Quedan tres años y medio para el próximo fin del mundo. «Según el calendario maya, el fin de los tiempos tendrá lugar el 21 de diciembre del 2012», puede leerse en cientos de sitios de Internet. «El Sol está enfermo. Los científicos calculan que la radiación del astro rey alcanzará su punto máximo en el año 2012, afectando al clima y la atmósfera. Asombrosamente, el calendario de la antigua civilización maya ya citaba el 21 de diciembre de 2012 como el día del fin del mundo», coincide Lawrence Joseph, autor del libro Apocalipsis 2012. En el peor de los casos, la Tierra quedará frita por una gigantesca llamarada solar o un fuerte rayo procedente del centro de la galaxia. En el mejor, viviremos «un gran salto de conciencia o incluso una mutación de nuestra especie».
La clave de todo es el calendario de los mayas, cultura que surgió en Mesoamérica hacia 2000 antes de Cristo (aC) y entró en declive antes de la llegada de los conquistadores españoles. Los mayas tenían tres calendarios: uno solar, de 365 días; otro ceremonial, de 260; y un tercero, de 1.872.000 días -5.125 años-, que es el que inquieta a astrólogos y demás supersticiosos. El actual ciclo de la Cuenta Larga, como se conoce ese tercer calendario, acabará el 21 de diciembre de 2012.
Los augures del Apocalipsis no se ponen de acuerdo en qué ocurrirá ese día, sólo en que pasará algo catastrófico. Hay quienes sostienen que el desencadenante será el supervolcán de Yellowstone, un gigante dormido cuya erupción provocaría el equivalente a un invierno nuclear. Otros hablan de un máximo de la actividad del Sol que achicharrará la Tierra. Los hay que apuntan más lejos, a un alineamiento del Sol o el Sistema Solar con el centro de la Galaxia, desde donde nos llegará una especie de rayo de la muerte. Y no falta el clásico planeta X en rumbo de colisión.
Nochevieja maya
¿Cómo afrontó usted el 31 de diciembre de 2000? ¿Cómo afronta cada Nochevieja? ¿Lo hace con miedo a que con las campanadas se acabe el mundo? Pues es tan irracional temer al Apocalipsis cada Nochevieja como al fin del mundo el 21 de diciembre de 2012. Ese día acabará un ciclo maya de 5.125 años y al siguiente comenzará otro, al igual que pasa con cada año, siglo y milenio en nuestro calendario el 31 de diciembre correspondiente. «El famoso calendario maya de la Cuenta Larga se inicia el 11 de agosto de 3114 aC; exactamente igual que nuestro calendario empieza el 1 de enero del primer año de la era cristiana», explica el geógrafo Jared Diamond en Colapso (2005).
Yellowstone es un supervolcán, pero no hay indicios de un próximo estallido. El Sol tiene ciclos de actividad conocidos, con sus máximos y mínimos, pero los científicos no han detectado en él nada anormal. Y el 21 de diciembre de 2012 el Sol estará, respecto al centro galáctico, casi en el mismo sitio donde ha estado ese día durante los últimos veinticinco años. El miedo al Apocalipsis maya es un invento de quienes viven de explotar la credulidad ajena. Porque, además, los mayas, que fueron incapaces de predecir su propio declive, nunca vincularon el fin de la Cuenta Larga con el del mundo, como nosotros tampoco hacemos con la Nochevieja.
Reportaje publicado en el diario El Correo y en Magonia el 31 de agosto de 2009.