Edward Condon era uno de los físicos más distinguidos del mundo cuando en el otoño de 1966 aceptó dirigir el primer estudio científico sobre el fenómeno ovni. La iniciativa pretendía resolver de una vez por todas la controversia sobre los platillos volantes, vistos por primera vez en los cielos de Estados Unidos en junio de 1947. Tras revisar toda la documentación recogida hasta entonces por la Fuerza Aérea, el llamado Panel Robertson había concluido en 1953 que los ovnis no suponían una amenaza para la seguridad nacional y que no había pruebas de que fueran naves de otros mundos.
Comienzo del reportaje publicado en la revista Muy Interesante (núm. 449, octubre de 2018).
Nota publicada en Magonia el 9 de octubre de 2018.