Como el resto de los pseudocientíficos, los ufólogos admiten el veredicto de la ciencia sólo cuando creen que les da la razón. Si no, los científicos forman parte del eje del mal. Steven Greer, un tipo convencido de que los extraterrestres nos visitan y los Gobiernos nos lo ocultan, estrenará el lunes en Los Ángeles un documental, Sirius, en el que presuntos científicos practican la autopsia a un pequeño humanoide cabezón y concluyen, tras un supuesto análisis de ADN, que se trata de un ser de otro planeta. Casi nada. En el mundo real, un descubrimiento así sería portada de las principales revistas científicas y abriría informativos de televisión; en el universo alternativo de los ufólogos, sólo sirve para vender más revistas, libros y documentales mientras el globo permanece inflado.
Es lo que pasó en 1995 con la autopsia de Roswell, un montaje del productor televisivo Ray Santilli que movió millones de dólares gracias a la colaboración de ufólogos entusiastas como el ahora novelista Javier Sierra. Los muñecos de esa película fueron obra de John Humphreys, un experto en efectos espaciales que ha trabajado en series como Doctor Who. El protagonista del documental de Greer no es un muñeco de goma, sino un feto humano momificado. Lo sabe desde hace años el propietario del pequeño humanoide, el ufólogo español Ramón Navia-Osorio, porque fue la conclusión a la que llegó en 2007 el antropólogo forense Francisco Etxeberria tras examinar la criatura, aunque tal extremo seguramente se ocultará a los espectadores de Sirius. A fin de cuentas, Etxeberria forma parte de los científicos malvados que nos ocultan la verdad.
«Es posible que Greer saque dinero de este montaje, como hizo Ray Santilli en 1995 con la falsa autopsia de Roswell, pero no va a descubrir nada que los científicos no sepan ya: el extraterrestre de Atacama es «un feto humano momificado completamente normal»», escribo en la novena entrega de ¡Paparruchas!, mi columna en español en la web del Comité para la Investigación Escéptica (CSI). Está dedicada a la última tomadura de pelo de Greer, se titula «El feto humano de Sirius« y creo que en ella dejo claro el crédito que merecen el promotor del documental y el dueño del cuerpo momificado. Espero que les guste.
Nota publicada en Magonia el 17 de abril de 2013.