El primer platillo volante del cine no vino de otro mundo

El platillo volante de 'Bruce Gentry, daredevil of the skies'.
El platillo volante de ‘Bruce Gentry, daredevil of the skies’.

El primer platillo volante del cine no llegó de otro mundo, sino que era un arma de un villano. Apareció en Bruce Gentry, daredevil of the skies (Bruce Gentry, el temerario de los cielos), un serial de quince episodios que Columbia estrenó en los cines de Estados Unidos el 10 de febrero de 1949, año y medio después del avistamiento de Kenneth Arnold que desató la fiebre ovni. El héroe, interpretado por Tom Neal, era un aviador curtido en las tiras cómicas de los periódicos que se veía involucrado en espectaculares persecuciones de coches y repartía mamporros a diestro y siniestro; el malvado, El Grabador, un tipo llamado así porque transmitía sus órdenes mediante cintas grabadas. Su objetivo, como el de todo supervillano que se precie, conquistar el mundo.

En el primer episodio del serial, titulado «El disco misterioso», el avión pilotado por el héroe está a punto de chocar con un platillo volante que poco después explota en el aire. La aeronave de Gentry sufre antes de la aparición del objeto fallos en el instrumental, el efecto electromagnético que tres décadas después volvería loca la furgoneta de Roy Neary (Richard Dreyfuss) en Encuentros en la tercera fase (1977) y del que ya se hablaba a finales de los 40. El platillo volante de El Grabador deja bastante que desear como efecto especial, pero es el primero del cine. Dos años y medio después, en septiembre de 1951, Klaatu, el protagonista de Ultimátum a la Tierra, aterrizará en Washington con su nave espacial de forma discoidal en una espectacular escena.

El origen terrestre de los platillos volantes de Bruce Gentry, daredevil of the skies encaja con lo que entonces creían los estadounidenses y temían sus gobernantes. No fue hasta 1950 cuando se extendió la idea de que podía tratarse de naves alienígenas gracias a Donald E. Keyhoe, comandante retirado de la Infantería de Marina que en The flying saucers are real (Los platillos volantes son reales), el primer libro sobre el fenómeno, asegura que la Tierra está siendo observada por seres de otros planetas «desde hace al menos dos siglos», que esa vigilancia se intensificó tras «las explosiones de bombas atómicas de 1945», y que el Gobierno estadounidense lo sabe y lo oculta a la población..

Les dejo con la primera aparición cinematográfica de un platillo volante.

Información publicada en Magonia el 23 de junio de 2017.


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