Nunca tendría que haber sido noticia que una asociación de consumidores denunciara ante las autoridades sanitarias un timo como el del collar cuántico. Que ayer lo fuera por eso FACUA-Consumidores en Acción apunta a que los responsables de Consumo del Gobierno central y de los autonómicos no hacen su trabajo. Puede sonar duro, pero eso parece. Timos como el collar cuántico, las pulseras magnéticas y holográficas, los parches de titanio, las zapatillas terapéuticas, y otros mil y un cachivaches y potingues de la teletienda nunca tenían que haber estado en el mercado. Y que no digan que es por falta de medios: bastaría con una persona grabando programas de la teletienda y ojeando revistas y periódicos para poner coto a estas estafas. ¿Incompetencia o desidia?
La asociación de consumidores denunciante destaca que los colgantes de Q-Link, Dalimara Quantum, Quantum Science y Cinco Estrellas se presentan como hechos con minerales seleccionados por «sus propiedades naturales curativas» y su capacidad para «aislar radiaciones». Algunos de esos amuletos se venden, por ejemplo, en la web de Canal Bienestar para que los incautos se protejan de las emisiones de radiofrecuencia a un precio de hasta 1.001,99 euros la pieza. Según estos espabilados, «el colgante Q-Link contiene una célula de resonancia que está programada con las frecuencias saludables del cuerpo», «funciona usando los principios de la acupuntura (pero sin las agujas) y complementa todo tipo de tratamientos y terapias», y en su desarrollo «científicos mundialmente conocidos para estudiar y perfeccionar la tecnología». En cuatro palabras: mentira, mentira y mentira. Canal Bienestar, cuyo director es un tal Ramón Pérez de Villaamil, está en la misma onda que otras empresas, fundaciones y asociaciones presuntamente altruistas que están haciendo dinero gracias al pánico electromagnético y al sensacionalismo periodístico, cobrando por asesorías legales, auditorías medioambientales y todo tipo de artilugios inútiles.
Por cierto, aunque a los grandes medios se les olvide, quien primero denunció el timo de los colgantes cuánticos fue el autor de El Blog de Centinel. El martes de la semana pasada, arremetía contra una promoción del Diario de Avisos canario, que vende estos amuletos a sus lectores a un precio de 24,90 euros cada uno. Tras leer la publicidad, la resumía del siguiente modo: «Un increíble compendio de chapuza, mentira, engaño e ignorancia, a toda página. Lo que se dice es tan descacharrante, que todavía mi mente no ha excluido totalmente la posibilidad de que sea un cachondeo. La verdad, es como para no volver a comprar más ese periódico, que se dedica a engañar a sus lectores y tratarlos de imbéciles». Y hace un año ya advertían de la inutilidad de los colgantes Q-Link en el blog argentino Alerta Pseudociciencias, según me ha advertido Fernando L. Frías, quien desenmascaró a Villaamil y su negocio hace dos semanas.
FACUA ya denunció en su día la pulsera Power Balance -complemento imprescindible durante meses para Leire Pajín antes de que fuera ministra de Sanidad- con un éxito pírrico, tal como reconoce en la nota de prensa que ha hecho pública hace unas horas: «La asociación teme que las autoridades competentes actúen de nuevo con la incompetencia que demostraron ante sus denuncias contra las empresas comercializadoras de las pulseras milagro, como la malagueña Power Balance, que sólo fue multada por la Junta de Andalucía con 15.000 euros tras cometer un fraude que le ha reportado varios millones de euros».
Venta impune
A día de hoy, empresas como EFX España siguen vendiendo pulseras similares diciendo que sus hologramas las hacen «ideales para actividades de alto rendimiento». Por no hablar de Vitaljoya, la «pulsera bioenergética que te ayuda a recuperar tu bienestar gracias al reequilibrio de la energía celular” y que, según sus fabricantes, «funciona con lo último en tecnología de energía sutil”, una energía inexistente, claro. Si quieren esta timopulsera, pueden comprarla en la web de Directo A Casa (DAC) por 119,9 euros.
DAC también tiene a la venta otro prodigio de la tecnología chiripitifláutica. Se llama Biostabil 2000. Es un colgante que «aumenta la energía de manera increíble mejorando la salud, activando la circulación de la sangre y estimulando la sensibilidad de algunos nervios». Aseguran en su web que «las personas que han usado el Biostabil 2000 han experimentado mejoras en la presión arterial alta, la osteoporosis, neuralgia, diabetes, asma, dolor en las articulaciones y muchísimos otros problemas de salud en general». ¡Toma ya! Sólo hay que desembolsar 195 euros por un producto que «cambiará su vida como ya lo ha hecho para miles de personas alrededor del mundo».
¿Quieren más? Pueden comprarse, como Felipe de Borbón, unos parches de titanio también mágicos gracias a la tecnología Aqua-Titan, que consiste en disolver el titanio en agua. No importa que el titanio sea insoluble. Cuenta el fabricante en su web que “los productos Phiten funcionan con el sistema de energía del cuerpo, ayudando a regular y equilibrar el flujo de energía en todo el cuerpo. Un equilibrio correcto de la energía contribuye a aliviar el malestar, acelerar la recuperación y contrarrestar la fatiga”. No existen ni la energía vital ni la sustancia que Phiten dice haber inventado, pero eso no impide a la compañía comercializar parches a 23 euros la caja y otros productos inútiles con la ayuda de los famosos de turno; en este caso, el golfista Sergio García, la maratoniana Paula Radcliffe y el piloto de Fórmula 1 David Coulthard.
Si no compraste en su momento las zapatillas de Reebok que endurecían los glúteos y que la marca retiró del mercado para zanjar un proceso abierto por la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, puedes recurrir a La Tienda En Casa, donde encontrarás «unas nuevas zapatillas terapéuticas con las que conseguirás mejorar tu postura, tonificar los músculos y quemar calorías con sólo mantenerte en pie». Se llaman Fitness Step y con ellas «reducirás el impacto en las articulaciones de la espalda, rodillas y caderas, tonificando y moldeando continuamente el cuerpo». Y todo eso por 59,90 euros de nada.
Y puedes conseguir muchos productos prodigiosos más que se venden impunemente en España, desde el alargador del pene Jes-extender -en edición light (150 euros) o gold (180) -que el baño de oro debe alargar más el miembro masculino- hasta la baba de caracol (79 euros por dos tarros), pasando por crecepelos, fajas magnéticas… ¿Para qué sirven las autoridades de Consumo?
Nota publicada en Magonia el 17 de noviembre de 2011.