La agencia de comunicación Duval Guillaume Modem ha contratado a un adivino para la última campaña publicitaria de la Federación Belga del Sector Financiero (Febelfin), la patronal bancaria del país. Dave instaló su tienda de campaña en las calles de Bruselas, y los viandantes que entraron en ella para una consulta gratuita descubrieron que sabía de ellos cosas que -como dice una chica- «no sabe mucha gente», desde que su vida sentimental abarca más personas de lo habitual hasta que la noche anterior habían gastado 200 euros en alcohol, cuánto cuesta su casa o su número de cuenta corriente. Increíble, ¿verdad? Sí. Pero lo fue mucho más el colofón de cada sesión de adivinación.
Lo que más sorprendió a los participantes fue lo que vieron cuando, al final de su conversación con el adivino, cayó un telón que se levantaba a un lado de la estancia: un grupo de personas navegaba por Internet y extraía de la Red información sobre ellos para transmitírsela a Dave -un actor- a través de un auricular. ¡Los datos con los que el brujo les había dejado con la boca abierta eran públicos! Con la campaña «¡Pregunta a Dave!», de la que me he enterado gracias al diseñador gráfico David Christian Duque, las 238 entidades de la Febelfin quieren alertar a sus clientes de lo peligroso que es compartir información sensible en Internet y cómo eso nos expone a posibles fraudes. Les dejo con el vídeo. Enséñenlo a su amigo más crédulo y luego pregúntenle: ¿de verdad crees que los médiums y adivinos no hacen algo parecido cuando tienen delante a un famoso cuya vida privada hace mucho dejó de serlo?
Información publicada en Magonia el 3 de octubre de 2012.