Veinticinco divulgadores y periodistas hemos respondido a la llamada de Mauricio-José Schwarz para celebrar del mejor modo posible el vigesimoquinto aniversario de la publicación de El mundo y sus demonios, el libro de Carl Sagan. No sé cuántos ejemplares de este libro he regalado, ni cuántas veces lo he recomendado, así que me siento muy honrado por haber sido invitado a participar en esta iniciativa. Sagan habla en El mundo y sus demonios de todo: de la Atlántida, de las posesiones demoniacas, de la hipnosis, de los círculos de los sembrados, de la curación por la fe, del espiritismo, de la parapsicología, de la cara de Marte, de los ovnis… y del escepticismo, de su pasión por la ciencia y del peligro que supone la superstición para la democracia.
«Preveo cómo será la América de la época de mis hijos o nietos: Estados Unidos será una economía de servicios e información; casi todas las industrias manufactureras clave se habrán desplazado a otros países; los temibles poderes tecnológicos estarán en manos de unos pocos y nadie que represente el interés público se podrá acercar siquiera a los asuntos importantes; la gente habrá perdido la capacidad de establecer sus prioridades o de cuestionar con conocimiento a los que ejercen la autoridad; nosotros, aferrados a nuestros cristales y consultando nerviosos nuestros horóscopos, con las facultades críticas en declive, incapaces de discernir entre lo que nos hace sentir bien y lo que es cierto, nos iremos deslizando, casi sin darnos cuenta, en la superstición y la oscuridad», auguró Sagan hace un cuarto de siglo. Con Trump en la Casa Blanca y los populismos en auge en medio mundo, muchos han descubierto ahora el peligro de la pseudociencia y la mentira. ¡Más vale tarde que nunca!
El mundo y sus demonios es un libro magníficamente escrito, repleto de sólidos argumentos y de breves razonamientos que demuestran la debilidad de los argumentos de los periodistas del misterio y otros charlatanes. Léanlo. Es la mejor introducción al pensamiento crítico que conozco.
Nota publicada en Magonia el 28 de mayo de 2020.