«Currito debe ir a Novedades para que los hermanos Davenport evoquen el espíritu de su padre, con objeto de que este le dé algunas reglas para matar toros», escribía un crítico taurino madrileño en abril de 1875. No sé si el diestro, hijo del también matador Francisco Arjona Herrera, Cúchares, siguió el irónico consejo y asistió al espectáculo de los dos médiums estadounidenses en el teatro Novedades. De lo que sí hay constancia es de que el paso de los Davenport por España resultó un tanto accidentado. En Madrid, el gobernador civil ordenó suspender sus representaciones después de la escandalera que se montó la segunda noche; en Barcelona, dos prestidigitadores replicaron los prodigios de los hermanos días después de su última actuación. No era la primera vez que el público se rebelaba contra ellos, ni que los magos los ponían en evidencia.
Comienzo del reportaje publicado en la revista Muy Interesante (núm. 480, mayo de 2021).
Nota publicada en Magonia el 10 de mayo de 2021.