Santilli dice ahora que la película de la autopsia de Roswell contiene fotogramas de una filmación real

Número de la revista 'Paranoia' de otoño de 1997.
Número de la revista ‘Paranoia’ de otoño de 1997.

Ray Santilli vuelve a las andadas. Hace doce años, algunos ufólogos -entre ellos, el español Javier Sierra– dieron crédito a su falsa película de la autopsia de un marciano accidentado en Roswell, que reportó enormes cantidades de dinero al productor televisivo y más modestas a los expertos en ovnis que le siguieron el juego. Ahora, asegura que la filmación que comercializó en 1995 era una recreación de una cinta muy deteriorada, rodada en 1947, que obra en su poder y de la que están insertados en el metraje varios fotogramas.

El especialista en efectos especiales John Humphreys confesó en abril pasado que había creado el extraterrestre de la película de la autopsia y había interpretado a uno de los cirujanos. A Santilli, productor de televisión, no le quedó entonces más remedio que admitir que todo era un montaje, aunque argumentó en su defensa que la cinta era una recreación de otra real, rodada en instalaciones militares con alienígenas de carne y hueso.

Lo mismo que dijo Juan José Benítez cuando se descubrió que, en su serie Planeta encantado, había presentado una película de animación como si fuera una cinta grabada en la Luna. En la película del autor de Caballo de Troya, se veía a dos astronautas explorando las ruinas de unos edificios extraterrestres en el Mar de la Tranquilidad. Benítez había encargado la filmación al estudio de animación vasco Dibulitoon Studio y, cuando eso salió a la luz, dijo que la cinta estaba basada en una película real rodada en la Luna. Santilli ha seguido el mismo guión, pero ha ido más allá.

En el ejemplar de otoño de Paranoia, revista a la que uno se imagina suscrito a Fox Mulder y de la que me da la impresión de que beben hasta embriagarse los conspiranoicos ibéricos, el productor explica a Philip Mantle, uno de los ufólogos que le avalaron en 1995, que intercaló fotogramas de una película real de 1947 en la famosa cinta de la autopsia. Y le promete enseñarle algunos la próxima vez que se vean. «Concerté una cita en Londres con Ray Santilli para comer el 22 de junio», indica Mantle en el último número de la revista británica Paranormal. El encuentro tuvo lugar en un oscuro pub donde Santilli y su socio, Gary Shoefiled, le enseñaron una veintena de fotogramas. En el reportaje, titulado ‘Alien autopsy re-visited’, el ufólogo dice que no puede determinar si eran auténticos o no. ¿De verdad es tan crédulo? No lo creo. Lo que pasa es que así se hace más caja y se venden libros como el que anuncia al final del reportaje, que se puede comprar directamente en su web.

Si Santilli tuviera en su poder una película tan sorprendente como la de una autopsia a un extraterrestre, bastaría con que la falicitara para los análisis pertinentes para que se hiciera multimillonario y pasara a la historia como el desvelador de la Gran Conspiración. Como no lo ha hecho -ni lo hará-, podemos concluir que la filmación no existe, como no existe la lunar de Benítez. Con su nueva argucia, lo que Santilli hace es volver a confirmar que nunca hemos estado con la película de marras ante el «jaque a la ciencia» que Sierra vendió en octubre de 1995 a los lectores de la revista Año Cero.

Nota publicada en Magonia el 3 de octubre de 2007.


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