Lo publicaba ayer The Sunday Times y hoy lo han replicado cual loritos numerosos medios extranjeros y españoles por tierra, mar y aire: la ONU iba a nombrar a la astrofísica malasia Mazlan Othman, directora de la Oficina de la ONU para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA), embajadora de la Humanidad para el caso de que se produjera un primer contacto con alienígenas. Ella sería el líder que representaría a todos los humanos y, según añadían hoy en La Sexta Noticias, también se encargaría de coordinar la respuesta mundial ante una amenaza de asteroide.
De todos los medios que han dado la noticia, ninguno la ha comprobado: han copiado y pegado el texto de The Sunday Times, lo han cambiado aquí y allá para añadirle su toque personal, y ya está. Así que la bola ha ido creciendo, y creciendo, y creciendo… Hasta que Matthew Weaver, reportero de The Guardian, ha intentado comprobar la noticia -algo que se supone que debemos hacer los periodistas siempre- y se ha encontrado con que es falsa. «Suena genial, pero tengo que negarlo», le ha dicho por correo electrónico la astrofísica. Weaver ha publicado el desmentido en su blog y, poco después, un portavoz de la ONU sentenciaba que «el artículo de The Sunday Times es un disparate».
«Hay que volver a los principios de la profesión: contrastar, comprobar e intentar ir a la fuente de primera generación», me contaba Magis Iglesias, presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), hace un año en un reportaje sobre la facilidad con que los medios publicamos noticias extraordinarias que no han sucedido. Desde entonces, esa tendencia no ha ido a menos: ahí están los casos de Rom Houben y su coma consciente, Martín Rees y la vida extraterrestre, el gato que ve muertos, los escapes de metano y las desapariciones en el triángulo de las Bermudas, las afirmaciones de Stephen Hawking sobre el futuro de la Humanidad…
Nota publicada en Magonia el 27 de septiembre de 2010.