El escritor de ciencia ficción y ufólogo rumano Ion Hobana falleció el martes en un hospital de Bucarest a los 80 años. Además de autor, fue el historiador del género en su país y un apasionado de la obra de Julio Verne, sobre la que escribió varios ensayos. Fue prologuista de novelas y recopilaciones de Edgar Allan Poe, Robert Louis Stevenson, Mark Twain, Emilio Salgari, Arthur Conan Doyle y Stanislaw Lem, entre otros. Recibió numerosos premios y fue miembro de la Unión de Escritores de Rumanía, la Sociedad H.G. Wells y el Centro Internacional Julio Verne. Su último trabajo, una historia de la ciencia ficción francesa anterior a 1900, salió a la venta en noviembre.
Hobana era una rara avis en el mundillo de la ciencia ficción, en el que lo habitual es el rechazo hacia los platillos volantes y la pseudociencia en general. Firmó varias obras sobre los ovnis y una de ellas, Platillos volantes tras la cortina de hierro, fue publicada en español en 1978 por la Editorial Javier Vergara. En este libro, escrito en colaboración con Julien Weverbergh, defiende que el fenómeno ovni se debe a la actividad de visitantes de otros mundos. Así, en el caso de la explosión de Tunguska, ocurrida en junio de 1908 y que arrasó 2.200 kilómetros cuadrados de la taiga siberiana, Hobana y Weverbergh argumentan que es «muy verosímil» que hubiera sido provocada por los tripulantes de los platillos volantes. «Es probable que los ovnis estén buscando todavía los despojos, o que al menos hayan extraído de la explosión conclusiones que les permiten aparecer en nuestra atmósfera con suma facilidad, según creemos».
Información publicada en Magonia el 25 de febrero de 2011.