El Pentágono no encuentra en los ovnis ni pruebas de visitas extraterrestres ni de una conspiración

Ovni grabado por un F-18 del 'USS Theodore Roosevelt' en la Costa Este en enero de 2015. Foto: Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Ovni grabado por un F-18 del ‘USS Theodore Roosevelt’ en la Costa Este en enero de 2015. Foto: Departamento de Defensa de Estados Unidos.

Los expertos del Pentágono no han hallado hasta el momento «ninguna evidencia» de que los fenómenos anómalos no identificados (FANI) -como llaman ahora los militares estadounidenses a los ovnis- sean de origen extraterrestre ni de que exista algún programa gubernamental secreto de ingeniería inversa a partir de restos de tecnología alienígena. «La Oficina para la Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO) no ha encontrado pruebas de que ninguna investigación del Gobierno de Estados Unidos, estudio académico o panel de revisión oficial haya confirmado que algún avistamiento de un FANI represente tecnología extraterrestre», sentencia un informe de 63 páginas hecho público hoy por el Departamento de Defensa, que será indudablemente rechazado por los defensores de casos como el de Roswell y las abducciones.

Los expertos de la AARO, creada por el Pentágono en julio de 2022, han llegado a esta conclusión tras analizar toda la información sobre el fenómeno ovni, clasificada y desclasificada, recopilada por el Gobierno de Estados Unidos desde 1947 hasta el 31 de octubre de 2023. Además, han entrevistado a una treintena personas que dicen tener conocimiento directo de programas secretos de investigación de tecnología extraterrestre y de la intromisión de naves extrañas en instalaciones nucleares. A este informe, le seguirá otro con los hallazgos realizados gracias a las entrevistas e indagaciones hechas desde el 1 de noviembre de 2023 hasta el 15 de abril de 2024. 

Datos de mala calidad, caso inexplicado

En diciembre de 1947, seis meses después que un piloto civil, Kenneth Arnold, viera sobre el monte Rainier nueve objetos con forma de media luna que volaban «erráticos, como un platillo si lo lanzas sobre el agua», y a gran velocidad, el general Nathan Twining puso en marcha el Proyecto Platillo dentro de la Fuerza Aérea. Los avistamientos de platillos volantes eran ya algo habitual en los cielos de Estados Unidos y en el Pentágono inquietaba que se tratara aeronaves de origen soviético. A esa primera iniciativa investigadora de la Fuerza Aérea, le siguieron otras once hasta septiembre de 2023, y todo el material resultante ha sido examinado por los expertos de la AARO.

En esos estudios, destacan los autores del informe presentado hoy, participaron expertos, científicos, académicos, militares y agentes de inteligencia con puntos de vista diferentes. «Sin embargo, todos tenían en común la creencia de que los FANI representaban una incógnita y, por tanto, teóricamente suponían una amenaza potencial de naturaleza indeterminada». Además de revisar toda la información histórica y entrevistar a la treintena de  supuestos testigos de hechos extraordinarios, el personal de la AARO ha contado para este trabajo con la colaboración de los agentes de inteligencia y del Departamento de Defensa responsables de la supervisión proyectos de secretos. 

Los expertos del Pentágono creen que, aunque muchos sucesos registrados desde 2004 permanecen inexplicados, «si se dispusiera de más datos y de mejor calidad, la mayoría de estos casos también podría identificarse y atribuirse a objetos o fenómenos ordinarios. Los sensores y las observaciones visuales son imperfectos; la gran mayoría de los casos carece de datos procesables o los datos disponibles son limitados o de mala calidad». Y añaden que, «casi con total seguridad, la gran mayoría de los informes es el resultado de una identificación errónea y consecuencia directa de la falta de conocimiento del medio; existe una correlación directa entre la cantidad y la calidad de la información disponible sobre un caso y la capacidad para resolverlo de forma concluyente». Los estudios civiles más serios realizados desde 1947 establecen que hay entre un 2% y un 5% de casos de ovnis inexplicados. Lo mismo que en los crímenes sin resolver, ese residuo se achaca a falta de datos, testigos e investigadores que mienten o se confunden y otras razones, incluido el encubrimiento de programas militares secretos.

Platillos estrellados

Portada del informe histórico de la AARO sobre el fenómeno ovni.
Portada del informe histórico de la AARO sobre el fenómeno ovni.

Los autores del informe publicado hoy dedican especial atención a las teorías de la conspiración, según las cuales Estados Unidos habría ocultado cadáveres de extraterrestres y estaría desarrollando tecnología a partir de restos de naves alienígenas estrelladas. «La AARO no ha encontrado pruebas empíricas» que apoyen tales afirmaciones. Al contrario. «Los entrevistados mencionaron auténticos programas clasificados del Gobierno de Estados Unidos bien conocidos y comprendidos por las personas con acceso adecuado a ellos en los poderes ejecutivo y legislativo», dice el informe. Los declarantes «asociaron erróneamente» esos programas  secretos con actividades que implicarían tecnología alienígena. Los investigadores indican que tampoco han encontrado ninguna prueba de que alguien haya sufrido amenazas por sacar a la luz información sobre los FANI.

Para los expertos de la AARO, «la afirmación inexacta de que el Gobierno de Estados Unidos está realizando ingeniería inversa a partir de tecnología extraterrestre y la está ocultando al Congreso es, en gran parte, el resultado del razonamiento circular de un grupo de individuos que cree que es así, a pesar de la falta de pruebas». Los autores recuerdan que parte de la casuística ovni registrada desde 1940 se debe a confusiones con tecnología avanzada para la época, «como las tecnologías furtivas y la proliferación de las plataformas de drones». Desde que se desclasificó en 1997 el trabajo titulado CIA’s role in the study of ufos, 1947-90, obra del historiador Gerald K. Haines, se sabe que aviones espía como el U-2 y el Oxcart estuvieron detrás de muchos avistamientos de ovnis en los años 50 y 60

El nuevo informe del Pentágono no dice nada sorprendente. En ese sentido los autores recuerdan que, desde 1947, ningún estudio realizado por un Gobierno o por científicos que ha encontrado algo en los ovnis que apunte a un origen extraterrestre. Así, el pasado septiembre, un grupo independiente de expertos contratado por la NASA aseguró, tras nueve meses de trabajo, que, «en este momento, no hay ninguna razón para concluir que los informes sobre fenómenos anómalos no identificados tengan un origen extraterrestre».

Como dice Vicente-Juan Ballester Olmos, una de las autoridades mundiales en el estudio del fenómeno, a quien le quiera oír, «la influencia de la prensa, la literatura, el cine y la televisión han sido fundamentales en la creación del mito de los ovnis extraterrestres. No hay la menor prueba de que las observaciones de ovnis, incluso las no resueltas, tengan la más mínima conexión con naves de otros mundos, universos o dimensiones. Eso es, simplemente, ciencia ficción».

Información publicada en Magonia el 8 de marzo de 2024.


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