
El movimiento escéptico español nació de un grupo de ufólogos. Es posible que algunos hoy se ofendan, pero así fue. Si volvemos la vista atrás a principios de los años 80, encontramos el germen de un colectivo que hoy reúne a más de 500 personas distribuidas en dos organizaciones en un pequeño grupo de interesados en el fenómeno ovni del País Vasco. Lo sé porque yo era uno de ellos. Como por fortuna guardo la correspondencia que intercambié con mis compañeros (sus cartas y copias de las mías), puedo documentar con una precisión cronológica aceptable lo que pasó.
Comienzo del artículo publicado en «¡Paparruchas!», en la web del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), el 9 de noviembre de 2017.