Es peligroso introducir un hámster por el recto de tu pareja, se advierte hoy en un artículo de portada de Periodista Digital que comentaban hace unos minutos sorprendidos algunos compañeros de El Correo. La noticia es impresionante… y falsa. Es una leyenda urbana, como la de los gatos bonsái -según la cual unos salvajes meten gatitos en frascos para que queden «con la forma del recipiente»- que también se tragaron en julio de 2005 en el diario de Alfonso Rojo, aunque hayan borrado todo rastro de la metedura de pata y la hayan reconvertido en su descubrimiento de que la noticia era falsa.
La historia del hámster ha sido aplicada, según se recoge en Snopes -sitio dedicado a las leyendas urbanas que debería figurar entre los de referencia de todo periodista-, a famosos de los que se rumorea que son homosexuales, como Richard Gere. Los protagonistas acaban, en todos los casos, en la sala de Urgencias de un hospital, donde les sacan del ano un hámster embutido en un cartón de un rollo de papel higiénico. Los periodistas que cuentan esta historia deberían apuntarse a un curso de cómo detectar camelos. Más que nada, para no volver a hacer el ridículo.
Nota publicada en Magonia el 14 de mayo de 2007.