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Meditación Trascendental intenta meter las ‘enseñanzas’ del gurú de los Beatles en los centros escolares vascos
Justo hace un año, Alejandro Sanz, director de la AEBC, decía en la revista Más Allá que habían estado varias veces «muy cerca de conseguir que algún centro educativo» de nuestro país adoptara las prácticas del gurú de la risa tonta -se le llamaba así por su tendencia a ella durante las entrevistas televisivas-, pero al final no había podido ser porque las autoridades lo habían impedido. Supongo que ahora la estrategia pasa por intentar convencer a los docentes de las bondades de la meditación, demostradas sólo por adeptos a la MT, y que sean los educadores los que se conviertan a la fe e introduzcan las enseñanzas del santón indio en las aulas o exijan a las autoridades que lo hagan para conseguir que haya «estudiantes y profesores, felices, creativos y armoniosos».
Entre otras cosas, el mensaje de correo que han recibido los docentes vascos dice:
«Según un estudio del doctor Orme-Jonhson, del departamento de Psicología de la Universidad Maharishi de Administración (MUM) en Fairfield, Iowa (EE UU), el estrés en la sociedad favorece que muchos de sus miembros consuma drogas y alcohol, y esto a su vez lleva a la mayoría de los delitos violentos que, al producirse, generan una gran tensión y estrés en la sociedad, que a su vez hace que se repita indefinidamente el proceso anterior. La única manera de romper este círculo vicioso es disminuir directamente el estrés social y esto se consigue fácilmente con grupos de personas (por ejemplo, en los centros educativos) practicando regularmente las tecnologías de la consciencia que promueve la EBC. Con esto se reduce la violencia, tanto en el ámbito educativo como en la sociedad, dejando el camino libre a la paz y la prosperidad.» (He corregido un poco la puntuación del texto para hacerlo legible.)
Es algo que los seguidores de MT llevan repitiendo años y que, por supuesto, nunca han demostrado: que la meditación reduce los niveles de violencia, que es «un medio de hacer una sociedad más pacífica e integrada». Según los discípulos del fallecido santón -que dejó en este mundo una fortuna de más 2.000 millones de euros recaudados gracias a cursos de levitación y meditación-, su técnica propicia el vuelo yóquico, la levitación en posición de loto, y cuando muchos practicantes meditan conjuntamente se da en la región sobre la que se concentran el llamado efecto Maharishi, que hace que desciendan «la violencia, el crimen, los accidentes de tráfico y los suicidios, y mejora la calidad de vida».
Los responsables de MT suelen decir que, en el verano de 1993, 5.000 miembros del grupo meditaron durante dos semanas en Washington y lograron que descendiera el crimen en la ciudad un 18%. La realidad fue que la criminalidad aumentó, aunque los defensores de MT dicen que se redujo un 18% respecto a las cifras que hubiera alcanzado sin meditadores. Como recuerda Robert L. Park en Ciencia y vudú (1999), cuando el director del estudio, un devoto de MT, presentó tal éxito en rueda de prensa, un periodista de The Washington Post puso el dedo en la llaga: «Pero ¿cómo puede saber cuál habría sido el índice en ese caso (en el que no hubiera habido meditadores)?». Esa estrategia, la de la ausencia de grupos de control, es habitual en todos los estudios que han confirmado las supuestas bondades de la MT.
Después de los atentados del 11-S, el bueno de Maharishi Mahesh Yogi anunció que el antídoto contra el terrorismo islámico era la formación de 40.000 expertos en MT que levitaran y crearan un campo de paz y armonía mundial. Necesitaba, claro, 1.000 millones de dólares sólo para cubrir gastos. Ningún Gobierno picó el anzuelo. Por si alguien tiene alguna duda, las fotos de adeptos de la secta levitando son, por supuesto, otra cosa: instantáneas de los seguidores del gurú dando saltitos en posición de loto sobre colchonetas y captados en el aire antes de caer.
Vuelo yóguico pacificador
Los supuestos beneficios de la MT no son más que los de la siesta. Todas las investigaciones que sostienen que se trata de un sistema prodigioso de relajación están firmadas por seguidores del gurú y adolecen de fallos metodológicos que las invalidan. Así, en junio pasado, después de anunciar la publicación de los resultados de un estudio según el cual la MT reduce las muertes entre enfermos cardiacos, la revista Archives of Internal Medicine retiró a última hora el artículo para examinar algunos datos estadísticos. Nunca más se ha sabido de él. Quienes pudimos leerlo habíamos detectado inmediatamente un fallo evidente para cualquiera con dos dedos de frente: se comparaban los efectos de la MT con los de no practicarla, pero no con los de cualquier otro sistema de relajación.
Hace dos años, el grupo consiguió durante un tiempo que Eurekalert!, el servicio de información de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), se hiciera eco de otro estudio de la MUM según el cual “los ejércitos de todo el mundo podrían usar la MT y el programa MT-Sidhi, creados por el Maharishi Mahesh Yogi, como un medio no religioso y científicamente probado para prevenir la guerra y el terrorismo. Cuando se emplean en un contexto militar, estas prácticas de meditación se denominan Tecnología de la Defensa Invencible (IDT)«. Al final, el servicio de noticias de la AAAS eliminó la nota de su portal por considerar que no cumplía con los mínimos criterios de rigor exigidos. «El comunicado de prensa al que hace referencia fue publicado por error y ha sido eliminado de nuestro sitio web», me dijo un responsable de Eurekalert! cuando pedí explicaciones.
Ésta es la realidad que se esconde tras el seminario dirigido a educadores que mañana se celebra en Bilbao. Un encuentro que está organizado por una entidad que forma parte del entramado creado a mayor gloria de Maharishi Mahesh Yogi, que quiere infiltrarse en la educación pública vasca.
¿Reduce la Meditación Trascendental las muertes entre enfermos cardiacos? Seguramente, lo mismo que la siesta
El equipo de Schneider ha seguido durante nueve años la evolución de 201 enfermos de corazón negros con estrechamiento de arterias. La elección racial no es un capricho, sino que se basa en que ese colectivo tiene unos índices de enfermedades cardiovasculares mucho más alto que el resto de la población. A la mitad de los pacientes se instruyó en MT mientras que los otros hicieron las veces de grupo de control y recibieron de sus médicos los consejos normales sobre hábitos saludables. Al final del ensayo, las muertes, los ataques al corazón y los accidentes cerebrovasculares se redujeron en un 47% entre los participantes que, además de tomar la medicación prescrita, siguieron las enseñanzas de Maharishi Mahesh Yogi. «El efecto es tan grande o mayor que el de los principales tratamientos farmacológicos para la enfermedad cardiovascular», ha dicho Schneider. Uno de sus colaboradores, el endocrinólogo Theodore Kotchen, de la Escuela de Medicina de Wisconsin y habituald e este tipo de estudios, ha puntualizado que la MT no es un sustituto del tratamiento convencional, sino un complemento. Los sujetos meditaban 20 minutos una o dos veces al día, mientras que a los sujetos del grupo de control se les pidió que dedicaran ese mismo tiempo a prácticas saludables.
«Estos datos son los efectos documentados más sólidos producidos por una intervención mente-cuerpo sobre una enfermedad cardiovascular. Demuestran que la reducción del estrés con la MT es una aproximación eficaz en la prevención de las patologías cardiacas», según Schneider. «Es un hallazgo seminal. La prevención de los ataques cardiacos y los accidentes cerebrovasculares y la prolongación de la esperanza de vida gracias a un tratamiento alternativo es algo muy raro, si es que hay precedentes. Si la Meditación Trascendental fuera un fármaco con todos esos beneficios, sería un éxito de mil millones de dólares», ha indicado Norman E. Rosenthal, psiquiatra y autor del libro Transcendence: healing and transformation through transcendental meditation (Trascendencia: sanación y transformación a través de la Meditación Trascendental). ¿Se tienen que poner todos lo enfermos cardiacos del mundo a seguir las enseñanzas del gurú de los Beatles y de David Lynch si quieren vivir más? No, no es necesario. Seguramente, basta con que se tomen la vida con un poco de tranquilidad.
Mantras en posición de loto
El fallo del estudio es evidente para cualquiera con dos dedos de frente: se comparan los efectos de un sistema mágico de relajación con los de no seguirlo, pero no con los de cualquier otro sistema de relajación. Los supuestos beneficios de la MT, ese estado alterado de conciencia que, según Maharishi Mahesh Yogi y sus adeptos, se consigue sentándose en posición de loto en un entorno acogedor y repitiendo un mantra, pueden alcanzarse sin darle dinero a esta secta. En contra de lo que sostienen los autores, los estudios imparciales han demostrado que la MT tiene los mismos efectos para el organismo que tumbarse en un sofá en un ambiente agradable. Lo que pasa es que la siesta no es una marca registrada, como MT. Y los supuestos efectos sociales beneficiosos que se atribuyen a la práctica de esta relajación en masa son simplemente mentira.
Los responsables de MT suelen decir que, en el verano de 1993, 5.000 miembros del grupo meditaron durante dos semanas en Washington y lograron que descendiera el crimen en la ciudad un 18%. La realidad fue que la criminalidad aumentó, aunque los defensores de MT dicen que se redujo un 18% respecto a las cifras que hubiera alcanzado sin meditadores. Como recuerda Robert L. Park en Ciencia y vudú (1999), cuando el director del estudio, un devoto de MT, presentó tal éxito en rueda de prensa, un periodista de The Washington Post puso el dedo en la llaga: «Pero ¿cómo puede saber cuál habría sido el índice en ese caso (en el que no hubiera habido meditadores)?».
Si en los próximos días ven por ahí un titular que dice «La Meditación Trascendental reduce el índice de muerte, ataque al corazón y accidente cerebrovascular a la mitad» -como dice la nota de prensa de la MUM-, envíenselo a Josu Mezo para que lo incluya en Malaprensa. Por cierto, en ese mismo comunicado de prensa se destaca que, según Mehmet C. Oz, profesor y vicepresidente de cirugía de la Universidad de Columbia y director del Instituto de Cardiología del Centro Médico Presbiteriano Columbia de Nueva York, los datos del estudio «no sólo son estadísticamente significativos, sino también clínicamente significativos. Esto refleja la capacidad de MT para reducir considerablemente la mortalidad en personas con enfermedades cardiacas». Lo que se han olvidado de indicar es que Oz es practicante de MT. Por cierto, los seguidores españoles de Maharishi Mahesh Yogi llevan tiempo intentando meter sus mágicas enseñanzas en centros escolares públicos y privados.
La secta Meditación Trascendental intenta colarse en las escuelas españolas

En su ánimo de embaucar al personal, la AEBC sostiene que:
La Meditación Trascendental es una técnica fácil y natural, que se practica unos pocos minutos dos veces al día, llevando a la mente a su nivel más asentado y silencioso, creativo y feliz, la Consciencia Trascendental, el campo de su inteligencia total interior. Esta práctica proporciona, al mismo tiempo, un descanso profundo, que disuelve el estrés acumulado y restaura el funcionamiento equilibrado de la mente y el cuerpo. Los líderes teóricos de la física cuántica han identificado la Consciencia Trascendental como el Campo Unificado de la ley natural, de donde surgen todos los campos de fuerza y materia, dando principio a todas las leyes de la naturaleza. La Consciencia Trascendental es el campo del conocimiento total de la ley natural, el ser interior de cada uno.
No hay roto charlatanesco para el que no sirva la mecánica cuántica.
La realidad es que los estudios imparciales han demostrado que la MT tiene los mismos efectos para el organismo que relajarse tumbado en un sofá. Todos lo estudios favorables a sus postulados que cita la AEBC en su web son obra de la Universidad Maharishi de Administración (MUM), una entidad tan imparcial en asuntos de la MT como el Vaticano en los de la Iglesia católica. Y los supuestos efectos sociales beneficiosos de la meditación en masa tampoco han sido nunca demostrados. Al contrario. Así, los responsables de MT suelen decir que, en el verano de 1993, 5.000 miembros del grupo meditaron durante dos semanas en Washington y lograron hacer descender el crimen en la ciudad un 18%. La realidad fue que la criminalidad aumentó, aunque los defensores de la MT dicen que se redujo un 18% respecto a las cifras que hubiera alcanzado sin meditadores. Como recuerda Robert L. Park en Ciencia y vudú (1999), cuando el director del estudio, un devoto de MT, presentó tal éxito en rueda de prensa, un periodista de The Washington Post puso el dedo en la llaga: «Pero ¿cómo puede saber cuál habría sido el índice en ese caso (en el que no hubiera habido meditadores)?».
¡Ah!, las fotos en las que se ve a sonrientes adeptos levitando en posición de loto se corresponden en realidad con sonrientes adeptos dando saltitos en esa postura sobre colchonetas.