«Apuesto lo que quiera a que algún día, dentro de 50 años, claro, o 100, se demostrará que el ébola lo lanzaron los militares norteamericanos sobre África, igual que el sida y (la intoxicación alimentaria por) el aceite de colza en Madrid (España), entre otros», ha dicho Juan José Benítez en unas declaraciones a la agencia Efe con motivo de su participación en la X Feria Internacional del Libro de Panamá. Y no se ha quedado ahí, sino que ha ampliado el foco conspiranoico a la gripe aviar y al mal de las vacas locas para sentenciar que todas las enfermedades citadas «siempre han tenido un origen militar de guerra biológica». ¿Pruebas? Por favor, no pidan algo así al ufólogo.
La última vez que Benítez aportó pruebas de una de sus sorprendentes afirmaciones fue todo demasiado ridículo. En enero de 2004, reveló en Mirlo rojo, un episodio de la serie Planeta encantado, que en 1969 Neil Armstrong y Buzz Aldrin habían descubierto en la Luna una base extraterrestre de miles de años de antigüedad y la habían explorado, y que Estados Unidos había destruido después las ruinas con bombas atómicas. Como prueba, presentó a los espectadores de TVE una película protagonizada por unos supuestos astronautas sobre cuyas imágenes aparecía sobreimpresionada la leyenda «Imágenes inéditas». Y el periodista decía: «Ésta fue la verdad, la única y secreta verdad. Aquel 21 de julio de 1969, Armstrong y Aldrin se alejaron escasos metros del módulo, filmando esta increíble construcción. Esta película, de 14 minutos, jamás fue difundida por la NASA». Esto último era cierto. La NASA no difundió la película porque no la conocía, ya que Benítez se la había encargado a Dibulitoon Studio SL, una empresa de animación vasca, para su serie de televisión.
Vean este momento cumbre del periodismo del misterio:
Me apuesto lo que quieran a que lo que Benítez afirma sobre el ébola, el sida, el mal de las vacas locas, el síndrome tóxico y la gripe aviar tiene el mismo fundamento que su base extraterrestre lunar y otras tonterías que ha dicho, como, por ejemplo, que hay pruebas de que el hombre convivió con los dinosaurios, que un poder mágico permitió transportar las estatuas de la isla de Pascua hasta su ubicación definitiva, que Jesús se sentó en el Coliseo romano, que seres de Orión levantaron las pirámides de Egipto, que el Arca de la Alianza era un arma de destrucción masiva y, por supuesto, que nos visitan extraterrestres.
Información publicada en Magonia el 21 de agosto de 2014.