
En el primer episodio del serial, titulado «El disco misterioso», el avión pilotado por el héroe está a punto de chocar con un platillo volante que poco después explota en el aire. La aeronave de Gentry sufre antes de la aparición del objeto fallos en el instrumental, el efecto electromagnético que tres décadas después volvería loca la furgoneta de Roy Neary (Richard Dreyfuss) en Encuentros en la tercera fase (1977) y del que ya se hablaba a finales de los 40. El platillo volante de El Grabador deja bastante que desear como efecto especial, pero es el primero del cine. Dos años y medio después, en septiembre de 1951, Klaatu, el protagonista de Ultimátum a la Tierra, aterrizará en Washington con su nave espacial de forma discoidal en una espectacular escena.
El origen terrestre de los platillos volantes de Bruce Gentry, daredevil of the skies encaja con lo que entonces creían los estadounidenses y temían sus gobernantes. No fue hasta 1950 cuando se extendió la idea de que podía tratarse de naves alienígenas gracias a Donald E. Keyhoe, comandante retirado de la Infantería de Marina que en The flying saucers are real (Los platillos volantes son reales), el primer libro sobre el fenómeno, asegura que la Tierra está siendo observada por seres de otros planetas “desde hace al menos dos siglos”, que esa vigilancia se intensificó tras “las explosiones de bombas atómicas de 1945”, y que el Gobierno estadounidense lo sabe y lo oculta a la población..
Les dejo con la primera aparición cinematográfica de un platillo volante.