Se ha paseado desde 1996 como un gurú de la salud por las principales cadenas de televisión, radios y periódicos españoles. En los últimos veinte años, Txumari Alfaro ha recomendado a mis conciudadanos desde comer rabos de pasa y llevar una nuez en el bolsillo para mejorar la memoria –dado el parecido entre este fruto seco y el cerebro– hasta beber la propia orina. Pero no ha sido hasta ahora que los mismos grandes medios que le han promocionado acríticamente durante dos décadas han puesto el grito en el cielo: se han enterado de que aconseja a las enfermas de cáncer de mama renunciar a cualquier tratamiento médico si quieren curarse. ¿Pero qué se pensaban que ha hecho siempre?
Comienzo del artículo publicado en «¡Paparruchas!», en la web del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), el 26 de enero de 2018.