«Me parece haber visto una linda pantera»

Fotograma del vídeo de la pantera fantasma grabado en Vizcaya en 2003. Sin referencias, bien puede tratarse de un gato.
Fotograma del vídeo de la pantera fantasma grabado en Vizcaya en 2003. Sin referencias, bien puede tratarse de un gato.

Ya tenemos serpiente de verano, aunque estemos en otoño y sea más apropiado hablar de felino. Ayer denunciaron en Gorliz (Vizcaya) la presencia de una pantera negra cerca de un hospital próximo a la playa del pueblo. Allá fue la Ertzaintza dispuesta a todo, y un agente entró en un bosque próximo a buscar al animal y disparó contra él. Pero la pantera se escapó. Así que estamos como al principio, compuestos y sin el gran gato, pero con gente que asegura haberlo visto. Es la misma historia que hace dos años, cuando se montó una espectacular operación de rastreo de otro gran felino, ¿o era el mismo?

«Estaba paseando con mi sobrino de 14 años por la zona del aparcamiento, junto al pinar que hay detrás del centro, cuando vimos a la pantera. Estaba a diez metros de nosotros. Avanzó despacio unos cinco metros, se paró, volvió la cabeza y nos miró muy fijamente. Le brillaban los ojos como a un demonio. Después salió corriendo y se introdujo en el pinar. Nos quedamos paralizados. A mí me temblaban las piernas», cuenta hoy en El Correo el vecino de Erandio que vio el animal hacia las 18.30 horas. Emilio Torvisco, que así se llama el testigo principal, telefoneó a la Policía autónoma, un agente se metió en el pinar armado con una escopeta y, al cabo de un tiempo, se escuchó un disparo. Luego, el ertzaina aseguró que el blanco al que había apuntado era la pantera. Hubo el consiguiente rastreo de la zona, sin resultados, y hoy se ha reanudado la búsqueda del animal. ¿Pero hay algo que encontrar?

La historia parece, a primera vista, una más de esas visiones de cosas o seres extraños por gente normal y corriente. Ciertamente, un gran felino en Vizcaya entra dentro de lo inusual, aunque no es la primera vez que alguien dice haber visto un pantera por estas tierras. Hace dos años, en abril de 2003, hubo un depliegue policial de película durante días para intentar capturar a un animal «muy grande» que «tenía la cola larguísima y andaba como un felino», y que había sido visto en las proximidades de Armintza. Al final, la pantera se esfumó sin dejar rastro ni pruebas de su existencia real. Es lo que ocurre desde los años 60 con los numerosos grandes felinos vistos en el Reino Unido, conocidos popularmente como alien big cats (grandes gatos extraños) y cuya existencia está tan demostrada como la del monstruo del lago Ness y el Yeti.

Se dirá que a nuestra pantera la ha visto un policía. ¿Y qué? El mundo está lleno de policías, militares y pilotos de avión que dicen haber visto naves extraterrestres. Un agente de la Ertzaintza es un ser humano tan proclive a ser engañado por sus sentidos como otro cualquiera. Él cree sinceramente haber visto la pantera, pero es que iba buscándola. También hubo mucha gente fiable que, entre el 13 de noviembre de 1992 y el 22 de enero de 1993, aseguró haber visto a las niñas de Alcàsser vivas cuando habían sido asesinadas semanas antes, el mismo día de su desaparición. Y no nos olvidemos del que podía haber pasado a la Historia como uno de los más importantes casos ovni sucedidos en el País Vasco. Ocurrió en el verano de 1985, cuando coches de la Ertzaintza, varias policías municipales, la Cruz Roja y la DYA persiguieron un ovni de noche durante horas por media Guipúzcoa. Al final, resultó que se trataba del planeta Júpiter.

Toda afirmación extraordinaria ha de estar repaldada por pruebas igualmente extraordinarias. Si un gran felino anda suelto por Vizcaya y ayer se refugió en el pinar de Gorliz, tiene que haber allí huellas, restos de presas, heces del animal y hasta -si resultó herido por el disparo del ertzaina- un rastro de sangre susceptible de ser sometido a análisis de ADN. Sin embargo, por ahora, en la historia de la pantera vizcaína, no tenemos nada más que afirmaciones. Hasta que haya pruebas, estamos ante un caso digno del inspector Clousseau.

Nota publicada en Magonia el 23 de octubre de 2005.


Publicado

en

, ,

por

Etiquetas: