Los ufólogos de feria se enfadan y los fabricantes de falsos ovnis se organizan

Recreación artística de una típica abducción. Ilustración: Pauchok.
Recreación artística de una típica abducción. Ilustración: Pauchok.

La puesta en marcha del Proyecto Magonia ha sido recibida con indignación por parte de los ufólogos que participarán el 25 de junio en la Alerta ovni convocada por Iker Jiménez y la Cadena SER. El pasado sábado, en el programa Milenio 3, el promotor de la caza nocturna de platillos volantes calificó de engaño el concurso de creación de falsos ovnis y estudio de las consecuencias de su observación. Nada más lejos de la realidad. La intención final de quienes convocan y secundan el Proyecto Magonia no es engañar a nadie, sino mostrar cómo nos engañamos a nosotros mismos viendo lo que queremos ver y cómo algunos se aprovechan de ello para lucrarse. ¿Quién engaña, quien vende a los cuatro vientos la idea de que nos visitan extraterrestres o quien anima a la gente a pararse a pensar antes de creer en lo extraordinario? ¿Quién engaña, quien descubre que el sonido de un presunto ovni corresponde al canto de un sapo o quien prefiere ignorar los análisis científicos para seguir hablando de naves extraterrestres? ¿Quién engaña, quien denuncia que un ufólogo ha hecho pasar un montaje de estudio de animación por una película grabada por los astronautas en la Lunao quien oculta ese fraude?

Tan criticable como la falta de escrúpulos de los practicantes la ufología de feria es que una emisora de radio como la SER considere el rigor algo de quita y pon, y sirva de altavoz a quienes explotan la credulidad del público. El historiador y escéptico José Luis Calvo lo ha dicho bien claro en su Carta abierta a la SER: «Si continúan como hasta la fecha (el autor se refiere a promover Alertas ovni para hacer negocio), por favor, después no pretendan ustedes que la suya es una cadena que elabora unos contenidos informativos serios e imparciales porque estarán cumpliendo al pie de la letra el viejo aforismo latino: Pecunia non odet«. No sé cuántas personas habrán escrito a la SER en términos parecidos, pero sería deseable -por mera cuestión de higiene- que la vara de medir que la comunidad escéptica aplica a otros medios cuando caen en el sensacionalismo y en el fomento de la irracionalidad también sirva para esta cadena, aunque sea la más importante de España -o precisamente por eso-, y se expongan públicamente episodios vergonzosos como el que nos ocupa. Hasta que no se haga eso, ni habrá posibilidad alguna de que la SER deje de fomentar la superstición con Alertas ovni ni dejará de parecer que los escépticos españoles se arrugan ante los poderosos.

Mientras los ufólogos se enfadan y la mayoría de los escépticos calla (otra vez), los fabricantes de falsos ovnis se han puesto manos a la obra. No ha pasado una semana desde el lanzamiento del Proyecto Magonia y ya han creado una web y una lista de correo. Además, el responsable de Magonia estudia la posibilidad de convocar un concurso similar que premiará el mejor falso ovni de cada año, un platillo volante visible en los cielos de la Península cualquier día, sin que nadie estuviera sobre aviso. Por de pronto, les animo a pulsar el botón y participar el 25 de junio en algo diferente.

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Nota publicada en Magonia el 9 de junio de 2004.