abrió sus puertas en el 49A de Museum Street en 1922, tres años antes de que Arthur Conan Doyle inaugurara su propia librería esotérica, The Psychic Bookshop, en el 2 de Victoria Street, cerca de la abadía de Westminster.
Comienzo del reportaje publicado en el suplemento Territorios del diario El Correo el 27 de julio de 2024.
- Ovnis, videntes, fantasmas y democracia, en ‘El rey va desnudo’
Mauricio-José Schwarz y yo hablamos sobre el mundo del misterio y el peligro de la mentira, en El rey va desnudo.
Nota publicada en Magonia el 24 de mayo de 2024.
- El Pentágono, los ovnis y el residuo inexplicado
«La dificultad básica inherente a cualquier investigación de fenómenos como los de la investigación psíquica y los ovnis es que a la ciencia le resulta imposible demostrar una negativa universal. Habrá casos que permanezcan inexplicados por falta de datos, ausencia de repetibilidad, informes falsos, ilusiones, observadores engañados, rumores, mentiras y fraudes. Un residuo de casos inexplicados no justifica la continuación de una investigación después de que pruebas abrumadoras han descartado hipótesis sobrenaturales, como seres del espacio exterior o comunicaciones con los muertos. Los casos inexplicables son simplemente inexplicables. Nunca pueden constituir la prueba de ninguna hipótesis», advirtió el neurocientífico Hudson Hoagland en la revista Science en febrero de 1969, con motivo de la publicación del Informe Condon, un estudio que, en su opinión, señalaba «acertadamente que seguir investigando los ovnis sería un despilfarro».
Comienzo del artículo publicado en «¡Paparruchas!», en la web del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), el 17 de mayo de 2024.
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- Del platillo volante al fenómeno anómalo no identificado
En el principio fue el platillo; aunque no tenía esa forma. Kenneth Arnold, un vendedor de equipos de extinción de incendios de 32 años, pilotaba su avioneta el 24 de junio de 1947 cerca del monte Rainier, en el estado de Washington, cuando le sorprendieron nueve objetos en formación que iban a gran velocidad. Contó a los periodistas que tenían forma de media luna y volaban «erráticos, como un platillo si lo lanzas sobre el agua». Horas después, los objetos aterrizaron en la prensa como moldes para tartas volantes (flying pie-pans), discos volantes (flying discs) y platillos volantes (flying saucers), la denominación más habitual.
Comienzo del artículo publicado en «¡Paparruchas!», en la web del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), el 9 de mayo de 2024.
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- La Universidad del País Vasco acogerá en julio un curso de astrología para educadores
La astróloga Izaro Susperregi impartirá en julio un curso de formación en «astrología psicológica» para educadores en la Facultad de Educación, Filosofía y Antropología de la Universidad del País Vasco (UPV), en San Sebastián. La iniciativa se enmarca dentro de los Encuentros Pedagógicos de Verano Hik Hasi, que llegan este año a su vigesimocuarta edición y están organizados por un colectivo que se define como «una cooperativa horizontal y feminista de carácter social, que trabaja en el ámbito de la educación y aspira a un País Vasco vascófono diverso e igualitario, centrándose en la educación». (Actualización al final).
Me he enterado de esta locura esta mañana por un tuit de Ander Jiménez Cava que decía: «Este verano, en la universidad pública vasca, nos enseñan a «descubrir nuestra identidad, emociones, talento… a través de las cartas astrales», en un cursillo de «psicología astrológica». ¿Por qué no hay ningún manifiesto con miles de firmas para condenar la estupidez?». Al principio, he temido que se tratara de un curso de verano, pero no es así. Se trata de una idea del colectivo de profesores Hik Hasi, que edita con ese nombre «la única revista vasca dedicada a la pedagogía», y que solo usa las instalaciones universitarias.
El curso, titulado Educación y astrología psicológica: una revolución pedagógica, se celebrará el 2, 3 y 4 de julio en el campus de San Sebastián. El anuncio sostiene que «la Astrología Psicológica [en mayúsculas en el original] es un lenguaje simbólico que nos invita a descubrirnos a nosotros mismos. Un intento de comprendernos a nosotros mismos. A través de las Cartas Astrales [en mayúsculas en el original] podemos descubrir nuestra identidad, necesidades emocionales, talentos, formas de pensar y maneras de relacionarnos; sin mencionar a nuestros hijos o estudiantes».
Nada de esto es cierto. La astrología es una vieja superstición según la cual la posición de las estrellas y los planetas en el cielo en el momento del nacimiento determina nuestra personalidad y futuro. Y la carta astral no sirve para nada. La versión más burda de este credo es el horóscopo que publican muchos periódicos y webs, que basa su éxito en afirmaciones vagas que valen para cualquiera, como expliqué en su momento en mi sección «El archivo del misterio», de Órbita Laika (La 2). Si quieren, pueden comprobar ustedes mismos lo fácil que es engañar a la gente con la astrología replicando un experimento que he hecho muchas veces en clases y charlas, y que hasta hice en la televisión, en la serie Escépticos de ETB, como pueden ver aquí abajo.
Resulta inquietante que haya profesores que crean en la patraña astrológica a estas alturas de la historia y organicen cursos de formación en esa pseudociencia para educadores. Demuestra lo mucho que queda por hacer en la difusión del pensamiento crítico, porque esos adultos crédulos son los encargados de educar a niños y adolescentes. Espero que la UPV, a cuyos responsables me consta que les preocupa el auge de supercherías como la astrología, haga algo para evitar que sus instalaciones sirvan para vender la idea de que nuestra personalidad y futuro están escritos en las estrellas.
«¿Todo está escrito?». Tercer episodio de la serie Escépticos de ETB2. Emitido el 3 de octubre de 2011.
Información publicada en Magonia el 5 de mayo de 2024.
Actualización
La Universidad del País Vasco ha publicado a las 12.09 horas del 6 de mayo un tuit en el que «rechaza la pseudociencia y garantiza el rigor científico en todas las actividades que hagan uso de su nombre, imagen o instalaciones. Así, garantiza que no se va a desarrollar en su seno el curso Educación y astrología psicológica: una revolución pedagógica«.
Nota publicada en Magonia el 6 de mayo de 2024.