La ufología da, de vez en cuando, alegrías. La última, para mí, ha sido el primer libro de un amigo, Alejandro C. Agostinelli, que lleva toda una vida volcado en entender mejor esa atracción que los visitantes de otros mundos ejercen sobre nosotros. Fruto de esa pasión y de la curiosidad propia de un periodista es Invasores. Historias reales de extraterrestres en Argentina, una obra que acaba de llegar a las librerías del otro lado del Atlántico, que tuve el privilegio de leer hace unas semanas y que es un apasionante trabajo periodístico. Sus protagonistas son los humanos que aquí, en el pequeño punto azul pálido de Carl Sagan, contemplan el cielo nocturno con la certeza de que mantienen contacto con seres inteligentes de ahí fuera. Agostinelli demuestra en Invasores que la realidad siempre supera la ficción y que conviven con nosotros auténticos extraterrestres, aunque no tengan un platillo volante aparcado en el garaje.
El recorte de prensa, la anécdota, la leyenda urbana, el rumor… están en el origen de cada historia de este libro. Otros llaman pomposamente investigación de campo a hablar con alguien que dice haber visto una cosa rara y reproducir su testimonio sin más: del testigo no se duda, al testigo no se le interroga, el testigo no se confunde, lo que dice el testigo es palabra de Dios, el testigo nunca miente… Frente al acrítico reporterismo del misterio, Agostinelli ahonda por todos los medios posibles en lo aparentemente increíble para, generalmente, descubrir sus no menos increíbles orígenes, empresa que puede prolongarse a veces durante años antes de llegar a buen puerto y que describe al detalle en este libro. «A los que también queremos creer, pero necesitamos estar seguros, nos queda el placer de investigar, bucear en las fuentes de la información (y de la imaginación) para confrontarlas con el recuerdo de los testigos, cuando desean hablar o todavía viven, y la documentación histórica si aparece. Atar cabos sueltos y tratar de reconstruir ciertos hechos mientras disfrutamos de esa promiscua cruza entre la creación ficticia y realidad es un desafío apasionante, pero, a la vez, traicionero. Porque el mundo -es decir, el mundo que percibimos- nunca es tan real. Abrevar en el pasado implica correr el riesgo de hundirse en ese pantano erizado de trampas: la memoria», explica.
Alejandro C. Agostinelli [2009]: Invasores. Historias reales de extraterrestres en Argentina. Prologado por Daniel Riera. Sudamericana. Buenos Aires. 352 páginas. Pueden comprarlo aquí.
Reseña publicada en Magonia el 8 de mayo de 2009.