El Sistema Solar rebosaba de vida inteligente hasta hace unos cincuenta años. La había en Marte, pero también en la Luna, Venus, Júpiter, Saturno, Ganímedes… Algunos eran nativos; otros, colonos llegados de distantes sistemas planetarios. Visitaban la Tierra de vez en cuando en sus platillos volantes para encontrarse con unos pocos elegidos, a quienes llegaban a llevar de viaje a sus hogares. Pero, de repente, todos se esfumaron. Cuando nuestras sondas espaciales comenzaron a explorar esos mundos, allí donde los contactados habían visto ciudades y jardines alienígenas, sólo había desiertos y profundos mares de nubes. Volvíamos a estar solos…
Sigue en la revista Muy Interesante (edición coleccionista), Misterios del Sistema Solar.