
«En pleno siglo XXI, sabemos que la astrología es una creencia que jamás revelará los misterios del Universo como lo hace la precisa y científica astronomía», decía la nota de la redacción que anunciaba la medida. Y añadía que el horóscopo no es sólo algo «anacrónico», sino que además su publicación contraviene los principios éticos del diario y su «compromiso con la veracidad». Algo que debería ser evidente para todo periodista, pero, al parecer, no lo es. «Tras una amplia reflexión, Perú.21 empieza el 2017 sin el horóscopo y nos sentimos contentos de anunciarlo pues sabemos que nuestra audiencia también nos solicita, y reclama, cada vez más rigor, cada vez más periodismo», concluye el texto.
Ahora que tanto se critica, con razón, la propensión a la mentira y la tergiversación por parte de algunos políticos -particularmente por Donald Trump y los promotores del Brexit-, estaría bien que los medios de comunicación serios dejaran para siempre de dar cancha a la astrología, los denominados misterios paranormales y la anticiencia, porque al hacerlo fomentan la superstición, la ignorancia, la incultura y la mentira, y traicionan el principio básico del periodismo, contar la verdad.