
El momento cumbre de Encuentros es cuando el ufólogo francés Claude Lacombe, a quien da vida François Truffaut, se comunica con uno de los visitantes mediante el lenguaje de signos de Zoltan Kodaly. El entrañable alienígena es, en realidad, una marioneta creada por Carlo Rambaldi, el padre de Alien y ET. Bautizada por Spielberg como Puck, sus movimientos eran controlados por un equipo de siete personas, una de ellas el propio director. Pues bien, en Close encounters of the third kind. The making of Steven Spielberg’s classic film (Encuentros cercanos del tercer tipo. La realización del clásico de Steven Spielberg, 2007), Ray Morton cuenta que Rambaldi construyó a Puck en su taller de Roma «basando la cara, en parte, en imágenes de Cary Guffey». Encaja con la visión amable de los extraterrestres que quería transmitir Spielberg, quien durante el rodaje fue un inesperado compañero de juegos del niño, que entonces tenía 5 años. Además, demuestra que mi aparente obsesión tenía un fundamento real.