
Nadie participó el 25 de junio en el Proyecto Magonia, una iniciativa organizada por el responsable de esta web en paralelo a la Alerta ovni convocada por Iker Jiménez y la Cadena SER. El concurso pretendía «poner a prueba la fiabilidad como testigos de los aficionados a los platillos volantes y la sagacidad como investigadores de los ufólogos». Fue convocado sólo veinte días antes de la Alerta Ovni y, quizá por eso, no dio tiempo a que algunos prepararan sus portentosas naves y las soltaran en los cielos. El Proyecto Magonia cumplió, sin embargo, uno de sus objetivos no declarados: hacer que los vendedores de misterios tuvieran esa noche que ser más cautos que en otras ocasiones, que practicar el escepticismo, porque ignoraban si había alguien creando falsos ovnis y se exponían al ridículo.
Quiero agradecer desde aquí a quienes se sumaron a la idea como miembros del jurado: Alejandro C. Agostinelli, periodista y editor de Dios!; Félix Ares, divulgador científico; Julio Arrieta, historiador y periodista; Alejandro J. Borgo, periodista y director de la revista Pensar; José Luis Calvo, historiador y responsable de El Triunfo de Clío; Luis R. González, ufólogo y periodista científico; y Heriberto Janosch, psicólogo y fundador del Centro Argentino para la Investigación y Refutación de la Pseudociencia (CAIRP). Y también aviso a todos de que esto no ha hecho nada más que empezar: la próxima vez que en España se celebre una Alerta Ovni de ámbito nacional, volveremos a convocar el Proyecto Magonia e intentaremos que el premio sea más tentador. No tiren sus platillos volantes de juguete, pruebenlos para estar preparados cuando los charlatanes salgan una noche a la caza de naves extraterrestres. Pueden probarlos cualquier día en cualquier sitio y ver qué pasa…
Nota publicada en Magonia el 31 de octubre de 2004.