El 19 de agosto, estalló en la localidad almeriense de Berja una crisis panterológica tras informar un vecino a la Guardia Civil de la presencia «un gran felino» en el parque de Castala. Inmediatamente, se cerró ese espacio de recreo, y efectivos del Seprona, Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y Protección Civil de Berja emprendieron la caza de la pantera fantasma. Instalaron en la sierra de Gádor cámaras de grabación nocturna y jaulas-trampa con cebo para atrapar al animal vivo, anestesiarlo y trasladarlo al zoológico de Tabernas, «cuyos propietarios se han ofrecido a acogerlo”, explicaba hace una semana el Gobierno andaluz. Nueve días después, se ha reabierto el parque al público y sigue sin haber ninguna prueba de la existencia del animal: ni huellas, ni heces, ni restos de presas, ni nada de nada. Sólo testimonios de vecinos que dicen haberlo visto. Y, poco a poco, la historia va desvaneciéndose en los medios…
Michael Goss estableció en 1992, en su artículo «Alien big cat sightings in Britain: a possible tumour legend?» (Los avistamientos de grandes gatos extraños en Reino Unido: ¿una posible leyenda?), publicado en la revista Folklore (Vol. 103, Nº 2), las características generales de una crisis panterológica. Están presentes, en mayor o menor medida, en todas las historias de grandes felinos habituales en la prensa sensacionalista británica desde principios de los años 60. El episodio de Berja encaja perfectamente en el esquema de doce puntos de Goss:
1. Alguien, con nombre y apellidos, asegura haber visto un gran felino no nativo de Reino Unido. En el caso almeriense, el testigo inicial es Fernando, un joven de 24 años.
2. Lo ha visto en campo abierto, y esto incluye parques, campos de golf, espacios verdes próximos a poblaciones… En Berja, el animal rondaría el parque periurbano de Castala, una zona verde de 13,8 hectáreas.
3. El avistamiento es breve y los testigos -pueden ser uno o varios- van a pie o en vehículos. El joven almeriense iba en bicicleta cuando vio fugazmente al animal dos semanas antes de denunciar los hechos.
4. Los testigos identifican inicialmente el animal como un gato de gran tamaño… En ocasiones, añaden que es más grande que un perro grande. Posteriormente, llegan las comparaciones con pumas, leones, panteras, linces… En Berja, el primer testigo habló de un felino de gran tamaño. Tras la denuncia a la Guardia Civil, el alcalde de la localidad, Antonio Torres, empezó a decir que él también había visto el bicho y que era una pantera. Y el misterioso animal se convirtió en una pantera.
5. Un avistamiento aislado se conecta con otros registrados en la zona con una separación de días, meses y hasta años. En Berja, lo más que hemos tenido hasta ahora es una aparición de hace un mes a la que han seguido varias de otros vecinos después de haber saltado la historia a los medios. Es posible que en los próximos años se repita algo así en la localidad y se conecte con los sucesos de este agosto. Cuando en 2005, hubo gente que creyó que había una pantera suelta en Gorliz (Vizcaya), algunos conectaron el episodio con la supuesta visión de otro gran felino en la cercana Armintza dos años antes. Argumentaban que alguien en la zona tenía un gran felino como mascota y se le había escapado esas dos veces. No se encontró ninguna prueba física en ninguna de las operacioens de rastreo.
6. El animal es bautizado con un nombre del estilo de Bestia de Margam, León de Nottingham, Bestia de Exmoor… En Almería, se habla del Bicho de Castala, una denominación que deja traslucir el escepticismo y cachondeo que se ha ido adueñando de la población.
7. Se asume que el animal puede ser peligroso. En Berja, ese temor lleva, el miécoles de la semana pasada, a cerrar el parque sólo porque alguien ha dicho que ha visto lo que le parece un gato muy grande.
8. Los medios informan de que se han encontrado huellas, animales muertos y otros restos que probarían la presencia de una fiera. La semana pasada, llegó a decirse que se había descubierto en el parque de Castala una huella de gran felino, y el alcalde atribuyó la desaparición de carne usada como cebo a la presencia de la fiera. Sin embargo, fuentes de la Guardia Civil y de la Junta de Andalucía me confirmaron, poco después, que no se había detectado ningún rastro y que la desaparición del cebo podía ser obra de zorros y otros predadores. Durante la noche siguiente, un zorro y un gato doméstico quedaron atrapados en sendas jaulas-trampa.
9. Las informaciones incluyen referencias y declaraciones de autoridades, así como la indicación de que la Policía se toma el asunto muy en serio. El Seprona, la Junta de Andalucía y Protección Civil de Berja han participado en la búsqueda de la pantera fantasma de Almería y dijeron que iban a mantener el operativo mientras fuera necesario. El alcalde de la localidad ha sido uno de los que más han alimentado el misterio, con declaraciones del estilo de: «Yo lo he visto y no sé lo que es, pero no me gustaría encontrármelo de frente».
10. La explicación favorita es que la fiera se le ha escapado a alguien, a quien nunca se encuentra. Así, el alcalde de Berja decía hace una semana que para él todo se debía a que «alguien, de manera imprudente, haya soltado [la pantera] en la sierra tras tenerla de mascota». En Vizcaya en 2003 y 2005, también fue ésa la explicación favorita de los partidarios de la existencia de un gran felino.
11. Se organizan batidas, auspiciadas por las autoridades o los ciudadanos, que nunca dan resultado. Tanto en Berja como en Armintza y Gorliz, todo volvió a la normalidad tras unos días. En realidad, como apunta Goss en su artículo, a pesar de que ha habido miles de denuncias desde 1963 sólo en Reino Unido, «ningún felino extraño ha sido capturado o muerto, aparte de un puma domesticado en Escocia en 1980 y un pequeño gato de los pantanos atropellado accidentalmente en la isla de Hayling (Hampshire) en 1988».
12. El gato misterioso desaparece del campo y de los periódicos a la vez.
La pantera fantasma de Berja ya no es un peligro para nadie. El parque de Castala está abierto al público, este fin de semana se acaban las vacaciones para muchos y volverá la rutina diaria. Toda afirmación extraordinaria exige pruebas igualmente extraordinarias. Si un gran felino anda suelto, tiene que haber huellas, restos de presas, pelos y heces del animal… Sin embargo, por ahora, en los relatos de panteras fantasma como la almeriense no contamos nada más que con testigos visuales, como en los casos de hadas, fantasmas, extraterrestres y el Diablo, aunque historias como la de Berja tengan un punto a su favor: las panteras existen.
Nota publicada en Magonia el 29 de agosto de 2013.