El ovni más famoso de la oleada belga de 1989-90 era en realidad un modelo de poliestireno, según reveló el autor de la foto el martes en una entrevista concedida a Radio Televisión Luxemburgo. «Puedes hacer mucho con poco. Nos las apañamos para engañar a todo el mundo con un trozo de poliestireno», explicó Patrick, de quien no han trascendido más datos y que en abril de 1990, cuando obtuvo la imagen, tenía 18 años. Todo fue una broma que montó con unos amigos. «Hicimos el modelo con poliestireno, lo pintamos y luego le añadimos cosas, lo suspendimos en el aire… y sacamos la foto».
Conocida como la foto de Petit-Rechain, por la localidad belga en la que supuestamente se había tomado, la imagen del ovni triangular con luces anaranjadas en los vértices y el centro es la más famosa de la oleada de ovnis sobre Bélgica de 1989-90. Hace dos años, unos jubilados reconocieron, también en la tele, que uno de los ovnis de la oleada francesa de octubre de 1954 -el platillo volante de Bélesta- era una rueda de bicicleta con linternas acopladas que montaron ellos en su adolescencia un día que se aburrían. «En los periódicos y en la radio sólo se hablaba de ovnis. Entonces pensamos: que quieren ovnis, ¡vamos a dárselos!», recordaron ante las cámaras.
Pero ya saben cual es uno de los dogmas de la ufología: el testigo nunca miente, aunque diga que le ha salido un tercer testículo tras haber visto una nave extraterrestre, como pasa en el caso de Los Villares (Jaén) de 1996, investigado -es un decir- por Juan José Benítez, Iker Jiménez y Lorenzo Fernández.
Información publicada en Magonia el 7 de julio de 2011.