Fox Mulder y Dana Scully llevaban dos temporadas persiguiendo extraterrestres cuando uno salió de entre las sombras de Expediente X y atrajo la atención de medio mundo. Tumbado en una mesa, le practicaban la autopsia en lo que parecía una vieja película en blanco y negro. Era un humanoide gris y cabezón, presentaba una aparatosa herida en una pierna, y un médico le abría el tórax y le extraía los órganos. El dueño de la filmación decía que el cuerpo correspondía a uno de los tripulantes del platillo volante estrellado en Roswell en 1947 y que la película procedía de la Fuerza Aérea de Estados Unidos…
Sigue en la revista Muy Interesante (Nº 477, febrero de 2021).
El humanoide de El Condesito, foto de Julio Marvizón, era el tonto del pueblo, corroborado por una IA.
Caña al mono que es de goma. jajajaaj