Un amigo me ha contado que un amigo tiene un hijo que conoce a un niño que ha empezado con las pruebas de La Ballena Azul. El amigo de mi amigo está preocupado porque ese juego difundido por las redes sociales consiste en superar cincuenta retos y el último es suicidarse. Hace dos años, los informativos de televisión se hicieron eco de la llegada a España de un juego que, advertían, en Rusia, su país de origen, ya había provocado decenas de suicidios de menores. Y, claro, automáticamente se registraron denuncias de padres, y la Policía investigó casos en varias ciudades. Dos años después del pánico, no hay, sin embargo, ninguna prueba de que La Ballena Azul fuera algo real, suicidios de menores rusos incluidos. Todo apunta a un bulo, como el de la difusión por WhatsApp de desnudos de alumnos de la Universidad de Deusto.
Comienzo del reportaje publicado en la revista Muy Interesante (núm. 459, agosto de 2019).
Nota publicada en Magonia el 18 de agosto de 2019.