Las fantasmales demandas y las nuevas mentiras de Bruno Cardeñosa

El ufólogo y divulgador pseudocientífico Bruno Cardeñosa, en los estudios de Onda Cero. Foto: JuliaBcn.
El ufólogo y divulgador pseudocientífico Bruno Cardeñosa, en los estudios de Onda Cero. Foto: JuliaBcn.

Bruno Cardeñosa aseguraba el 1 de diciembre, en la lista de correo Mundo Misterioso, que ha abierto «un proceso (judicial) contra varios escépticos de México y Chile» por injurias. Se refería al chileno Diego Zúñiga y al mexicano Luis Ruiz Noguez, quienes junto al brasileño Kentaro Mori dirigen Perspectivas, una web imprescindible para quien quiera estar enterado de lo último en el mundo de lo paranormal.

El misteriólogo español tiene enfilado a Zúñiga desde que en 2001 publicó en La Nave de los Locos, la revista que dirige, un artículo titulado «Tres hombres, un biberón y el fantasma de Bruno Cardeñosa», firmado por Zenón Sanz y en el que se decía que, en un programa de Antena 3 TV, Cardeñosa había dado por cierta la presencia de un fantasma en una secuencia de la película Tres hombres y un bebé (1987), protagonizada por Tom Selleck, Steve Guttenberg y Ted Danson. Como la historia es una leyenda urbana desmontada hace bastantes años, el rigor de Cardeñosa quedó en evidencia y su enfado fue mayúsculo. Primero negó haber intervenido en el espacio televisivo citado, para después admitir que había hablado del asunto años antes en otro programa, pero que nunca había dicho que en esa película apareciera un fantasma. «Lo peor de todo es que está en nuestro poder la transcripción del vídeo donde sí aparece Cardeñosa, algo que lo deja en una mala posición. ¿Para qué desmentir lo indesmentible? Cardeñosa defendió la veracidad del fantasma aparecido en esa película, y listo», advertían los editores de La Nave de los Locos en una nota el mismo día que colgaban de Internet la prueba definitiva, el vídeo donde Cardeñosa sostiene que «en muchos casos, las apariciones de fantasmas y espectros, como sería el episodio de esta película, se producen en aquellos lugares en donde el supuesto aparecido ha vivido emociones intensas o incluso ha fallecido en circunstancias, como norma general, muy dramáticas».

El enfrentamiento del conspiranoico -para él, ningún avión se estrelló contra el Pentágono el 11-S- con Ruiz Noguez es más reciente. Tiene su origen en un artículo en el que el escéptico mexicano explica convencionalmente un suceso ocurrido en Andorra en 1994 y del que informó Cardeñosa en la revista Año Cero dos años después. Según el ufólogo, dos jóvenes habían filmado una esfera luminosa con un humanoide dentro, pero la Policía les había obligado a firmar una declaración en la cual admitían que todo había sido un montaje. «Lo que vemos en las fotos es un fenómeno natural conocido como Espectro del Brocken, Gloria o Heiligenschein, debido a la difracción de la luz sobre gotitas de agua (rocío, nubes, neblina, etcétera). Se puede observar desde las altas montañas, mirando hacia abajo, sobre el banco de nubes o la niebla, cuando el Sol se encuentra detrás del observador. Una forma más simple es colocarse de espalda al Sol, un día por la mañana luego de la caída del rocío. El observador podría observar que sobre su cabeza (e incluso sobre todo su cuerpo) se forma una especie de aureola, como el aura de los santos. Así pues, la Policía no tenía que obligar a nadie a retractarse u ocultar un fenómeno OVNI. Si Cardeñosa lo cree así, es simplemente porque es un ignorante», sentencia Ruiz Noguez. Una nota de Manuel Borraz, incluida en el texto de Perspectivas, demuestra cómo la revista de Enrique de Vicente tuvo conocimiento de que su colaborador había metido la pata y optó por ocultar a sus lectores la explicación.

Ni Zúñiga ni Ruiz Noguez saben nada de las supuestas acciones legales emprendidas por Cardeñosa contra ellos, y eso que la historia del fantasma de Tres hombres y un bebé tiene ya casi cuatro años. Que, a falta de argumentos, amenazó en su día a los dos con sendas demandas, es sabido. Pero no ha ido más allá. Da la impresión de estamos ante una cortina de humo del autor de El código secreto, en campaña contra los escépticos a raíz del eco que ha tenido en los medios de comunicación el manifiesto Por el derecho a una información crítica, en el que se reclama a los periodistas rigor al informar acerca de lo paranormal y, en particular, sobre el caso de las caras de Bélmez. A Cardeñosa le ha sentado esa iniciativa como un tiro y lleva semanas augurando el final de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, organización que según él habrá de pagar una indemnización a Pedro Amorós y a la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (SEIP) que dará para financiar sus pecualiares pesquisas durante décadas. «No tendrán otro remedio más que disolver la asociación para no hacer frente a la que se les vendrá encima», vaticina. Da la impresión de que lo que persigue Cardeñosa con el cuento de las falsas demandas es que Amorós le haga el trabajo sucio, que se gaste el dinero en demandar a los escépticos por las supuestas injurias vertidas en el caso de las caras Bélmez. Habrá que ver cómo responde el presidente de la SEIP, si cae en la trampa y se juega los cuartos para que luego otros se cuelguen las medallas por las que nunca se han atrevido a competir, por mucho que alardeen de ello ante sus seguidores.

Falsedades sobre ‘Magonia’

Mensaje de Bruno Cardeñosa en la lista de correo 'Mundo Misterioso'.
Mensaje de Bruno Cardeñosa en la lista de correo ‘Mundo Misterioso’.

«Respecto a los comentarios en Magonia. Ahora mismo acabo de entrar en esa página (11.56 AM del 20 de diciembre) con la intención de cortar y pegar los comentarios que los propios simpatizantes fueron colgando en los artículos relativos a Bélmez. Y, de repente, me encuentro que todos los mensajes han sido borrados, y en líneas abiertas en donde había más de 100 mensajes… hay 1, 2 ó 3 mensajes. Es decir, han sido borrados. Pero, bueno, supongo que más de uno los ha leído. En esos mensajes se hablaba de que los directores del EED lo habían dejado, algunos firmantes del manifiesto negaban que fueran científicos, algunos simpatizantes criticaban cómo se habían llevado las cosas, otros decían algo así como que «hacemos lo mismo que ellos: nos pirramos por salir en los medios», etcétera. Así que si quieres decir que esos mensajes no se colgaron por parte de lectores, pues perfecto, pero no sería cierto», escribía anteayer Cardeñosa en la lista de correo Mundo Misterioso. Mentía.

Puede comprobarlo cualquiera. Los comentarios a «Una lectura imprescindible sobre las caras de Bélmez», «Caras bajo sospecha», «Trolas del escándalo de las caras de Bélmez» y otras historias siguen donde estaban. No ha desaparecido ninguno; ni siquiera alguno que debía haber sido borrado por limitarse a insultar a terceros. Basta con pinchar con el ratón donde pone Comentarios -al pie de cada artículo- para comprobar que, en algunos casos, el contador de Haloscan se ha vuelto loco; pero nadie ha borrado nada. Así investiga Bruno Cardeñosa. Los lectores de la lista de correo Mundo Misterioso pueden desde su casa, sin moverse del sillón, ver hasta dónde llega el rigor de este periodista del misterio. Hasta dónde llegan sus mentiras.

Nota publicada en Magonia el 22 de diciembre de 2004.


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