El biólogo y ateo militante Richard Dawkins quiere llevar al papa Benedicto XVI ante la Justicia cuando visite Reino Unido en septiembre, acusado de «crímenes contra la Humanidad» por encubrir los casos de abusos sexuales ocurridos en la Iglesia católica, según informa The Times. Dawkins y Christopher Hitchens, autor de Dios no existe y Dios no es bueno, han consultado a abogados especialistas en derechos humanos que les han confirmado que podrían explotar la misma vía usada por Baltasar Garzón contra Pinochet en 1998 para sentar en el banquillo al Papa. Creen, además, que Benedicto XVI no podría invocar inmunidad diplomática porque no es un jefe de un Estado reconocido como tal por la ONU.
«Es un hombre cuya reacción instintiva cuando pillan a uno de sus curas con los pantalones en los tobillos es encubrir el escándalo y maldecir a las víctimas con el silencio», ha dicho Dawkins. Hitchens, por su parte, ha indicado que Benedicto XVI «no está por encima o fuera de la Ley. La ocultación institucionalizada de la violación de menores es un delito conforme a la Ley y demanda no ceremonias privadas de arrepentimiento o pagos por parte de la iglesia, sino justicia y castigo». Uno de los abogados de Dawkins y Hitchens ha indicado que es posible que el Papa acabe ante la Justicia y ha dicho que, desde su punto de vista, «el Vaticano no es un Estado según la ley internacional. No ha sido reconocido por la ONU, no tiene fronteras controladas por la Policía y sus relaciones diplomáticas no lo son en sentido estricto».
El tiempo dirá si el caso sale adelante. Personalmente, creo que, si otra institución o entidad se hubiera visto envuelta en tantos casos de abusos de menores como la Iglesia católica, no se le habría dejado lavar sus trapos sucios de puertas adentro y la Justicia internacional habría actuado hace mucho tiempo. Porque, como dice Hitchens, no basta con que la Iglesia pida perdón públicamente por los delitos cometidos por algunos de sus miembros, éstos tienen que enfrentarse a la Justicia ordinaria, al igual que quienes les han encubierto. Si la causa contra el Papa no prospera ante la Justicia británica, Dawkins y Hitchens no descartan llevarla hasta el Tribunal Penal Internacional.
Nota publicada en Magonia el 11 de abril de 2010.