Jacinto Antón publica hoy una larga e interesante entrevista a Joan Fontcuberta en EPS, el colorín del diario El País, en la que tiene su hueco el divertido escándalo de la emisión, en Cuarto Milenio, de la historia del cosmonauta fantasma como un hecho real. Periodista y fotógrafo dicen a las claras lo que, a su juicio, revela acerca de los métodos de investigación y el rigor de Iker Jiménez y su equipo (en negrita, las palabras del periodista):
– … En ese contexto hago intervenciones paródicas, acciones de intoxicación informativa que sirven para llamar la atención sobre los peligros de la credulidad. Algunas de esas obras quedan como caballos de Troya o bombas de relojería sin estallar, esperando su ocasión.
– Supongo que se refiere al programa del pasado junio de Iker Jiménez en el que se presentó como un caso auténtico su conocido trabajo Sputnik [1997], acerca del supuesto astronauta soviético del Soyuz 2 desaparecido Ivan Istochnikov. No se dieron cuenta de que se trataba de un montaje -sensacional montaje, por cierto- y que el cosmonauta de las fotos era usted mismo [Ivan Istochnikov, para más inri, es la traducción aproximada al ruso del nombre Joan Fontcuberta].
– Fue orgásmico. Que un medio se tragara el anzuelo hasta el fondo…
– Bueno, el programa Cuarto milenio no es famoso precisamente por su incredulidad.
– La verdad es que mi historia les iba como anillo al dedo. No hay nada tan fácil como engañar a quien quiere creer. Cuando tienes la credibilidad tan abierta, te la cuelan. Mira que era fácil comprobar los datos sobre el montaje en Google. Prisas o ingenuidad…
– La historia del cosmonauta fantasma ha hecho correr ríos de tinta.
– Ahora la gente cree que todo es un montaje mío, incluido lo del programa. La verdad es que es un caso excepcional por su difusión, pero mi trabajo, al menos una parte, se basa en eso.
Nota publicada en Magonia el 11 de febrero de 2007.