
La crítica de las tonterías pseudocientíficas desagrada no sólo a quienes explotan la credulidad popular, sino también a algunos escépticos. Hace años, se puso de moda entre ciertos colegas renegar de la denuncia de las chorradas paranormales por considerarla una pérdida de tiempo. Había que pasar, decían, a una nueva fase en la lucha contra el pensamiento mágico. Según ellos, carecía de sentido seguir saliendo en los medios a replicar a quienes sostienen que la Tierra es plana, que hay niños que parecen imanes humanos y que algunas personas son capaces de detectar corrientes subterráneas de agua gracias a una misteriosa energía, por ejemplo.
Comienzo del artículo publicado en «¡Paparruchas!», en la web del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), el 25 de junio de 2011.
Sigue en «Chorradas paranormales».