Lideró el grupo de cazafantasmas más prestigioso del mundo. Paul Kurtz (1925-2012), profesor emérito de Filosofía de la Universidad del Estado de Nueva York en Buffalo, preside el Comité para la Investigación Científica de los Supuestos Hechos Paranormales (CSICOP), una organización formada por científicos -entre ellos, varios premios Nobel- e intelectuales. Desde mediados de los años 70, el CSICOP saca a la luz pública los fraudes de la parapsicología, la astrología, la ufología y las medicinas alternativas, cosas en las que cada vez cree más gente, pero de cuya existencia, según Kurtz, no hay ninguna prueba.
– Usted mantiene que el auge de lo paranormal pone en peligro a la ciencia.
– La anticiencia socava los cimientos de la ciencia. En gran parte, porque la opinión pública no tiene clara la diferencia entre ciencia y pseudociencia.
– Tampoco la tenía hace 21 años, cuando nació el CSICOP.
– Lo fundé ante el crecimiento de lo paranormal, de creencias irracionales que la gente asumía sin más, sin ningún tipo de crítica.
– Y puso los cimientos de un movimiento organizado…
– … de científicos, profesores universitarios e intelectuales escépticos. Creí que había llegado la hora de que los científicos, que están normalmente centrados en su especialidad y no se preocupan de las creencias sociales, lo hicieran. Hasta que el CSICOP nació, nadie había investigado científicamente creencias como la astrología.
– Una de las pseudociencias más populares.
– La astrología es, probablemente, la religión más antigua y más popular del mundo. Desde China hasta América, pasando por India y Europa. ¿Quién puede criticar la astrología desde un punto de vista racional? El CSICOP reúne a científicos interesados en el análisis de lo paranormal y ha conseguido implicar en el examen de la astrología a psicólogos, astrónomos y estadísticos.
– ¿Cuáles han sido sus conclusiones?
– Después de más de veinte estudios en profundidad, no hay ninguna evidencia de que los astros influyan en el comportamiento humano tal como dicen los astrólogos.
– No será fácil convencer a científicos de renombre para que investiguen lo paranormal, algo que, en principio, no parece muy serio.
– A excepción de los trabajos que impulsamos nosotros, los astrónomos no se preocupan demasiado por el auge de la astrología. Y lo mismo puede decirse de la parapsicología y los psicólogos o de las medicinas alternativas v los médicos. Los científicos tienen que implicarse en poner freno al pensamiento irracional. No deben tener reparos en hablar de ovnis, astrología o cualquier otra creencia pseudocientífica.
– En sus inicios, ¿se deterioró su imagen de filósofo por encabezar un movimiento de este tipo?
– Hay filósofos que creen que el análisis de la pseudociencia no es un campo respetable. Pero el CSICOP ha contado siempre con el apoyo de pensadores importantes: Karl Popper, Willard V. Quine, Ernest Nagel…
-Y ha perdido en los últimos años a dos de sus más renombrados miembros: Isaac Asimov y Carl Sagan.
– Dos grandes divulgadores científicos.
– ¿Estaban realmente involucrados en la lucha contra la irracionalidad o sólo ponían el nombre?
– Eran muy activos. Participaban en nuestros congresos, escribían artículos críticos sobre lo paranormal y nos apoyaban en los medios de comunicación. Asimov me dijo en cierta ocasión en Nueva York que, cuando escribía ciencia ficción y recurría a poderes misteriosos, creía que nadie iba a tomarse en serio esa porquería.
– ¿Cree en algo Paul Kurtz? ¿O un escéptico no cree en nada?
– Tengo la mente abierta a todo. Me gusta investigarlo todo, buscar las causas; pero lo paranormal, como la misma palabra indica, está más allá de lo normal y exige pruebas extraordinarias.
Entrevista publicada en el diario El Correo el 14 de septiembre de 1997 y actualizada y publicada en Magonia el 23 de octubre de 2012.