«Mis proyectos son mentiras piadosas que no pretenden engañar, sino crear anticuerpos contra el engaño», dice el fotógrafo Joan Fontcuberta hoy en Territorios, suplemento cultural del diario El Correo. En una interesante entrevista firmada por Luisa Idoate, el artista catalán reflexiona sobre el juego entre ficción y realidad que caracteriza su obra, que incluye las aventuras del cosmonauta fantasma Ivan Istochnikov, sus vivencias con monjes milagreros en Karelia y el hallazgo de fósiles de sirenas en el Tormes, entre otros hitos.
El artista catalán, Premio Nacional de Fotografía en 1998, asegura que no persigue engañar al público. «En mis proyectos siempre hay rendijas abiertas y pistas para suscitar la duda; unos las detectan enseguida y otros tardan más. Lo interesante es cómo el espectador da por ciertos unos materiales hasta que, de repente, su sentido común dice: «Esto ya no puede ser». Y surge un proceso catártico de revisar lo anterior. Eso es lo que me interesa conseguir. Ni quiero hacer bromas, ni tomar el pelo. Doy una propuesta epistemológica que, en sí misma, contiene las claves para ser descifrada. Son bombas de relojería, esperando estallar cuando alguien interactúa con ellas», indica en El Correo.
Los montajes de Fontcuberta, siempre divertidos, se han cobrado víctimas no sólo entre los periodistas esotéricos, sino también entre la Prensa seria. De ello hablará el artista en el salón de actos de la Biblioteca de Bidebarrieta de Bilbao el viernes a partir de las 19 horas. El encuentro, titulado Imágenes conspirativas, consistirá en la proyección de su trabajo Era rusa y se llamaba Laika -un falso documental en el que parodia el quehacer de los vendedores de misterios– y un coloquio sobre su obra. Imágenes conspirativas es un acto organizado por la Biblioteca de Bidebarrieta, El Correo, el Círculo Escéptico y el Centro para la Investigación (CfI). La entrada será libre hasta completar el aforo.
Nota publicada en Magonia el 9 de enero de 2010.