Aspaldiko, el magacín de sobremesa de ETB 2, ha fichado a un vidente que ayer hizo en el plató una demostración de telepatía, según me alertaba hace unas horas Nerea I., una lectora de magonia escandalizada, con razón, por el hecho de que una televisión pública difunda tan descaradamente la superchería. Lo más chocante es que la semana pasada me llamaron de ese mismo espacio para que tuviera una colaboración de vez en cuando desmontando mitos y misterios, algo a lo que renuncié porque estoy embarcado en otros apasionantes proyectos que durante los próximos meses van a absorber todo mi tiempo libre. Si al principio me dio pena decir que no a la oferta de los responsables de Aspaldiko, ahora me pasa todo lo contrario.
Tras el aviso de Nerea I., he comprobado que Mikel Lizarralde, que así se llama el brujo, ya estuvo la semana pasada en el magacín de ETB 2 haciendo una demostración de sus inexistentes poderes. En aquella ocasión, de lo que los aficionados a lo paranormal llaman psicometría, la habilidad de caracterizar al, desconocido para el vidente, propietario de un objeto a partir de la supuesta energía con que ha impregnado ese objeto. El cúmulo de vaguedades que soltó entonces el adivino fue equiparable a las que recurren habitualmente médiums y futurólogos, aunque Impresionó a las presentadoras del espacio, como ayer pasó con un descontrolado experimento de telepatía en el que se registraron dos éxitos de cuatro intentos.
El vidente de Aspaldiko tiene una tienda esotérica en San Sebastián y es presidente de Izarpe (Instituto de Ciencias Intuitivas y Terapéuticas), una academia que da títulos en ciencias de la intuición -adivinación, para entendernos-, reiki, quiromasaje y cristaloterapia. Para conseguir los títulos, que obviamente carecen de validez académica, hay que seguir unos cursillos donde te sacan la pasta. Así, por ejemplo, el de ciencias de la intuición incluye una asignatura denominada Círculo de Mensajes que da el propio Lizarralde a razón de 15 horas al trimestre por 45 euros; un curso de tarot, numerología o astrología de una tarde semanal por precios que oscilan entre los 75 y 150 euros mensuales; una introducción a la psicosociología y psicología transpersonal, con 36 horas de clase por 180 euros; y clases de reiki o cristaloterapia de tres y cuatro fines de semana, respectivamente, que salen por 540 euros (reiki) y 720 (cristaloterapia). Como igual el alumno no alcanza aún así el mínimo de créditos exigido para obtener la titulación, Izarpe ofrece una larga lista de cursos igualmente inútiles -desde programación neurolingüística hasta cromoterapia, pasando por flores de Bach– para seguir sacando dinero a incautos ociosos. «No regalamos el título», advertía el brujo hace un mes en El Diario Vasco. ¡No hace falta que lo jure!
Lizarralde se presenta como licenciado en Counselling Terapéutico por la Universidad Abierta de Sri Lanka, vidente, médium y tarotista, y tiene título de clarividente por el Instituto Internacional de Ciencias Integrales Humanas, la escuela sacacuartos fundada por la bruja Marilyn Rossner. Y ahora disfruta de la publicidad gratuita que le hacen en ETB 2 para vender patrañas como la existencia del tercer ojo, la telepatía, la numerología y demás, y los rentables cursos de Izarpe, que se presenta como «la primera escuela de Europa para formar exclusivamente a videntes, médiums y sanadores».
Pensar que el dinero de mis impuestos se dedica a difundir todas estas supercherías y hacer publicidad a quienes viven de abusar de la credulidad ajena me da asco. De verdad. Siempre he deseado que la televisión pública sea un auténtico servicio público; pero no me refería al que está al fondo a la derecha.
Nota publicada en Magonia el 8 de octubre de 2010.