
Despegue abortado. Mad Mike Hughes, el terraplanista que iba a intentar volar en un cohete propulsado a vapor, suspendió ayer su aventura por carecer de los pertinentes permisos gubernamentales. El conductor de limusinas, de 61 años, asegura en un vídeo en YouTube que la Oficina de Administración de Tierras (BLM), la agencia federal que gestiona el suelo público en Estados Unidos, le comunicó hace unos días que no le permitiría hacer el lanzamiento sobre el pueblo fantasma de Amboy (California).
«Fue muy desagradable», dice el terraplanista, quien afirma que, por si eso fuera poco, el miércoles se averió la autocaravana que hace las veces de lanzador. Hughes achaca la reacción gubernamental al eco mediático de su aventura y afirma que hace un año la BLM le dio autorización verbal para el vuelo a la espera de aprobación por la Administración Federal de Aviación (FAA). Sin embargo, un portavoz de la BLM ha señalado a The Washington Post que en su oficina local no sabían nada del asunto.
Mad Mike Hughes quiere despegar en los próximos días desde una propiedad privada cercana a Amboy, pueblo fantasma localizado en el desierto de Mojave. Habrá que ver si lo hace y, si lo consigue, si no acaba estampándose contra el suelo como en 2014, cuando miembros de su equipo le sacaron semiinconsciente de otro cohete con el que se estrelló en Arizona.
El terraplanista se ha gastado 17.000 euros en la construcción de la nave, que él mismo ha montado en el garaje de su casa, y la conversión en rampa de lanzamiento de una autocaravana. Ayer pretendía volar 1,5 kilómetros a 800 kilómetros por hora. Iba ser el primer vuelo de un programa espacial para desmontar la conspiración según la cual la Tierra tiene forma de esfera achatada por los polos. Porque para Mike El Loco está claro que vivimos en un disco.
Nota publicada en Magonia el 26 de noviembre de 2017.