Google conmemora hoy los 81 años de la imagen más famosa del monstruo del lago Ness. Conocida como la foto del cirujano, la publicó el Daily Mail el 21 de abril de 1934 y está en el origen de los avistamientos de Nessie. En blanco y negro, se ve en ella un largo cuello, coronado por una cabeza de serpiente, que emerge de las aguas. Fue considerada una de las mejores pruebas de la existencia de la criatura durante sesenta años, pero en 1993 Chris Spurling confesó que, a petición de su padrastro, él -entonces un niño- modeló la figura y la puso sobre una base de madera para que el conjunto fuera fotografiado en el agua. El doodle de Google bromea con el origen de esa imagen icónica, situando a tres marcianos con antenas en un submarino debajo de la maqueta del monstruo.
Aunque la primera aparición de Nessie documentada data de 1871, los avistamientos sólo se multiplicaron a partir de los años 30 del siglo pasado, tras la construcción de la carretera que discurre por la orilla oeste del lago. Desde entonces, la criatura se convirtió en objetivo de los cazadores de monstruos y en un filón para el turismo de las Tierras Altas escocesas. Décadas de vigilancia de las aguas y de exploraciones subacuáticas con los equipos más avanzados no han enconrado ni rastro del bicho, cuyos apariciones se han reducido en los últimos años a límites alarmantes para la próspera industria local basada en su existencia. Se calcula que los turistas que visitan la región con la esperanza de verlo se dejan una media de unos 10 millones de euros anuales.
El monstruo del lago Ness fue bautizado científicamente en la revista Nature el 11 de diciembre de 1975, en un artículo firmado por el naturalista sir Peter Scott y el abogado estadounidense Robert Rines. Los autores reconocían que su existencia de no estaba demostrada y, sin embargo, proponían que recibiera el nombre científico de Nessiteras rhombopteryx (El monstruo de Ness con aleta en forma de diamante), como único representante de su género y especie. Se basaban para darle esa denominación en dos fotografías tomadas en el lago por una cámara subacuática el 8 de agosto de 1972 en las que se veía una especie de aleta de 2 metros de longitud con forma de diamante. Hoy se cree que, antes de los pertinentes retoques fotográficos, la imagen correspondía a un grupo de burbujas de aire y una aleta de algún pez o algún tipo de vegetación.
Como en el lago Ness nunca se han encontrado restos de ningún monstruo muerto ni hay la suficiente biomasa para mantener a una población de bichos de entre 10 y 20 toneladas -tamaño calculado para Nessie-, sólo cabe pensar que estamos ante un animal de longevidad matusalénica. Porque a Nessie se le presenta habitualmente como un superviviente de tiempos de los dinosaurios, lo que tampoco podría ser porque el lago Ness pasó un largo tiempo congelado hasta hace unos 12.000 años. Claro que también puede ser que no exista, ¿verdad?
Nota publicada en Magonia el 21 de abril de 2015.