La Real Academia de Historia alaba las capacidades adivinatorias de Maritxu Güller

Maritxu Güller y su Tarot de Euskalherria.
Maritxu Güller y su Tarot de Euskalherria.

«Nacida en Isaba, en el valle del Roncal, representa la última manifestación de las sorginak (brujas) que pueblan la tradición vasca. Desde niña mostró una capacidad sensitiva y premonitoria que le granjeó la admiración y asombro de un sinnúmero de personas a lo largo de su vida. Casó con Giovanni Güller, que fue quien la introdujo en el mundo de la parapsicología al ver sus dotes adivinatorias». Así presenta la Real Academia de Historia a Maritxu Erlanz de Güller (1912-1993) en su Diccionario biográfico español, extremo del que me he enterado gracias a un historiador.

La autora de la semblanza, María Alexandra Feiler, se deshace en elogios hacia la vidente, popularmente conocida como la bruja buena de Ulía por haber vivido entre 1952 y 1972 en un caserío de ese monte de San Sebastián. «Respetada por los interesados en lo paranormal y también por los escépticos, Maritxu Güller se labró una fama de buena adivinadora», dice. Y respalda su afirmación con una cita de alguien que considera digno de crédito:

Como escribía Benítez, «sus aciertos en materia de predicciones se remontan a los primeros confines de su propia vida. Fue sobrecogedora, por ejemplo, su visión -pocas horas antes de que sucediera- del maremoto de Agadir. En aquellas fechas, la tierra tembló en su corazón antes que en las costas africanas. ¿Y qué decir de la muerte del general Franco? ¿Cómo enumerar los cientos de casos de desaparecidos y secuestrados que particulares o las propias autoridades han puesto sigilosamente en sus manos? El mundo, como yo, quedaría boquiabierto si conociera el sinfín de políticos, empresarios y artistas que -antes de dar un solo paso- han mirado a los ojos celestes de Maritxu, en busca de una sencilla esperanza».

‘Angel de la guarda’ del rey Juan Carlos

El origen de estas afirmaciones, que la autora no cita, es un reportaje que Juan José Benítez publicó en 1985 en el diario El Correo, en el que deja clara su admiración por la vidente.1 Nada sorprendente en el periodista navarro, que entonces también daba por buenos los encuentros cara a cara de un grupo de peruanos con extraterrestres2 y posteriormente ha defendido que visitantes de otros mundos construyeron las pirámides de Egipto y Neil Armstong y Buzz Aldrin exploraron una base alienígena en la Luna en 1969, entre otras excentricidades.

Benítez asegura en el reportaje que Güller era una especie de ángel guardián del rey Juan Carlos. «Antes de que nuestros reyes emprendan cualquier viaje -me dijo como si tal cosa-, extiendo mis grimorios, y veo y siento y si hay o no peligro…», le contó la bruja. «Supongo, porque tampoco me atreví a preguntárselo, que don Juan Carlos ignora que aquí, en Euskadi, vive una maravillosa mujer que, mucho antes que se produzca cualquier viaje real, busca en la trastienda el más allá y prepara y dispone», apostilló el periodista en su infinita credulidad.

Feiler concluye su perfil del Diccionario biográfico español diciendo que Güller «inventó 36.000 grimorios (fórmulas secretas para adivinar) y creó el Tarot de Euskalherria, basándose en la naturaleza de su tierra natal y en el que fusiona elementos de la era industrial con elementos tradicionales (fue impreso por Fournier en Vitoria en 1991)».

Reportaje sobre Maritxu Güller, firmado por Juan José Benítez.
Reportaje sobre Maritxu Güller, firmado por Juan José Benítez.

¿Pero Maritxu Güller era adivina? No, claro. Los adivinos no existen. Como todos sus colegas, aseguraba haber predicho cosas, pero siempre lo decía a posteriori. Contaba que una noche, cuando estaba a punto de dormirse, había visto pasar la cabeza de Franco en un trozo de mármol con una gorra y el dictador murió veinticinco días después; que lo mismo le pasó en el caso de Pío XII; y que otra vez vio en las cartas «una tragedia en un bosque» y al día siguiente ocurrió el accidente de aviación del monte Oiz, en el que fallecieron las 148 personas que viajaban en un vuelo de Iberia de Madrid a Bilbao el 19 de febrero de 1985.3

Es posible que ella creyera que tenía poderes, pero la bruja de Ulía nunca previó nada. Cuando sucedía un hecho importante, buscaba en su memoria alguna vivencia, la identificaba como una visión y se apuntaba el tanto. Tampoco hay constancia de que jamás descubriera donde ocultaba ETA a un secuestrado ni de que su ayuda sirviera a la Policía para nada, como sostiene Benítez. Otra cosa es que algunas familias de víctimas de los terroristas acudieran a ella desesperadas en busca de consuelo, de que los astros, el tarot o lo que fuera les confirmara que su ser querido estaba bien y no iba a morir.

Ni Maritxu Güller ni nadie ve el futuro. Y no sería algo tan difícil de demostrar: bastaría con anunciar públicamente un hecho y que después se cumpliera. En el caso de la bruja buena de Ulía, solo me consta un vaticinio digno de tal denominación. «Como predije, la paz llegará a Euskadi este año», sentenció el 12 de mayo de 1992 en el centro cultural femenino Nazaret de San Sebastián.4 Ella «había dicho en el congreso de brujología en Pamplona, hace años, que la paz llegaría a Euskadi entre el 90 y el 92», apuntaba la periodista que firmaba la información. En 1992, después del anuncio de la bruja, ETA asesinó a 6 personas (26 en todo el año); en 1993, a 14; en 1994, a 13… En total, la banda terrorista mató a 130 personas entre el 12 de mayo de 1992 y  20 de octubre de 2011, cuando anunció «el cese definitivo de su actividad armada». Diecinueve años después de lo predicho por Güller, que también dijo: «Los vascos somos la tribu perdida de Israel. La que nadie sabe dónde fue».5

Los adivinos juegan con la ventaja de que la gente no suele guardar sus predicciones para comprobar si luego se cumplen. Solo así se explica la enorme pérdida que supuso para algunos intelectuales vascos la muerte de la bruja buena de Ulía en abril de 1993. Dicen que el antropólogo José Miguel de Barandiarán la consideraba «una mujer sabia», lo que evidencia la ingenuidad del sacerdote y arqueólogo. No estaba solo.

Areilza, Benegas, Garaikoetxea y la adivina

Cuando en mayo de 1988 trascendió que Ronald Reagan, entonces presidente de Estados Unidos, consultaba con la astróloga Joan Quigley a la hora de tomar decisiones y planificar su agenda, el diario El País sentenció en un editorial: «El modelo de la clase política norteamericana, por oposición a los que ocurre en Europa, es pródigo en ejemplos de hombres poco cultos y con una formación técnica no siempre brillante».6 Cuatro días después, el periódico madrileño publicó un reportaje a toda página sobre la bruja de Ulía en el que Txiki Benegas y José María de Areilza reconocían haberla visitado, y la vidente añadía otros nombres a la lista de políticos que confiaban en sus visiones: Gabriel Urralburu, entonces presidente de Navarra; Juan María Bandrés; Enrique Múgica; Carlos Garaikoetxea…7

«Por casa de Maritxu, hemos pasado todos», reconocía De Areilza. Y Benegas -quien dijo una vez: «Yo no creo en las brujas, creo en Maritxu»- recordaba que de niño le hizo un vaticinio: «Tú podrás ser ministro o algo muy importante si te dedicas a la política». Acertó, pero es que no sabemos a cuántos escolares predijo la adivina algo parecido.

Maritxu Güller tiene como personaje histórico la misma importancia que Octavio Aceves, Aramís Fuster, Rafael Lafuente y Rappel. Que la Real Academia de Historia dedique una semblanza a esta vidente resulta ya por eso chocante, y que alabe sus dotes adivinatorias menoscaba el prestigio de la institución que dirige la historiadora María del Carmen Iglesias, preceptora de Felipe VI, poniéndola a la altura de las revistas esotéricas.

  1. Benítez, Juan José [1985]: «Maritxu o el sueño que bajó en Ulía». El Correo Español-El Pueblo Vasco (Bilbao). 7 de enero. ↩︎
  2. Benítez, Juan José [1975]: OVNIS: SOS a la humanidad. Plaza & Janés (Col. «Otros mundos». Barcelona. 232 páginas. ↩︎
  3. Aranguren, Pilar [1992]: «Maritxu Güller: «Como predije, la paz llegará a Euskadi este año». El Diario Vasco (San Sebastián). 13 de mayo ↩︎
  4. Aranguren [1992], op. cit. ↩︎
  5. Bermejo, Álvaro [1992]: «Los vascos somos la tribu perdida de Israel». El Diario Vasco (San Sebastián). 29 de junio. ↩︎
  6. El País [1988]: «Reagan y los astros». El País (Madrid). 11 de mayo. ↩︎
  7. Galaz, Mabel [1988]: «Todos preguntan a Maritxu». El País (Madrid). 15 de mayo. ↩︎

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