Escepticismo para escépticos

El público, durante la presentación de 'Escépticos' en el Cotton Club de Bilbao. Foto: Luisa Idoate.
El público, durante la presentación de ‘Escépticos’ en el Cotton Club de Bilbao. Foto: Luisa Idoate.

El movimiento escéptico español vive de espaldas a la sociedad y parece no ser consciente de ello. No me refiero a que no ejerza una actitud vigilante hacia la difusión de supercherías. Al contrario. Gracias a Internet y a la intensa actividad de unos pocos blogueros -no nos engañemos, los activos son cuatro-, la denuncia de la charlatanería nunca ha sido tan eficaz como en la actualidad. El principal problema no es ése, sino que, a mi juicio, no se hace prácticamente nada por sacar el pensamiento crítico a la calle, por ir más allá de la firma de manifiestos que siempre suscribimos los mismos. Escribimos para escépticos, montamos charlas de escépticos para escépticos, organizamos protestas para escépticos… Sí, la palabra clave es endogamia.

Comienzo del artículo publicado en «¡Paparruchas!», en la web del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), el 6 de febrero de 2012.

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