No sé cuántos profesionales del periodismo trabajan en la televisión pública vasca; pero no estaría de más que al menos uno de los destinados a los servicios informativos tuviera un mínimo conocimiento de ciencia y se encargara de supervisar las piezas con supuesto contenido científico. Así evitarían episodios como el del Teleberri del miércoles, cuando promocionaron los caldos de la bodega navarra de Emilio Valerio-Laderas de Montejurra y de la riojana de Olivier Rivière con el pretexto de que se producen de acuerdo con los principios de la biodinámica.
Ya saben, cualquier cosa con el prefijo bio merece respeto, aunque sea una soberana tontería. Por eso, todavía hay a quien, como el autor del reportaje, no se le disparan las alarmas cuando oye decir que el vino «depende de los ritmos cósmicos, marcados por el paso de los planetas por las diferentes constelaciones», como sostiene Aingeru Alonso, bodeguero de Emilio Valerio-Laderas de Montejurra. Según el Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra, «además de ecológica, la filosofía de Laderas de Montejurra también sigue las prácticas de la agricultura biodinámica, regenerando el suelo con compostaje natural, aplicando extracciones de plantas en dosis homeopáticas a los cultivos, respetando los ciclos lunares y solares en los cultivos…». En un mayúsculo alarde de analfabetismo, los responsables de la bodega se jactan de haber eliminado del proceso de producción «todo producto químico».
No estamos ante biología extrema -como dice el reportero de ETB-, sino ante un ejemplo de superstición extrema que mezcla astrología, homeopatía y energías misteriosas. «Los métodos biodinámicos incluyen: la aplicación a los viñedos de preparaciones y preparados homeopáticos dinamizados mediante movimientos centrífugos súbitamente invertidos; la toma en consideración de los ciclos de la Luna y de las posiciones relativas de los cuerpos celestes (astrología); y el estudio con un péndulo de líneas terrestres de energía cósmica, y la instalación de menhires cuya función es canalizar esta energía (llamada geoacupuntura)», explican Jesús Barquín, experto de reconocido prestigio en lo que al vino se refiere, y Douglass Smith, buen aficionado y miembro del Círculo Escéptico, en su artículo «Malas hierbas en el jardín: vinos y viñedos biodinámica».
Como la astrología no funciona y la homeopatía tampoco -se apliquen a humanos, otros animales o plantas-, los vinos biodinámicos son buenos si son buenos vinos a secas y malos si son malos. La biodinámica afecta tanto a la calidad de un caldo como la bendición de un cura: nada. Y, si encarece el precio del vino, estamos ante un timo.
Nota publicada en Magonia el 27 de septiembre de 2010.