La conspiración lunar protagoniza mañana en Bilbao el primero de los coloquios organizados por la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco (UPV), en colaboración con el Círculo Escéptico y EITB, en torno a los temas que explora la serie de televisión Escépticos. El producto para la pequeña pantalla sale así a la calle y se abre al debate de los espectadores y curiosos con los expertos. A partir de las 18 horas, se proyectará en el paraninfo de la UPV, en Abandoibarra, «¿Fuimos a la Luna?» y luego habrá una charla a cargo del físico Eugenio Manuel Fernández Aguilar, autor del libro La conspiración lunar ¡vaya timo (2009), y un coloquio en el que le acompañaremos en la mesa Juan Ignacio Pérez, titular de la cátedra de Cultura Científica; Jose A. Pérez, director de Escépticos, y yo. El acto se emitirá por streaming desde la web del programa.
Llevo nueve años escribiendo y dando charlas contra la idea de que el Hombre no llegó a la Luna. Cuando en otoño de 2002 publiqué mi reportaje «Pruebas lunares» en El Correo, pocos hablaban en España del asunto. Existía la idea de que el negacionismo de los alunizajes era algo típico de los estadounidenses. Nunca ha sido así. Desde aquel año, he preguntado en repetidas ocasiones a universitarios si creen que el ser humano pisó la Luna en 1969 y puedo constatar que, en esos sondeos informales, la tendencia es al alza: a principios de la pasada década, los incrédulos de los alunizajes rondaban el 30%; ahora, superan el 60%. Por fortuna, ese porcentaje se reduce considerablemente cuando se les presentan las pruebas, como hicimos en el episodio piloto de Escépticos y hago en mis charlas.
En 2002, la NASA contrató al ingeniero aerospacial y divulgador científico James E. Oberg para que escribiera un libro que demostrara al hombre de la calle la realidad de los alunizajes. Poco después, ante las críticas de algunos medios de comunicación que consideraban ridículo que se gastaran unos pocos miles de dólares para justificar algo en lo que se habían invertido miles de millones y habían trabajado cientos de miles de peronas, la agencia espacial se echó atrás, acobardada. Un error. Yo seguí ahondando en el asunto. Me compré el libro que está en el origen de la idea de que no llegamos a la Luna y no he dejado de escribir al respecto. En nuestro país, el negacionismo se ha alimentado desde las revistas y naves del misterio, aunque pronto cambiaron de rumbo hacia tesis incompatibles, como que, sí se pisó la Luna, pero se ocultó la destrucción de una base extraterrestre. Se han dicho, y se siguen diciendo, muchas mentiras sobre lo que sucedió hace más de 40 años en el mar de la Tranquilidad. De las que niegan que los hechos ocurrieran hablará mañana por la tarde el físico Eugenio Manuel Fernández Aguilar en Bilbao en el paraninfo de la UPV, en el primero de los Coloquios escépticos. Si pueden, no se lo pierdan. Yo iré para que me firme su libro, entre otras cosas.
Los Coloquios escépticos organizados por la cátedra de Cultura Científica de la UPV no tocarán todos los temas de la serie de televisión, aunque los descartados para este ciclo podrían ser objeto de un tratamiento similar en otro foro.
Nota publicada en Magonia el 28 de septiembre de 2011.