Rick Dyer, vendedor de coches de segunda mano, ha ganado 60.000 dólares en un mes con una exposición itinerante por Estados Unidos de un cuerpo de un bigfoot que en realidad habían hecho para él con látex, gomaespuma y pelo de camello. El fraude ha salido a la luz después de que uno de sus socios, Andrew Clacy, discutiera con él sobre la autenticidad de la pieza. «Me enfrenté al señor Dyer en Daytona por mis sospechas, y él admitió personalmente que el cuerpo de Hank [nombre del bigfoot] no era real, sino que lo había fabricado una compañía del estado de Washington», declaraba el domingo Clacy al San Antonio Express-News.
El cuerpo del bigfoot, de 2,4 metros lo hizo el artista Chris Ruseell, dueño de la tienda de disfraces Twisted Toybox de Spokane, quien en noviembre recibió el encargo del estafador. «Me dijo que el cuerpo se iba a usar en una película sobre matar al bigfoot», explicó a Seattlepi.com. El muñeco debía tener un aspecto deslucido, como si no se hubiera conservado bien. Hacerlo le llevó dos semanas. El precio no ha trascendido, pero algunos medios calculan que el muñeco pudo costar alrededor de 700 dólares, a cambio de los cuales Dyer ha conseguido unos 60.000, a 10 dólares la entrada a la exposición.
El estafador ha asegurado en Facebook que sus colaboradores lo sabían todo desde el principio y ha reiterado que él mató un bigfoot a las afueras de San Antonio (Texas) en septiembre de 2012, después de atraer al hombre-bestia con unas costillas de cerdo compradas en Walmart. Dyer ya anunció en 2008 que él y otro socio habían encontrado un cadáver de un bigfoot en los bosques de Georgia. Sin embargo, cuando presentaron el cuerpo congelado a la Prensa, resultó ser un disfraz de mono. Visto su historial, es cuestión de tiempo que vuelva a sacar los cuartos a los creyentes en el hombre mono americano.
Nota publicada en Magonia el 3 de abril de 2014.