
Un tuit de la CIA del 29 de diciembre ha sido malinterpretado por varios medios de comunicación como el reconocimiento de que vuelos de aviones espía fueron la causa de más de la mitad de los avistamientos de ovnis en Estados Unidos durante los años 50 y 60 del siglo pasado. La realidad es que la agencia confesó tal extremo nada menos que en agosto de 1997, con la desclasificación de un estudio titulado CIA’s role in the study of ufos, 1947-90 (El papel de la CIA en el estudio de los ovnis. 1947-1990), del historiador Gerald K. Haines, y lo confirmó en agosto de 2013, al publicar otro estudio, titulado The Central Intelligence Agency and overhead reconnaissance (La Agencia Central de Inteligencia y el reconocimiento aéreo).
La CIA no ha dicho, por tanto, nada nuevo. Lo sé, entre otras cosas, porque yo escribí para El Correo la historia de 1997, que titulé «Los marcianos de la CIA» y empezaba diciendo: «Ingenios ultrasecretos. Eso fueron más de la mitad de los ovnis observados en los cielos de Estados Unidos durante los años 50 y 60. Pero la Fuerza Aérea, a instancias de la Agencia Central de Inteligencia, mintió a la opinión pública: achacó todas las apariciones de estos platillos volantes «perfectamente identificados» a fenómenos naturales, para -acallar el miedo de la población y proteger un proyecto de seguridad nacional extremadamente sensible». La CIA se sirvió de los ovnis para evitar que se filtrara al otro lado del telón de acero la existencia del U-2 y del SR 71 también conocido como Pájaro negro«.
Además, hace año y medio, a raíz de la desclasificación del segundo estudio citado, publiqué una anotación aquí que comenzaba con una frase textual de ese nuevo informe de la CIA, en el cual también se explicaba cómo se decidió la creación y ubicación del Área 51: “Los vuelos del U-2 y del Oxcart fueron responsables de más de la mitad de todos los avistamientos de ovnis de finales de los años 50 y los años 60″. La CIA prefería que el público creyera en visitantes extraterrestres a destapar la existencia de sus más sofisticadas herramientas y, durante décadas, muchos ufólogos colaboraron, sin saberlo, en ese encubrimiento al intentar convencer a la gente de que en el Área 51 se guardan restos de naves y seres de otros mundos. Fueron los tontos útiles de la CIA.

Entonces, ¿qué ha pasado ahora?, ¿a qué ha venido tanto revuelo?
El 29 de diciembre, la CIA publicó un tuit sobre la historia más leída en su web durante 2014. «¿Informes de actividad inusual en los cielos en los años 50? Éramos nosotros», decía, e incluía un enlace al informe The CIA and the U-2 program, 1954-1974 (La CIA y el programa del U-2. 1954-1975), desclasificado ¡en marzo de 1997! Poco después, empezó el festival mediático de la confusión, con titulares como «La CIA revela el misterio de los ovnis que fueron avistados durante los años 50», ««Les ovnis dans les années 50? C’était nous!» avoue la CIA» y «CIA about ufos of the 1950s and ’60s: «It was us»».
No, la CIA no ha desclasificado ningún documento nuevo sobre las misiones del U-2 y el SR 71 ni reconocido nada que no se supiera desde hace más de tres lustros.
Nota publicada en Magonia el 14 de enero de 2015.