Txumari Alfaro afirmó el jueves por la tarde en la televisión pública vasca que cura la celiaquía, la intolerancia a la lactosa y cualquier otra alergia, atacando el origen emocional de la misma. Según el curandero navarro, ahora practicante de la llamada nueva medicina germánica, la causa última de todo mal es un conflicto emocional no asumido y basta con que seamos conscientes de ello para que la enfermedad desaparezca. «Nos curamos cuando sabemos por qué hemos enfermado» porque «el cuerpo grita lo que el inconsciente no puede expresar», dijo en el programa ¡Ahora!, de ETB 2.
El pseudomédico explicó que, si un niño que nunca ha probado el pescado sufre alergia a ese alimento, puede deberse a que su madre se atragantó con una espina cuando estaba embarazada y eso traumatizó al feto en el seno materno. Además, «los mocos en un niño se deben a que no huele a su madre y desarrolla un conflicto de separación para protestar ante la madre». La intolerancia al gluten tiene para él su origen en que el paciente no ha asumido un conflicto familiar y ha identificado el pan con el problema.
Tras afirmar que para la mayoría de los seres humanos «el pan representa la unión familiar», Alfaro dijo que «todo celiaco va a vivir una desestructuración familiar y, en esa desestructuración familiar, el conflicto a nivel inconsciente es pan igual a separación familiar. Entonces, hago una intolerancia (al gluten) porque (el pan) representa la separación de mi familia». Aunque la celiaquía es incurable, tuvo la desvergüenza de asegurar que él cura a todos los enfermos de ese mal que pasan por su consulta y que, además, basta con asistir a una de sus conferencias para decir adiós a cualquier alergia.
Los doce minutos de intervención televisiva de Alfaro fueron una demostración de lo que nunca debe ser un medio de comunicación público, un aspersor de basura anticientífica peligrosa para la salud. El charlatán , que defiende la conveniencia de beber la propia orina, aprovechó la oportunidad para promocionar la denominada nueva medicina germánica, una pseudoterapia inventada por el exmédico alemán Ryke Geerd Hamer, quien considera que hasta enfermedades como el cáncer y el sida -niega la existencia del VIH- se deben a conflictos emocionales no asumidos y dice que la medicina convencional es parte de una conspiración judía para eliminar a los no judíos. Hamer ha sido inhabilitado en su país, y sus disparatadas ideas son rechazadas en todo el mundo por los centros que investigan y tratan el cáncer. Sin embargo, uno de sus profetas tiene a su disposición la televisión pública vasca para propagar sus ideas.
Los afectados, indignados
Las palabras del curandero -un invitado habitual del programa por lo que me han contado- indignaron a los celiacos vascos, que pidieron inmediatamente explicaciones a la cadena. Dany Faccio, autora de la web Singlutenismo y celiaca, alertó en las redes sociales a los enfermos de la intervención de Alfaro en ETB. «Que este señor quite importancia a enfermedades y patologías reales, prometa una curación que en realidad es imposible, se lucre con eso y encima se anuncie a bombo y platillo en la televisión pública es el colmo. Muchos de nosotros trabajamos muy duramente para informarnos, contrastar información y hablar hasta donde podemos hablar desde nuestra no-titulación de médicos o nutricionistas, siempre citando fuentes y demás. Que sea el trabajo de este señor el que tenga cabida, aceptación y remuneración en este mundo y no el nuestro me parece indignante», me ha comentado. Faccio pidió a la cadena una rectificación porque, escribió en Facebook, «me parece que este señor y esta televisión pública se están riendo de todos nosotros, nos están tratando de estúpidos y nos están intentando vender la moto, con todo lo que puede conllevar a nivel de salud el creerse semejantes bazofias».
El viernes, la conductora del programa, Adela González, reconocía antes las cámaras que habían recibido «muchas llamadas» y «muchos mensajes» de enfermos «indignados con las palabras de Txumari». «Desde la cadena, comprendemos ese malestar y, si se han sentido ofendidos, les pedimos disculpas», dijo la presentadora, que anunció que esta semana llevarán médicos especialistas al espacio para dejar las cosas claras y concluyó su rectificación con una autoexculpación de la cadena: «Las palabras de Txumari Alfaro eran suyas. En ningún momento, las hacemos nuestras». Entonces, ¿por qué ETB hizo de altavoz de los disparates del curandero sin ninguna oposición ni réplica?, ¿haría lo mismo con un negacionista del Holocausto, con alguien que defendiera que la mujer tiene que someterse al hombre o que conducir borracho no supone ningún peligro?
ETB ha vuelto a fallar como servicio público, a no ser que nos estemos refiriendo al del fondo a la derecha.
Información publicada en Magonia el 2 de enero de 2017.